No hay malos soldados
bajo grandes generales. Es así de simple. Cómo mejorar el rendimiento de los
equipos de élite es un tema de sobras conocido en la esfera militar y una
filosofía adoptada por los buenos líderes en el ámbito empresarial. Y es que
cuando los líderes han construido un gran equipo están proporcionando un
liderazgo sólido, no hay razón para que el equipo no puede tener éxito y ganar.
Cuando los equipos y organizaciones en cualquier entorno no
están teniendo éxito, es porque sus líderes están fallando en el cumplimiento
de 5 mandamientos, según detalla la publicación Inc:
1. Definir y alcanzar metas
Este es el punto número uno de la responsabilidad de un
líder. El cumplimiento de los objetivos
de ventas, de crecimiento o rentabilidad sólo existen cuando el líder es
capaz de definir unos objetivos a
corto, medio y largo plazo y las personas
o equipos responsables de
ejecutarlos.
Ante este reto, el
líder tiene que adoptar la responsabilidad de muchas áreas, como las
personas, los productos, los servicios, la productividad, las finanzas, la
competencia o el mercado, pero eso no quiere decir que tenga que ejecutarlos
todos directamente, ya que los éxitos nunca son fruto de un solo sombrero, sino
de un equipo bien cohesionado y dirigido.
2. Resolver problemas
y tomar decisiones
¿Quién dijo que triunfar fuera fácil? Cualquier logro
obtenido normalmente es fruto de la superación
de obstáculos y de decisiones difíciles de tomar o entender.
Como líder, no olvides que estás en este puesto por
casualidad: eres tan imprescindible para el equipo como éste lo es para ti. Sin un equipo, no hay liderazgo posible.
3. Priorizar y
mantener el foco
El tiempo es el
bien más preciado de un líder. Y nunca hay suficiente para él. Por eso la priorización de objetivos y tareas es
un ingrediente clave para triunfar.
No es posible que coexistan más de 5 prioridades tan
esenciales como para acometerlas en paralelo, por eso es tan importante para
las organizaciones que sus directivos sean capaces de identificar cuáles son las decisiones más estratégicas y cuáles
podrán dejarse para más adelante sin que ello suponga un impacto negativo en el
crecimiento de la compañía.
4. Creer e inspirar a
otros a creer
El equipo no va a
creer en la misión si el líder no cree en ella. Debes proyectar en los demás tu
fe sobre la misión y visión y comunicar sistemáticamente a los miembros del
equipo para que la entiendan y compartan, ya que de lo contrario, generarás desconfianza y por lo tanto, malos
resultados en tu equipo.
4. Realizar grandes
proyectos y obtener resultados
Muchos libros sobre liderazgo y entrenadores hablan de los
diversos rasgos que hay que exhibir para ser un gran líder, pero al final, todo
se acaba reduciendo a ser o no eficaz.
Antes de analizar si dispones de las competencias ideales
para dirigir, analiza si tu trabajo está dando los frutos que necesita la
compañía más allá de lo económico. Si la respuesta es positiva, quizás es que
ya dispongas de muchos de los rasgos
socio-emocionales que caracterizan a un buen líder.
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