Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

jueves, diciembre 31, 2015

Consejos para ser un buen jefe sin importar lo ocupado que se encuentre

La CEO de una empresa del mundo de la moda reconoce cuáles son sus errores más comunes en el manejo del personal y propone medidas para mejorar la relación.

Esta semana que pasó me llamó la atención algo mientras leía los correos electrónicos de mis empleados. Todos parecían tener algo en común: había un tono un poco nervioso, demasiado deferente. Recién entonces advertí que en el último mes me había visto absorbida por una tormenta de tareas operativas: nuevas contrataciones, concretar contratos, trabajo con los departamentos de legales, ventas y contable. Debo haber estado dando la impresión de que no era momento de molestarme.

De pronto advertí que sin darme cuenta estaba aterrorizando a mi equipo. Para mi alarma vi que el cambio había ocurrido bastante rápido. Mi siguiente pensamiento fue: "¿Cómo arreglo esto rápido?" Cuando creé mi compañía mi meta era generar una cultura en la que todos realmente quisieran venir a trabajar, incluyéndome. Nunca quise que un empleado sintiera que no le importa a la compañía. Me prometí que nunca habría nadie parado en la entrada por la mañana temiendo pasar la puerta. No debería haber comentarios por lo bajo acerca de las malas acciones de los jefes.

Tuve la suerte de no haber pasado por demasiadas experiencias de ese tipo cuando trabajé para otros, pero sí las suficientes como para saber lo mal que se siente.

Creo que fue Maya Angelou que escribió: "La gente olvida lo que uno dijo. La gente olvida lo que hiciste. Pero la gente nunca se olvida de cómo la hiciste sentir".

Teniendo eso en mente se me ocurrieron estas cinco estrategias para volver a estar en contacto con mis empleados, no importa lo ocupados que estemos.

1. Leer a fondo el correo electrónico

Trabajar directamente para un CEO puede poner nervioso a cualquiera. Si alguna vez lo hizo, probablemente recuerda cómo escribía cuidadosamente sus correos para dar sólo la información esencial del modo más directo y nada entorpecedor. Póngase en el lugar de sus empleados. El correo electrónico se supone que es una forma concisa de comunicación, pero eso no es excusa para una respuesta áspera o un tono cortante. Tómese el tiempo para que le importe cómo suena y lea atentamente los correos de la gente de su equipo. Sea que tenga que empezar a trabajar más temprano, separar un tiempo para eso o verlos al final del día luego de terminar con otras tareas es imperativo que sus empleados sepan que no le hablan al vacío ni corren el riesgo de que los callen si alzan la voz.

2. Tomarse el tiempo para hablar

Quedan muchas cosas sin decir mientras los CEO corren de reunión en reunión y de llamada en llamada todos los días. Personalmente pienso en estas cosas por la noche y trato de ver lo que no alcancé a hacer durante el día. ¿Qué debo hacer sobre esto? ¿Debo hablar con esa persona? ¿Cómo debo manejar esta cuestión caliente? Si se tiene que abordar un tema con un empleado, el tiempo de espera es un factor esencial. Si espera demasiado la falta de comunicación puede tener un efecto canceroso. Comentarán sus preocupaciones con otros empleados y puede hacer caer la moral del personal.

Los miembros del equipo pueden terminar sintiéndose innecesariamente inseguros respecto de su situación. Y eso afectará a su vez su desempeño diario.

Cumpla con la regla de los dos días. Si se necesita hablar con un empleado sobre un asunto importante propóngase hacerlo en 48 horas. Esto sólo vale para asuntos importantes, no menores, y es su tarea saber si es importante. Alabar es tan importante como la crítica constructiva. O puede ser simplemente tomarse el tiempo de decir: "Sé que esta cuenta es difícil. ¿Tiene alguna duda o ideas que debiera conocer?" Esas conversaciones harán saber a su equipo que está presente y le importa lo que le pasa.

3. Otorgar el apoyo que necesita el equipo

Si su equipo parece golpeado o inseguro de cómo proceder, dé un paso atrás y vea si necesita recursos o apoyo adicional. Si es así no tarde en implementarlo. No es difícil conseguir capacitación efectiva en la era digital. A veces los tutoriales de video o los cursos de capacitación online pueden ser herramientas útiles para superar un problema técnico. Si invierte temprano en el tiempo y los materiales para capacitar a sus empleados adecuadamente podrá responder a problemas más adelante.

4. A las trincheras con su equipo

Al crecer la compañía lo último que quiere es quedar desconectado del trabajo diario. No importa que se encabece un negocio de servicios, una compañía minorista, una operación de remoción de basura. Tiene que saber cómo se siente hacer el trabajo duro. Y tiene que hacerlo regularmente. ¿Por qué? Por empezar es su negocio y tiene que ver dónde puede haber agujeros. Además, su equipo verá que se mete en el barro y sabe con qué se las tienen que ver. Desde mi punto de vista, lo peor que puede hacer un CEO es no entender el trabajo que hace el empleado en el nivel más bajo de su empresa.

5. Reconocer cuando se estuvo mal

Los empleados que trabajan para mí saben que rara vez digo las palabras "lo siento" en la empresa. A menos que considere que yo o alguien de mi equipo realmente hizo algo muy mal, tiendo a no pedir disculpas. Pero hay excepciones. En algunas oportunidades reuní a mi personal y les dije: "Escuchen, tuve una mala semana y quiero que sepan que no tuvo nada que ver con ustedes. Soy humana y hay cosas que me aumentan el estrés". Hubo momentos en que me disculpé por ser demasiado cortante con una de mis mejores empleadas por correo electrónico, diciendo: "Siento que te ladré. Es tarde. Siempre sos responsable y debí saber que tenías todo resuelto". Y ella me respondió alegremente.

Reconózcalo a su equipo cuando comete un error serio. ¿Por qué me disculpé en esos momentos, pero no en otros? Porque ser descortés con un miembro del equipo no es un "asunto de bajo perfil, no importante". Importa mucho como interactúa con sus empleados. Trate de recordar cómo se siente cuando un empleado sabe que usted como jefe de la compañía está equivocado.

Enfrente la situación. Sus empleados lo respetarán por ello y su compañía se fortalecerá.

miércoles, diciembre 30, 2015

5 habilidades que van a ser obsoletas en 2016

El cambio cultural y tecnológico va a desterrar algunas habilidades que hace un puñado de años parecían imprescindibles y eternas.

Que la única constante es el cambio bien lo saben los que trabajan en marketing, diseño o cualquier área de ciencia o tecnología, eso no dice nada, lo que sí es novedoso es la velocidad de ese cambio. Podemos estar en el precipicio de una serie de cambios provocados por el uso de la tecnología que dejaría obsoletas una serie de habilidades que hasta hace poco parecían perennes e imprescindibles.

Lo que sigue es una lista de habilidades para la vida y sociales que, gracias a la tecnología, pueden ser, si no obsoletos, sostiene por su vida en 2016.

Escribir en cursiva y a mano

¿Cuándo fue la última vez que alguien se vio en la situación de tener que escribir un texto más o menos largo a mano? ¿y en cursiva?. Esta habilidad antes era más que necesaria. Era vital porque, después del encuentro cara a cara, era la única forma de comunicarse. Pero las nuevas generaciones difícilmente necesiten de esta habilidad fuera de la educación primaria y secundaria. Hoy, cuando queremos comunicar escribimos, y no sólo en nuestras computadoras portátiles. Somos expertos en typear en un smartphone, en mandar mensajes de voz y en comunicar con emoticones. Saber escribir bien a mano y en cursiva va a ser tan útil como saber buen latín dentro de algunos años.

Saber cómo enviar una carta

En su momento, saber enviar una carta era una herramienta útil. Hoy, como todo sabemos, el mail reemplazo la carta por completo. Pero no termina ahí. Enviar mails o cartas, como invitaciones de una boda y avisos de otros eventos importantes, no están más allá de la influencia de la tecnología. Esto, también, está siendo superado por Facebook y por distintas aplicaciones y servicios que permiten hacer lo mismo pero de manera más sencilla y eficiente.

Saber leer un mapa

La llegada de los mapas virtuales podría haber significado un avance en la comprensión de los mapas y los métodos de localización, pero pasó exactamente al revés. Cuando recibimos las direcciones desde las aplicaciones favoritas como Google Maps, ¿no solemos mirar las indicaciones y hacer caso omiso de los mapas? ¿Cuántos recordamos bien el uso de los parámetros de latitud y longitud? ¿Qué pasa con la escala que generalmente aparece en los mapas? Se podría utilizar eso para calcular visualmente la cantidad de millas que se encuentra entre la ubicación y su destino y elegir el camino, pero solemos dejar que la aplicación nos guíe. No bastó con tener el mapa virtual para verlo cuando queramos, Google Maps nos dice también cómo ir así que ¿de qué sirve saber leer el mapa si se pueden seguir las simples instrucciones del GPS?

Saber buscar en una biblioteca

Saber ubicar algo en una biblioteca es un arte que está dando sus últimos suspiros para la gran mayoría. Si bien muchas bibliotecas convergieron con la tecnología y, por ejemplo, digitalizaron sus bases de datos, siguen siendo más difíciles de usar que una búsqueda correcta en Google y por otro lado tampoco podemos asegurarnos la disponibilidad de una copia física de un libro; un problema que las versiones digitales nunca van a tener. Saber cómo googlear va a ser la habilidad que reemplace a saber bucear en una base de datos de una biblioteca.

Relaciones cara a cara

Toda comunicación tiene códigos que hay que conocer para que dicha comunicación sea efectiva. Los de la comunicación cara a cara, tradicional, ya no van a tener tanta utilidad. El avance tecnológico es realmente un desafío para los que no son nativos digitales, porque los obliga a aprender a comunicarse nuevamente pero en lenguaje digital. Las habilidades sociales del cara a cara van a ser reemplazadas, en parte, por las relaciones monitor a monitor. ¿Cómo me tengo manejar en una red social?, ¿cuáles son los códigos de conducta de Facebook y de Reddit? ¿Son lo mismo? Esas van a ser las preguntas importantes.

martes, diciembre 29, 2015

Argentina SA, los primeros 100 días de su CEO

Hay una presión social muy fuerte respecto de que los primeros 100 días de un presidente, sea este de un país o una organización, tienen que ser exitosos y que son el termómetro de la actuación futura del líder. Hay mucho escrito sobre cómo abordar desde la posición de CEO la tarea de los primeros tiempos. Sobre la función de un presidente sobran anécdotas pero falta profundidad en cómo encarar el tema. Entonces, ¿con qué desafíos se encontrará un presidente en estos 100 días? ¿Cómo abordar el tema desde el estilo de liderazgo?

Los retos iniciales más comunes son la presión del tiempo y la curva de aprendizaje ya que hay que tomar muchas decisiones con presión y sin el conocimiento preciso de los resortes del Estado y las inercias que éste podrá generar. Luego, la necesidad de controlar el legado que deja el predecesor. Y si éste ha tenido malos hábitos y actitudes hostiles dejando un campo minado expresamente, ese control es crítico. Y finalmente, aunque tan importante como lo anterior, la calidad del equipo directivo que confrontará junto al líder el reto de sobrevivir los primeros 100 días.

El primer mes es clave ya que marca el tipo del liderazgo que se impondrá. Es indispensable que el Presidente muestre una visión clara del futuro, de lo que quiere en diferentes momentos. Es fundamental que reinvente el estilo de liderazgo de su antecesor para no quedar pegado a ese estilo o para marcar la diferencia. Además de la visión, el nuevo líder debe tener capacidad de aprender rápido tanto de los temas que hacen a la administración como del juego político que deberá llevar a cabo.

Ser realistas y comunicar los problemas es otra virtud en los primeros 100 días. El realismo no es solo sinceramiento, también permite entender las bases para poder trabajar. La comunicación transparente colabora en acercar al líder a la gente, y a la gente a la realidad de la administración.

No encerrarse, salir y tener contacto con la realidad es también importante para que la imagen del líder no se deshumanice.

El trabajo presidencial requiere en los primeros 100 días una gran cohesión de los que están involucrados en las decisiones críticas, por lo que alinear al equipo, demostrar consistencia en las decisiones y generar una imagen de un equipo productivo y de alto profesionalismo es prioritario.

Al final de los 100 días el líder debería contar con logros que definan su carácter y estrategia. También tiene que poder evaluar sus errores entendiendo qué estuvo mal o qué podría haber estado mejor. Finalmente, encontrar tiempo para el análisis y la reflexión de lo que hace falta acomodar, para que todo funcione mejor

Andrés Hatum, es PhD. Escuela de Negocios, Universidad Torcuato Di Tella

lunes, diciembre 28, 2015

Gestión del cambio: 10 principios a desaprender

1. El error es un desastre, aprendamos para no equivocarnos
El error es la mejor forma de aprendizaje sólo si estamos preparados para aprender de ello. El error es magnífico si aprendes, si no es negativo. Nuestro cerebro necesita desaprendizaje pues es la única forma de avanzar y en buena parte leer inteligentemente de nuestros errores o de los errores de los demás

2. Las S.A. son empresas racionales, guiadas por métricas y resultados
Reconsideremos lo que sabemos sobre la empresa. Ha llegado el fin del paradigma de las empresas Sin Alma donde los números son lo que vale. La Innovación es gestión del cambio. Las empresas y las personas son más emocionales que racionales. El éxito de la gestión del cambio es gestionar emociones el alma de las personas y de las organizaciones, su parte no  racional.

3. El dolor organizativo es algo negativo que debemos evitar
La necesidad del cambio es condición necesaria para el desaprendizaje. La necesidad del cambio que es el principio del cambio exige que las personas entiendan por que deben salir de su zona de confort. Not pain, No gain. Nuestro cerebro no está preparado para el cambio, sino para construir hábitos, desaprender es deshacer hábitos. Preguntarse ¿por qué? sufrir un duelo, suele ser una forma de cambio muy frecuente.

4. EQUIPO: El talento de las personas es la fuerza de mi equipo
Las empresas premiamos el talento de cada persona, las organizaciones hemos creado durante décadas sistemas que potencian lo individual,…. Pero esto ya no basta, la innovación requiere más del talento colectivo, el talento individual es una premisa pero no es suficiente. El éxito es la inteligencia colectiva. El talento Colectivo es el nuevo foco de la competitividad.

5. La creatividad es para personas especiales, un don profesional
La creatividad es la base de la innovación y la gestión del cambio. Es conectar ideas y el equipo es básico, juntar personas y equipos es la única forma de avanzar. La creatividad es el producto más simple y sencillo de conseguir sólo es necesario Transversalidad, la diferencia, crear condiciones, espacio de intercambio y sistematizarlos.

6. La principal dificultad de la comunicación es acertar con el mensaje
Es cierto que no solemos comunicar suficiente ni de forma segmentada, ni en tiempo,…. Pero esta no es la parte más difícil de la comunicación. Innovar es escuchar. La principal dificultad de la comunicación es escuchar nuestro cerebro no preparado para escuchar. Si escuchamos comunicamos bien. La dificultad de comunicar es escuchar. Escuchar es la clave del éxito.

7. Virtualizar el proceso innovador es una buena herramienta
La virtualización de la innovación no es sólo una herramienta supone un nuevo paradigma, una nueva forma de entender que es la innovación. La innovación en red es un nuevo paradigma que parte de  entender a la organización cómo una redarquía hiperconectada, no es una metodología o herramienta informática. La virtualización produce efectos que cambian la forma de gestión empresarial y crean una nueva forma empresa más creativa, más adaptativa. La organización funcional ha muerto.

8. La clave del éxito para gestionar la innovación es: Idea, Plan y Estrategia
La creatividad es necesaria, nuestra organización necesita de espacios creativos,… Pero a pesar de esto está no es la parte más compleja de la innovación. Las buenas ideas están sobre valoradas, la dificultad está en la ejecución. La ejecución es detalle, es gestionar emociones, es gestionar el cambio. Los fracasos en la innovación se producen en el detalle, lo micro, en entender los detalles

9. La innovación se produce cuando las organizaciones cambian
Las buenas ideas y la gestión del cambio no consiguen que las organizaciones cambien. Las organizaciones no cambian, cambian las personas. Entender de innovación es ser experto en desempeño, en competencias en emociones, en resiliencia, en sus valores y lo que hacen. Mirar desde lejos es necesario pero insuficiente, el motor del cambio es el cerebro de cada persona de nuestra organización.

10. Los innovadores excelentes son expertos en procesos de innovación
El cambio es liderazgo que tienen componentes técnicas, experienciales, emocionales y espirituales. La técnica es necesaria pero no suficiente. La esencia del agente de cambio es espíritu y servicio. Nuestras creencias, motivos y valores es lo que impulsa al cambio. Además de trabajo en equipo, visión estratégica o orientación a resultados hay que añadir: coraje, pasión por aprender e inconformismo. Los agentes de cambio son buenos líderes.

domingo, diciembre 27, 2015

El principal problema es la inactividad

Concluido el mandato del gobierno saliente emergen los pasivos ocultos. Aunque la manipulación de las estadísticas oficiales genera dudas en materia laboral, la peor herencia no es el desempleo sino la alta y creciente inactividad laboral, según Idesa.

Muchas mujeres adultas y jóvenes, que podrían trabajar, no lo hacen por la falta de oportunidades y aletargadas por la proliferación del asistencialismo. Para revertir el fenómeno se requiere capacidad de diálogo, audacia política y profesionalismo, analiza el Instituto de Desarrollo Económico y Social Argentino (Idesa), en su informe número 630.

Una señal auspiciosa es la decisión de normalizar el INDEC. El problema arrancó cuando en 2007 el gobierno apeló a manipular la medición de la inflación con la confesa intención de pagar menos intereses de deuda pública. Como era previsible, la burda acción demolió el crédito público y degradó el sistema de estadísticas oficiales.

Las maniobras de este tipo se multiplicaron y cayó en picada la credibilidad.

En este marco, los últimos datos de desempleo difundidos por el gobierno, antes de dejar el poder, señalan que la tasa de desempleo habría caído a menos del 6% de la población activa en el 3° trimestre del 2015, el nivel más bajo desde la década del ?80.

La sospecha es que se trata de otro acto de propaganda oficial más que de un indicador fiel.

Reconstruir el sistema estadístico oficial y arreglar las consecuencias de haber querido cambiar la realidad con la manipulación demandará tiempo e inteligencia. Entretanto, habrá que extremar los recaudos para diagnosticar correctamente en base a la limitada y poca confiable información disponible.     

En relación al mercado de trabajo, además del desempleo, es muy importante observar la tasa de participación laboral. Según los datos del INDEC, entre el 2° trimestre de 2004 y el mismo período de 2015, se observa que:

  • En la población con entre 20 años y la edad de jubilarse la proporción que trabaja o busca trabajo pasó de 78% a 75%.
  • Entre las mujeres entre 30 y 59 años, la participación laboral pasó de 67% a 66%.
  • Para los jóvenes de entre 20 y 30 años, la participación laboral pasó de 73% a 65%.

Estos datos señalan que el grueso de los problemas laborales no está constituido por el desempleo (es decir, personas que buscan trabajo y no lo encuentran) sino en la alta y creciente inactividad laboral (es decir, personas en edad de trabajar que no lo hacen ni manifiestan intenciones de hacerlo).

Actualmente, 1 de cada 4 personas de entre 20 años y la edad jubilatoria no participa del mercado laboral. El fenómeno se agrava entre las mujeres y los jóvenes donde 1 de cada 3 personas elige la inactividad laboral.

Que la inactividad laboral sea tan alta entre las mujeres adultas y los jóvenes refleja comportamientos propios de sociedades más atrasadas y conservadoras con fuerte preeminencia masculina.

El núcleo central del mercado de trabajo son los varones entre 30 y 64 años de edad con tasas de actividad del 93%, mientras una gran cantidad de mujeres adultas quedan relegadas a las actividades domésticas y los jóvenes sólo a estudiar, ayudar en el hogar o no hacer nada.

Muchos factores explican este fenómeno, pero uno de particular importancia es la forma en que se instrumentó la política asistencial de la última década. Defectos en el diseño y la administración de las pensiones no contributivas, la Asignación Universal por Hijo y el PROGRESAR, entre las intervenciones más relevantes, inducen a la inactividad laboral entre las mujeres y jóvenes en edad de trabajar.

La inactividad laboral cercena oportunidades de progreso. Lo hace en el plano individual, familiar y colectivo. En los hogares donde, además del varón jefe de hogar, también trabajan la pareja y los jóvenes en edad de hacerlo, el ingreso per cápita es más alto.

Más importante aún es que cuando las mujeres participan del mercado laboral la maternidad tiende a postergarse, la tasa de fecundidad a reducirse y, con ello, se abren nuevos horizontes de oportunidades laborales y profesionales para ellas. En el mediano plazo esto se traduce en mejor educación de los hijos.

Por eso, en materia social, el principal desafío es alentar entre las mujeres adultas y los jóvenes la cultura del trabajo.

Activar laboral y productivamente a estas personas requiere un entramado muy bien coordinado de políticas públicas.

Incluye replantear la política económica (para generar crecimiento de la producción), la política laboral (procurando instituciones laborales que estimulen la generación de empleos de calidad y no discriminen a los jóvenes y las mujeres), la política educativa (promoviendo la educación para el trabajo) y la política asistencial (cambiando la cultura de la dádiva por la de la acción para el progreso personal). Para ello se requiere diálogo, audacia política y profesionalidad.

sábado, diciembre 26, 2015

Tres maneras prácticas de evitar quemarse en el trabajo

Centrarse en cómo atajar los síntomas de agotamiento antes de que te acaben pasando factura es la clave.

Cualquiera que haya estado en el mismo puesto de trabajo durante muchos años puede encontrarse con la sensación de estancamiento o agotamiento, lo que se llama "quemarse en el trabajo". Los síntomas son claros: ya no se siente la pasión por el trabajo y se nos antoja algo nuevo y emocionante. Esta es una cuestión que esta semana Samuel Edwards ha llevado hasta las páginas de Inc.com.

Seguir adelante e intentar conseguir un nuevo cargo, incluso un cambio de carrera, puede ser una opción, pero a veces no es tan sencillo. En ese caso, es necesario centrarse en la manera de atajar los síntomas antes de que este de fin a tu carrera.

Edwards explica que "cuando aparece el agotamiento, la productividad disminuye, la energía se derrumba, la motivación desaparece y es posible que uno comience a sentirse cínico, resentido e incluso desesperanzado". Si experimentas estas emociones durante semanas o meses, es cada vez más probable que cedas a la presión y tomes decisiones precipitadas o erróneas, como renunciar a tu trabajo y abandonar.

Entre las causas más frecuentes que llevan a los profesionales a quemarse en su lugar de trabajo destacan la repetición de tareas una y otra vez, percibir un salario insuficiente por el trabajo realizado, un mal ambiente de trabajo, las no posibilidades de desarrollo profesional, una situación de estrés sostenida en el tiempo, entre otras, pero lo que Edwards destaca al final de su artículo son tres consejos para prevenir esta sensación de estar quemado en el trabajo. ¡Toma nota!

¿Cómo evitar el hundimiento?

  • Utiliza tus días de vacaciones y huye de hacer como los estadounidenses, que utilizan tan solo el 51% de los días de vacaciones a los que tienen derecho. Debes aceptar que tomarse unos días libres, no atenta contra tu ética en el trabajo o tu profesionalidad. Los días de vacaciones se han diseñado para ser utilizados, así que si todavía te quedan días úsalos para descansar y desconectar. Tomarse un respiro permitirá que tu mente se recupere tras una época estresante, te ayudará a reponerte físicamente y disfrutarás de más vida social.
  • Modifica tu rutina. A veces, evitar el agotamiento es tan simple como cambiar tu rutina o aquello que te rodea. Edwards plantea: "Si estás trabajando en el mismo cubículo durante 40 horas a la semana, 52 semanas al año, durante años, ¿realmente esperas mantenerte con energía?".
  • Comunícate con tus superiores. "A pesar de lo que puedas pensar -afirma Edwards-, tus superiores no existen con el único propósito de hacer tu vida miserable. Cualquier gerente decente sabe que los empleados felices son empleados productivos... y eso tiene un impacto positivo en la rentabilidad y la reputación de la empresa." Así que, ante el más mínimo indicio de agotamiento, reúnete con su responsable para hablarle de cómo te sientes y si tiene alguna idea para atajar los síntomas de la fatiga. 
Fuente: Equipos yTalento

jueves, diciembre 24, 2015

¿Por qué les cuesta tanto a las PyMEs competir?

Las PYMEs sufren en muchos casos la presión y dura competencia de las grandes empresas que actúan en mercados abiertos, gozan de economías de escala y tiene un mayor poder financiero. 

Para asegurar su supervivencia pueden optar por estrategias diversas:
  • Ofrecer un producto de gran calidad o servicio de excelencia y competitivo.
  • Ocuparse de actividades donde sea difícil obtener economías de escala.
  • Potenciar la relación con el cliente brindando no solo una buena atención si no también asesoramiento.
  • Insistir en la permanente creatividad e innovación de la actividad.
  • Estar atento y no desaprovechar las oportunidades de crecimiento. 
En suma, las PYMEs deben abandonar la típica posición de confort del negocio familiar que dificulta la aplicación de nuevos procedimientos y planes de diversificación, siendo fundamental que tengan la flexibilidad suficiente para responder a los cambios en la demanda.

La elección de la estrategia que adopte la empresa conlleva un profundo análisis de sus puntos fuertes y débiles. Además, en un mercado cada vez más competitivo, estará estrechamente relacionada con sus esfuerzos de inversión en I+D+i. 

Estas estrategias persiguen en principio asegurar la supervivencia de la empresa o defender su posición competitiva para, una vez consolidada, mejorarla y acrecentarla.

La empresa argentina en este aspecto sufre un enorme retraso, a la vez causa y consecuencia de una excesiva dependencia tecnológica del exterior. La economía argentina invierte más en la adquisición de tecnología en el exterior que en I + D (Investigación y Desarrollo), estamos hablando de inversión privada. 

En cuanto a las PYMEs, la diferencia es aún mayor, ya que:
  • Están poco concientizadas de la importancia de la I+D.
  • Sus recursos financieros son escasos.
  • Carecen de recursos humanos (RRHH) especializados.
  • Las infraestructuras científicas y tecnológicas son insuficientes.
Claudio Zambito

miércoles, diciembre 23, 2015

Se pueden mejorar las mañanas en 5 pasos

En el período de vacaciones es especialmente difícil mantener una actitud proactiva y más aún si se intenta acompañar con una rutina de trabajo productiva. La clave empieza apenas sale el sol.

Entre el poco auspicioso clima, las vacaciones y el cansancio acumulado del año es difícil mantener la productividad y los buenos ánimos en esta época del año. Afortunadamente, con un poco de planificación y cinco sencillos pasos se puede sacar lo mejor del día. Pero hay que empezar temprano.

Planificación y preparación

Es muy recomendable preparar las tareas más importantes del día con antelación. De preferencia, el día anterior antes de irse a dormir. Preparar y planificar, al menos en parte, las tres o cinco tareas más importantes del día permite que cuando comienza el día ya tengamos la mente enfocada en lo mínimo y necesario que hay que hacer en el día para poder decir que fue productivo. No hay nada mejor que levantarse y saber que se tienen al menos en mente las tareas más acuciantes de día ya diagramadas.

Limpieza mental

¿Alguna vez sentimos que tenemos demasiados pensamientos sin resolver dando vueltas por nuestra cabeza antes de ir a dormir? Si esto suena familiar y estamos constantemente tratando de despejar la mente antes de dormir, se puede considerar volcar todo eso en un diario. Existe evidencia de que la escritura tiene beneficios para el cuerpo, el proceso de documentación de los pensamientos puede liberar la mente para pensar en otras cosas, menos estresantes. Al día siguiente por la mañana, se puede usar su cerebro para pensar en nuevas ideas, y el diario para recordar cualquiera de los asuntos sobrantes que fueron importantes.

Elegir el atuendo del día de antemano

Cuanto más se consigue hacer antes de dormir, menos se tiene que hacer por la mañana, ¿no? Si dedicamos una mínima fracción del día anterior a chequear el clima del día siguiente antes de acostarse, se puede seleccionar la ropa de antemano y ahorrar el tiempo que se hubiese gastado hurgando, medio dormido, el armario.

Limpieza de mochila, maletín o cartera

Un día normal empieza con una mochila, un maletín o una cartera que tiene solamente lo que vamos a necesitar en el día, ya sea nuestro celular, dinero o tarjetas personales. Al final del día, va a estar lleno de cosas innecesarias que fuimos recolectando durante el día y ni siquiera nos dimos cuenta: vueltos de compras desordenados, monedas, tickets de compra, etcétera. Una excelente forma de empezar bien el día es limpiar el maletín y los bolsillos antes de salir, tirando todo lo innecesario a la basura. Esto nos permite tener todos los elementos vitales a mano y no tener que pensar en si olvidamos o no la llave.

Irse a dormir relajado

Sí, parece más fácil decirlo que hacerlo. Pero no tiene por qué ser un suplicio terminar el día con una actividad placentera. La mejor forma de relajarse es dedicar un poco de tiempo a nuestra actividad favorita antes de ir a dormir o apenas comienza el día. Puede ser leer un libro antes de dormir o simplemente regalarse quince minutos para leer el diario por la mañana. Terminar el día de forma placentera nos asegura una noche de buen dormir y empezar el día con tranquilidad ayuda a encarar el resto del día con motivación.

martes, diciembre 22, 2015

Consejos para aumentar la productividad de tu equipo

Poner a los trabajadores en su lugar adecuado y apostar por la tecnología y formación son las recomendaciones del CEO de Hays.

La productividad sigue siendo una preocupación creciente entre los líderes empresariales, políticos y economistas, según el CEO de Hays, Alistair Cox. La respuesta, señala, podría estar en la creación de una relación simbiótica entre los empleados y las herramientas y tecnología que se les prestan.

El crecimiento de la productividad se desaceleró entre los países más desarrollados durante la crisis económica, lo que llevó a muchos ejecutivos a preguntar por lo que está creando el estancamiento y cómo se puede abordar el problema. Para resolver el rompecabezas de la productividad, Cox sugiere las siguientes recomendaciones:

1. Poner a las personas adecuadas en el lugar adecuado: Según Alistair, las organizaciones deben asegurarse de que tienen las personas adecuadas en el lugar que se merecen y que tienen una comprensión clara de los objetivos de la empresa. Si una fuerza de trabajo comparte la misma visión que su compañía, se sentirá parte de la empresa y mostrará sus mejores habilidades.

2. Tecnología y formación: Tecnología y formación permiten a los empleados trabajar con más inteligencia que dificultad. Alistair indica: "Aquí, en Hays, hemos invertido en tecnología de última generación en la oficina, pero también hemos implementado nuevos programas de formación de productividad diseñados para equipar a los gerentes y consultores con las habilidades y conocimientos para ayudar a evaluar los equipos, sacar el máximo provecho de los datos y planificar mejor su tiempo".

Proporcionar a una fuerza de trabajo motivada las herramientas para tener éxito y trabajar con eficacia y eficiencia es clave para abordar la cuestión, de acuerdo con  Alistair Cox. "El enfoque y la unidad deben proceder de la parte superior de la empresa directamente a través de toda la organización, asegurando a toda la fuerza de trabajo un planteamiento claro de lo que la empresa quiere lograr e inspirándolos a trabajar lo mejor que puedan”.

Alistair añade por su propia experiencia que “el truco para aumentar la productividad radica en la creación de una relación simbiótica entre las personas y las herramientas y la tecnología que les proporcione a hacer mejor su trabajo. Proporcionar talento con las herramientas adecuadas, en particular, dándoles la tecnología adecuada y la formación para ser aún más eficaces en su trabajo, es fundamental si se quiere ganar en el juego de la productividad".

lunes, diciembre 21, 2015

Los 10 Problemas en la gestión del Cambio y cómo solucionarlos

“Nunca olvides que todo comenzó…. cuando dibujé un simple ratón”. Walt Disney

Hace un tiempo atrás me atreví a intentar explicar la gestión del cambio de personal como la del cambio personal, es decir de nosotros mismos.

El mundo de la gestión del cambio es a menudo difuso para algunos directivos. Claro sabemos que significa, pero lo que sucede cuando una serie de cuestiones de gestión del cambio viene sobre nosotros y no tenemos ni idea de cómo lidiar con el problema.

¿Qué es la Gestión del Cambio?

En pocas palabras, la gestión del cambio significa cuando algo, un proceso, un nuevo edificio, nuevas ideas, nuevos espacios de trabajo, cualquier cosa nueva dentro de nuestros cambios en la organización, es necesario que estemos preparados para la resistencia o cambiar la negatividad, porque como decimos, la gente no hacemos como el cambio como realmente lo quisiéramos hacer.

Cuando se trata de cuestiones de gestión del cambio, es necesario examinar la cuestión en sí, la persona y, a continuación, encontramos el camino correcto para corregir el problema.

Los puntos mejores que nos podríamos hablar sobre el cambio son:

1. El cambio en el timón de mando.

Si nosotros traemos un nuevo líder, nos esperamos que tenga una gran cantidad de resistencia en cuanto al cambio nos referimos, sobre todo si algunos trabajadores sienten que deberían haber sido elegidos para el trabajo. Para lidiar con esto, debemos reunir a nuestro grupo primero y explicar por qué hemos elegido a la persona, explicar lo que va a ser capaz de ofrecer, cómo se va a hacer para que todos sus puestos de trabajo sean más fáciles. Para aquellos que todavía se resisten, el nuevo líder y nosotros hablaremos individualmente con cada persona.

2. La comunicación o la falta de la misma.

Este es uno de los mejores puntos de la gestión del cambio, ¿cómo puede producirse cuando hay una falta de comunicación? ¿Cuándo se produce un cambio o está a punto de ocurrir realizamos la comunicación interna de la empresa en todos sus niveles? Si los procesos, procedimientos, gestión, o incluso el rediseño de un espacio de trabajo nunca son comunicados a los empleados o personal, que se enfrentará a efecto la ira y la resistencia. No importa cuánto de grande o pequeño pueda llegar a ser el cambio, si los trabajadores se quedan fuera o no son conscientes del cambio, puede ser muy perjudicial. Establezcamos una buena forma de comunicación en toda la empresa para utilizarla con el fin de anunciar el cambio y dar a los empleados la oportunidad de hacernos preguntas.

3. Esto es cómo lo queremos hacer ahora.

Algunas empresas pueden estar tan frustradas por los esfuerzos de los empleados que se inventan un sistema completamente nuevo basado en quejas de los clientes o en los mismos clientes. Ejemplo “Proyecto Experiencia del cliente: buscando la experiencia excelente del cliente o lo que es lo mismo, tenemos un nuevo jefe y este es nuestro cliente”. Esto podría ser una buena idea, siempre y cuando los empleados sepamos todos lo que está por venir. En este ejemplo, la teoría, sería que la empresa va a trabajar en función del cliente, lo que el cliente diga, para que esté contento, pero hay un inconveniente, uno el cliente no lo sabe, dos la empresa tampoco en toda su formación, así mismo, el tipo de cliente ha sido “engañado múltiples veces”, con un producto o servicio no acorde con lo que tenían acordado, podría dar muchos ejemplos de compañías que intentan hacer esto ahora mismo, desde el sector energético , pasando por la automoción, etc. Nunca debemos de lanzar un nuevo plan a nuestro equipo si decimos, “olvidemos forma vieja en al que hemos trabajado hasta ahora, así es como lo haremos ahora”, sin que explicamos el motivo del cambio, su objetivo y el resultado que en teoría pretendemos obtener, digo teoría, porqué luego a la práctica nos podemos encontrar que hayamos de hacer giros de timón, dado que los resultados pueden ser los que no deseábamos que ocurrieran, por eso hemos de estar atentos a toda su evolución, desarrollo, así como la mirada desde el ángulo más amplio en el sentido de ver las cosas desde fuera.

4. Situarnos bajo del tótem de la empresa.

Muchos gerentes o dueños de negocios se olvidan de informar al personal que se encuentran por debajo de ellos, por lo tanto hay un riesgo que al no informar que ciertos elementos no vayan a cambiar. A menudo, esto puede llevar a escuchar los comentarios del tipo, “que debería haber sido consciente del cambio.” ¿Cómo podíamos conocer el cambio si nunca nos lo dijo? No esperemos que los responsables inmediatos conozcan cómo afrontar el cambio de toda la empresa, es su trabajo y si pasan por alto el ponerse en la piel de los empleados a menudo caen en la situación que al no saber cómo comunicarse con ellos, este cambio no funcione. Desde arriba hacia abajo y desde abajo hacia arriba han de conocer el cómo, cuándo y por qué, es decir todos han de estar dispuestos en ponerse en todos los niveles, sobre todo los que están en la parte más alta.

5. El Cambio es rápido.

Otro de los temas principales de gestión del cambio está cambiando algo de forma demasiado rápida y no permitimos que nuestro grupo se acostumbre a la idea que hay que ir evolucionando desde que se produce, mientras dura, y hasta que se finalice. Si en la empresa o en el departamento estamos involucrados en grandes cambios, consideremos que hacer a la hora de provocar el cambio en etapas, para que todos podamos abrazar el cambio, así participaremos todos del mismo poco a poco.

6. No entrenamos ni nos formamos.

Si un cambio esperado requerirá una nueva formación y si nadie se ofrece u ofrece la formación, nos podemos encontrar con mucha resistencia para realizar dicho cambio. El entrenamiento de nuevas formas o técnicas dentro de una empresa es importante, especialmente si nosotros tenemos una edad de ancho generacional entre los trabajadores, quienes se comunican y aprenden de forma diferente. Diseñamos el plan de formación adecuado para evitar que tengamos este problema en un futuro.

7. El cambio no está funcionando.

Si el personal responde a la hora de cambiar de una manera negativa, implica que el cambio (o proceso) no está funcionando, preguntémonos ¿por qué creemos que no está funcionando? ¿Hay defectos en el modelo o modo de cambio que hemos intentado realizar? O, ¿estamos experimentando resistencia a cambio debido a la falta de comunicación? Antes que intentemos implementar el cambio, expliquemos que nos vamos a encontrar algunas rocas en la carretera, es decir, que no todo va ser fácil, que no todo va ser un camino lleno de rosas, que el camino que vamos hacer entre todos va a ser tortuoso y difícil pero no por ello nos vamos a desanimar a la primera de cambio. Expliquemos a nuestro personal que hemos planeado para cuando se produzca el cambio. Marquemos el plan de ruta, definamos, los posibles problemas, adversidades para que todos conozcamos que vamos hacer cuando estemos en frente de ellos.

8. La toxicidad está dentro del cambio.

Este problema de gestión del cambio es a menudo algo que solemos divulgar como si estuviera de vanguardia cuando se produce el cambio. Como que hemos de hacer el cambio sin saber el porqué pero está de moda, hacerlo, cuando a veces no es ni necesario, pero cuando es necesario hacerlo, nos podemos encontrar con un miembro dentro de todo el grupo de personas que forman la empresa o del grupo, que pueda estar generando problemas y mostrando sensaciones de odio hacía el cambio, mostrando impedimentos, cuestionando todo el rato para crear climas negativos, resistentes al mismo, este va a hacer todo lo posible para asegurarse de que todos los demás terminen por no aceptar el cambio también. Identificamos a estas personas y hablamos con ellos individualmente. Muy a menudo, no es el cambio; es otro problema, tal vez incluso un problema personal que tiene esta persona o estos grupos de personas.

9. Cuando el cambio es insípido.

Algunas empresas o departamentos quieren implementar el cambio y luego no lo siguen a través del procedimiento que hemos creado. La idea detrás del cambio puede haber sido pensado, pero la forma de aplicar el cambio puede no estar clara. Esto puede dar lugar a que todo el mundo sólo se fije en la manera que siempre se ha trabajado, a la antigua usanza, especialmente si los responsables y mandos intermedios, directores no refuerzan el cambio y permiten a los empleados que eviten el cambio, para luego no hacer nada al respecto.

10. Los Cambios no son totalmente aceptados.

El último punto sobre la gestión del cambio es determinar si un cambio será bueno o malo. Realmente es así de simple. Una buena idea sobre el papel puede no tener en cuenta el factor humano y, por tanto, no funcionar en absoluto, no importa lo bien que lo hemos pensado, reflexionado y planificado. El Cambio en cualquier área, no importa como sea de grande o pequeña, tanto el área como el cambio, discutámosla, hablemos, conversamos y hacemos participar a la gente dado que va a afectar a todos los niveles. Permitamos la entrada del personal y consideramos que la entrada con prudencia y compararlo con nuestro plan de modificación. A menudo, la idea de un competidor de cambio que trabajó no significa que va a trabajar para nosotros.

“Acepta los riesgos, toda la vida no es sino una oportunidad. El hombre que llega más lejos es, generalmente, el que quiere y se atreve a serlo”. Dale Carnegie

Gracias por leerme, por difundir, por disfrutar, y sobre todo que te haya ayudado.

Seguiré escribiendo, y aportando.

domingo, diciembre 20, 2015

10 errores que las personas inteligentes no cometen dos veces

“Cuando repetimos un error, deja de serlo y se convierte en una decisión”. Pablo Coelho

Travis Bradberry, autor de "Emotional intelligence 2.0", en la edición de forbes.com del 8 de diciembre, plantea que todos cometemos errores, pero no todos somos capaces de aprender de ellos. Muchas personas repiten los mismos fallos una y otra vez, ven que las cosas no salen bien pero son incapaces de averiguar la razón. 

Cuando nos equivocamos puede resultar duro admitirlo, porque si lo hacemos parece que estamos atacando a nuestra propia autoestima. Esta tendencia puede convertirse en un grave problema porque nuevas investigaciones han demostrado lo que el sentido común nos decía: el reconocimiento y aceptación de los errores es la única forma de evitar su repetición.

Investigadores del Laboratorio de Psicofisiología Clínica de la Universidad Estatal de Michigan han encontrado que las personas podemos adoptar dos tipos de reacciones ante los errores:

a).- Rígidas. Son las que dicen, por ejemplo: “Es inútil, nunca voy a ser bueno en esto”. Las consecuencias de esta actitud es que van a seguir repitiendo el error al hacer todo lo posible para ignorarlo.

b).- Abiertas y de crecimiento. Ante un error suelen decir: “¡Esto es un aviso¡ Tengo que averiguar qué hice mal para no repetirlo”, con lo que consiguen evitarlos y mejorar.

Las personas inteligentes no son inmunes a cometer fallos, pero utilizan técnicas para aprender de sus errores para  no volver a caer en ellos.

Los principales errores que hay que evitar tenemos:

1.- Creer en alguien o en algo que es demasiado bueno para ser verdad. Algunas personas son tan carismáticas que puede resultar tentador creer en todo lo que dicen. El resultado de seguirles ciegamente puede ser catastrófico. Las personas inteligentes hacen preguntas bien fundamentadas antes de implicarse porque son conscientes de que nadie, incluidas ellas, son tan buenas como parecen.

2.- Hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. Albert Einstein mantenía que era de locos hacer lo mismo y esperar un resultado distinto. Pero existen muchas personas que siguen pensando que pueden conseguir que dos más dos sean cinco. Las personas inteligentes, en cambio, sólo experimentan esta frustración en una ocasión y saben que si quieren obtener un resultado distinto deben cambiar su enfoque, aunque les resulte doloroso o complicado.

3.- No retrasar las gratificaciones. Vivimos en un mundo en el que todo es instantáneo. Las personas inteligentes son conscientes de que  la gratificación no aparece rápidamente y que el trabajo duro viene antes que las recompensas. Saben cómo utilizar este hecho para que les motive a lo largo del proceso para alcanzar la meta.

4.- Trabajar sin un presupuesto. Ajustarnos a un presupuesto, personal y profesionalmente, nos fuerza a hacer elecciones bien pensadas sobre  lo que queremos y necesitamos. Los presupuestos establecen una disciplina y ésta es la base del trabajo de calidad.

5.- Alejarnos de la visión global. Si nos centramos en trabajar duramente exclusivamente en lo que tenemos delante nuestro  podemos perder de vista la visión global. Las personas inteligentes analizan diariamente sus prioridades para tomar las decisiones adecuadas.

6.- No hacer “los deberes”. Todos hemos caído en ello en alguna ocasión y por ejemplo hemos acudido a una reunión importante sin prepararla. Las personas inteligentes saben que aunque podemos tener suerte alguna vez este enfoque puede evitar que alcancen su máximo potencial. No se arriesgan y entienden que no existe nada que sustituya a la diligencia y al trabajo duro y que si no hacen sus “deberes” nunca aprenderán nada.

7.- Tratar de ser alguien que no eres. Puede resultar tentador tratar de agradar a los demás siendo lo que ellos quieren que seas, pero a nadie le gustan las imitaciones y tratar de ser quienes no somos nunca puede acabar bien. Las personas inteligentes son conscientes de la importancia de la autenticidad para alcanzar el éxito y la felicidad.

8.- Procurar agradar a todos. Las personas inteligentes saben que es imposible contentar a todo el mundo y que lo único que se consigue es no agradar a nadie, por lo que toman las  decisiones que consideran correctas, no las que los demás quieren.

9.- Actuar como víctimas. Hay personas que intentan obtener ventajas haciéndose las víctimas. Las personas inteligentes se dan cuenta de que esto es una forma de manipulación y que los posibles beneficios se interrumpirán en el momento que los demás se den cuenta de ello.

10.- Tratar de cambiar a los demás. La única forma en que éstos van a cambiar es si tienen el deseo de hacerlo. Pero resulta tentador intentar cambiar a alguien que no quiere hacerlo, como si nuestras intenciones de que mejoren van a lograrlo, como lo han hecho en nuestro caso. Algunas personas hasta llegan a seleccionar a personas con problemas por el reto que suponen. Las personas inteligentes no cometen ese error más que una vez y procuran rodearse de personas positivas y genuinas y tratan de evitar a  las problemáticas que pueden desanimarles.

Como conclusión Bradberry plantea que las personas emocionalmente inteligentes tienen  éxito porque nunca dejan de aprender, tanto de sus aciertos como de sus fracasos y siempre procuran cambiar para ser mejores.

sábado, diciembre 19, 2015

Qué aporta la transformación digital a tu empresa

Curiosa paradoja la que me encuentro cuando hablo con una pequeña empresa sobre cómo abordar su transformación digital. Y es que muchas veces sucede que quien le presta sus servicios informáticos es quien con más fiereza la desaconseja. Tan llamativo me parece que quien mejor puede entender sus ventajas sea quien se cierra en banda, que no me resisto a bucear en los motivos. Y cuanto más profundizo, más veces me topo con el miedo. Porque todos, sin excepción, tenemos miedo a que alguien reemplace nuestra tarea, destruyendo con ella “nuestros garbanzos”.

Así que este post va por y para ellos, para decirles que los entiendo, que a mí también me pasa. Que no soy mucho de tocar lo que funciona. Que no me lanzo hambrienta a la última novedad que sale al mercado. Que me cuesta meterme a picar en otra mina, cuando tengo mi casa controlada y en orden. Y que, por supuesto, no me encanta que venga alguien a decirme cómo hacer las cosas mejor y sin mí.

Pero lo cierto es que cuando se acerca una ola a la playa, sólo cabe aguantar el revolcón o subirse a la tabla y disfrutar montado en ella. Y eso de la transformación digital, lejos de ser una moda, es un aro por el que todas las empresas van a tener que pasar. Salvo las que cierren antes, claro está.

La receta de la productividad es simple. O ganas más porque vendes a más clientes, porque lo de subir los precios no se lleva, o pruebas a reducir tus costes haciendo las cosas mejor. Porque reducirlos haciendo peor las cosas, que también es una opción, a la larga te traerá problemas. Y me temo que no hay más… salvo añadir que para cocinar este caldo, es imprescindible arremangarse y cambiar.

Te aseguro que cuando el dueño de un negocio se plantea incorporar la tecnología para mejorar su productividad, sigue contando contigo. De hecho, es a ti a quien pregunta y escucha. Y pensar que hacerle desistir de simplificar para reaprovechar sólo porque lo que hay funciona o por seguir conservando la tarea puede ser buena idea en el corto plazo, pero seguro que te hará perderla tarde o temprano. Porque si alguien se propone replantear su pyme incorporando servicios y aplicaciones digitales de productividad, también se replanteará si le merece la pena seguir pagándote cuando ya no eres acompañante en su viaje.

Las aplicaciones online solucionan el 90% de las necesidades del 70% de las pymes, sin infraestructura ni complicaciones. Tarde o temprano, esto que hoy sólo aún saben unos pocos, será vox populi en breve. Igual que pasó con el hardware en su día, el software gana en usabilidad y pierde en complejidad. Aferrado a ellos, dejarás de aportar valor.

Pero es que además las mejoras de la informática online en tu día a día son evidentes:

  • Ahorras en tiempos de gestión, porque te olvidas de la instalación y la puesta en marcha. Y también del mantenimiento. Sólo tienes que planificar tu instalación, que del resto se ocupa el proveedor. Si trabajas para varias empresas, es obvio que podrás atender a más clientes.
  • Gestionas desde cualquier ubicación. Ya no tienes que ir corriendo a casa del cliente. Le tendrás igual de contento tanto si puedes como si no puedes ir cuando te necesita. Puedes cambiar configuraciones y atender nuevas demandas desde donde te estés mejor, porque todas las aplicaciones incorporan capacidades de gestión remota.
  • Y lo mejor, nunca se rompen, ni en lo físico ni en lo virtual. Están infinitamente más “redundadas” y seguras de lo que podrías tenerlas en su ubicación actual. Pero eso no te da valor, sólo problemas y nervios.
  • Y no pierdes el control. Continúas al mando, porque alguien tendrá que impulsar y gestionar todo ese cambio. Un replanteo supone migraciones, de equipos, de aplicaciones y de modos de actuación. La forma de trabajar necesariamente va a cambiar, porque para eso te has metido en ese jardín.

Gestionar una transformación supone elegir proveedores gestionando con ellos la implantación de las nuevas “adquisiciones” y coordinar la ejecución de todo el proyecto, decidiendo qué va primero, analizando qué tareas de migración son necesarias… En definitiva, haciendo de cemento en esa nueva infraestructura a la que alguien tendrá que sacar el máximo partido, por muy en la nube que esté. Porque no siempre todo es tan “automático” y porque las personas que la van a usar siguen con los pies en el suelo y necesitarán formación y apoyo.

Si hay herramientas, incluso gratuitas, para hacer una web, ¿no es mejor contratarlas sin más y dedicar tu esfuerzo al contenido y la actualización constante del valor de esa web? ¿O dinamizarla contestando a los comentarios y opiniones de los clientes? ¿O buscar la manera de atrapar leads o pensar qué hacer con los datos que los clientes nos dejan en el formulario de contacto? Créeme, saber html5 no es ya una capacidad necesaria, pero acompañar a tu empresa y aportar valor en el desarrollo de su presencia en Internet es fundamental.

Y nunca se acaba, porque si algo no cambia ahora, mañana tocará ponerse las pilas de nuevo y atacar la modernización en otro frente. Tal vez no sea tan mala idea animarse a salir un poco de la zona de confort, liberándote del trabajo tedioso y manual para dedicar tu know how a ir por delante aprendiendo a sacar a estas nuevas capacidades el máximo partido.

Esta es de verdad la tarea que nunca va a hacer ninguna aplicación. La nube se planta ante ti como tu gran oportunidad. Anímate y súbete el primero a la ola de la transformación digital. Y si tus clientes aún no se han puesto a ello, ¿qué mejor oportunidad de fidelizarles que ser tú quien se lo sugiera?

viernes, diciembre 18, 2015

Si tu producto despierta los sentidos, venderás más

Descifrar la lógica de la decisión de compra es uno de los objetivos más perseguidos por los estudiosos del marketing. Su resolución parece, al menos de momento, una desafiante quimera, pero todo indica que somos menos racionales de lo que nos gusta creer cuando consumimos. Por fortuna para las marcas, poco a poco el neuromarketing y el llamado marketing de los sentidos van deshilando algunas de las conexiones que se activan cuando entramos en una tienda.

“La gente no razona, reacciona emocionalmente”, he oído a Eduardo Punset en un interesante documental, “Consumo, el imperio de los sentidos” de TVE, hablando del peso de las emociones en el acto del consumo. Lo cierto es que diferenciarse por producto en el mercado es cada vez más complejo, y lo que es peor, la ventaja que puede proporcionar cualquier innovación sólo será efectiva por un corto periodo de tiempo. Por ello, muchas marcas son conscientes de que el camino de la diferenciación más estable está ligado al mundo de los sentidos. 

¿Vende más una tienda dedicada al fútbol cuando huele a césped recién cortado?, ¿sabe igual una ensalada consumida bajo una iluminación fría que cuando sobre el plato se proyecta una luz verdosa?, ¿el sonido al cerrar la puerta de un coche influye en la decisión de compra?, ¿un leve rumor de gaviotas anima a consumir más pescado? Todos ellos son ejemplos testeados en el mercado, y la respuesta es sí.

Resumo algunas experiencias que pueden ayudarnos a comprender hacia dónde avanza el marketing.

¿Recordamos más lo que vemos o lo que olemos?

Dicen que podemos recordar el 1% de lo que tocamos, el 2% de lo que oímos, el 5% de lo que vemos y el 35% de lo que olemos. Una de las experiencias que se suelen citar en los foros de neuromarketing tiene al olfato y a la compañía Dunkin’ Donuts como protagonistas. Seúl fue la ciudad elegida para realizar una curiosa campaña publicitaria en la que una serie de dispensadores instalados en autobuses urbanos pulverizaban aroma a café recién hecho, al mismo tiempo que se escuchaba una cuña publicitaria de la empresa: las ventas de café en los establecimientos más cercanos a las paradas recibieron el 16% más de visitas y un incremento del 29% de las ventas.

¿Compartir sentimientos o impactar?

Continuamos con todo un clásico, una de las experiencias de Martin Lindstrom recogidas en su superventas “Buyology” (Ediciones Gestión 2000, 2010). En este ensayo, el autor incide en un concepto que inquieta al mundo del marketing, la progresiva amnesia comercial. Para explicarlo, se argumenta que en 1965 el porcentaje de recordatorio de un consumidor medio era del 34% de los anuncios a los que había sido expuesto. Esta cifra descendió al 8% en 1990, y en 2007 AC Nielsen realizó un estudio entre mil consumidores cuyo resultado fue que tan solo podían citar una media de 2,21 anuncios vistos en el último año.

La explicación de Lindstrom para este bajo retorno es que todos los anunciantes quieren llegar al consumidor en el mismo espacio de tiempo y con el mismo tipo de anuncios, lo que no genera mayor recordatorio que imágenes aisladas no ligadas a la marca. En otro de los capítulos del libro lo ilustra con un curioso experimento que enfrenta al product placement (publicidad por emplazamiento) con el anuncio televisivo tradicional.

Se aprovechó la emisión de un programa de máxima audiencia para analizar la estrategia publicitaria de las tres marcas patrocinadoras: Cingular Wireless, Ford y Coca-Cola. El formato elegido fue American Idol (similar a nuestro programa Operación Triunfo). Mientras la marca automovilística apostó por una estrategia más tradicional de clásicos spots, las otras dos diseñaron una estrategia mixta de anuncios y product placement. En el caso del refresco fue especialmente significativa, ya que era la bebida que consumía el jurado y el propio mobiliario del escenario y sus colores aludían a la marca, con lo que de modo más o menos sutil estaba presente en el 60% de la emisión del programa y las pausas publicitarias. La presencia de Cingular en el plató era más residual, como compañía de telecomunicaciones patrocinaba el voto por SMS con la aparición de su logo.

En el experimento realizado con 400 voluntarios se midió el grado de recuerdo de estas tres marcas patrocinadoras y otras de las que programaban publicidad durante las pausas. Evidentemente, el resultado demostró que el tiempo de presencia en pantalla era directamente proporcional al recordatorio, Coca-Cola lo era más que Cingular y muchísimo más que Ford. Pero la sorpresa llegó cuando el estudio reveló que, entre los voluntarios, los anuncios de la marca de coches eran menos recordados tras el visionado de los programas que antes de verlos: ¿qué había pasado?

La explicación de Lindstrom a este sorprendente comportamiento es que los productos que se integran en la narrativa de un programa no son solo más memorables, sino que debilitan el impacto del resto de marcas en los telespectadores. La enseñanza es que para que el product placement funcione, no basta con estar ahí, las marcas deben participar de la trama formando parte de la derrota y la victoria. De nuevo las emociones.

¿Sólo la calidad influye en la decisión?

Otro curioso experimento que demuestra la influencia sensorial en nuestras decisiones de consumo se realizó en la Universidad Wageningen de Holanda. En sus instalaciones había tres puntos en donde los estudiantes podían tomar un café: un dispensador gratuito en los pasillos, una moderna cafetera de autoservicio en el comedor y una cafetera profesional en la cantina. A los participantes en la experiencia se les ofreció tres degustaciones de café que se acompañaron con las proyecciones en un monitor de imágenes de las tres cafeteras instaladas. Tras la cata se les preguntaba qué café era de mayor calidad, la respuesta fue unánime: el que se consumía acompañado con las imágenes de la cafetera profesional. Una respuesta que parece obvia si no fuera porque el café era el mismo en los tres casos.

¿El sabor entiende de formas?

Hace unos años la británica Cadbury modificó el formato de una de sus chocolatinas más populares, Dairy Milk: sus clásicas onzas angulares apostaron por una suave curva. El cambio fue recibido con gran enojo por parte de los consumidores, que no tardaron en trasladar sus quejas acusando de un cambio en la formulación del producto. Pero este argumento no era cierto, la compañía afirmó no haber realizado modificación alguna en la composición, una justificación que no aplacó el debate. A la polémica se sumó la opinión de científicos que aseguraron que la forma sí influye en la percepción del sabor (en esta información de BBC Mundo hay una explicación más detallada).

Por fortuna, el comportamiento humano está condicionado por infinidad de variables, por lo que seguramente nunca las marcas tendrán en su poder una capacidad de influencia definitiva sobre el consumidor. Sin embargo, estas y otras muchas experiencias sí deben ayudarnos a conocer mejor a nuestros consumidores y a valorar la importancia de avanzar en nuestras estrategias de marketing.

jueves, diciembre 17, 2015

Liderazgo en el capitalismo creativo

Roger Martin es un autor de referencia en la innovación, el diseño y el pensamiento de gestión de organizaciones. Me interesan sus ideas sobre cómo construir modelos que resuelvan problemas complejos, pero vinculados a la economía real. No se trata de fantasear, sino de encontrar soluciones que se adapten rápidamente al nuevo entorno estratégico, que es abierto, global, transparente y digital. Para conseguir este objetivo, apremia contar con una metodología que apalanque el cambio: “Los líderes emplean la tensión que existe entre soluciones excluyentes para encontrar una solución creativa que incluye aspectos de todas esas soluciones”. Martin ha avanzado en sus teorías sobre la innovación y el liderazgo y ha acuñado la idea de “capitalismo creativo“, una suerte de análisis de la economía global después de la gran recesión.

Para este autor, existen dos tipos de empresas y empleos. Las primeras son intensivas en rutinas, en la capacidad de elaborar procesos sistemáticos que generan rápidas economías de escala. La producción, dirección y gestión de las compañías industriales se cimenta sobre las rutinas de trabajo, programas y metodologías previsibles. El producto o servicio estándar que sale de estas cadenas mecanizadas no aporta grandes innovaciones. Tras una edad dorada, el modelo se agota. Las rutinas se automatizan, se sustituyen por tecnologías o bien se externalizan.

El segundo grupo de organizaciones y profesiones son de naturaleza creativa, liberales en su sentido más amplio. Viven de la aplicación práctica de las ideas y de los servicios,  con un amplio margen de valor añadido. Representan alrededor de un tercio de la fuerza laboral, si bien obtienen mayores ingresos medios. El catálogo incluye emprendedores, científicos, médicos, periodistas, abogados o economistas. Se observa una creciente fusión de los servicios profesionales y la disolución de barreras entre estos, porque se han adaptado a la sociedad red. En ella, la colaboración, la confianza y la reputación son motores de la creatividad. Compartir es poder.

Conviene que nuestra compañía se ubique en el tercio creativo y, con esta finalidad, es conveniente atesorar un cambio en el estilo de gestión. A esto se dedica la inteligencia directiva. Hay que apostar por el liderazgo que permita prototipar para colocar nuestro servicio o producto cuanto antes en el mercado, valorar las reacciones y adaptarlas a las necesidades reales de los clientes. Hay que acortar los tiempos para la toma de decisión y el de respuesta ante los cambios en la demanda. Por esta vía tenemos una oportunidad en el capitalismo creativo.

La tarea del líder consiste en crear un entorno adecuado para que cada empleado y cada colaborador desarrolle sus capacidades creativas en el seno de la empresa. Sugiero andar la senda del liderazgo por varios caminos. Son los siguientes:

  • Recompensa el talento. Venimos de un modelo rígido, que establece salarios, horarios y plazos. La creatividad necesita espacio para desenvolverse. Y no es fácil acertar o, por precisar, convertir la creatividad en resultados. Por eso, recompensa el talento con una doble apuesta. Si el trabajador aporta, gana. Y la empresa, aún más. Establece un cuadro de mando que permita vincular el salario no solo a la productividad al uso (nuevos clientes), sino a nuevos territorios de la innovación, como son el diseño o el lanzamiento de nuevos productos, la creación de servicios de valor añadido, la integración de soluciones que mejoren la experiencia del cliente, entre otras. Prueba también a distinguir la formación interna: pide a tus empleados que organicen un taller al mes entre ellos y paga un extra a quienes los compañeros consideren que ha aportado mejores ideas.
  • Levanta un proyecto ligero. Frente a las rutinas de la producción industrial, el capitalismo creativo permite utilizar nuevas herramientas y metodologías de ensayo y error. Sea lean start-up, agile, scrum o design thinking, cualquiera de ellas te sirve para comprender que probar, aprender y observar requiere un método diferente de conocimiento. Pensar el negocio de forma diferente. Las empresas intensivas en rutinas no requieren el ejercicio de pensar, sino la repetición de procesos mecánicos. La creatividad navega en la dirección contraria, en tanto que requiere tomar la iniciativa y liderar los procesos de cambio.
  • Aligera la compañía de ideas preconcebidas. El ejercicio práctico es sencillo: salir a la calle para hablar con los clientes y comprobar qué soluciones de las que proponemos seducen y cuáles no. La creación de valor es atribuida: depende de los intereses, del presupuesto o de la moda, pero no reside en el plan de negocios. El aprendizaje es práctico: aquello que no aporta valor al cliente sobra en nuestra propuesta.
  • Abandona las encuestas. No puedes preguntar a tu público qué es la innovación en el negocio que quieres emprender. No sabe lo que quiere o, en realidad, solo puede responder sobre ideas preconcebidas o ya establecidas. En las encuestas y los estudios de mercado puedes encontrar mejoras incrementales, pero no una auténtica innovación. Te planteo realizar el ejercicio al revés; observa qué demandas tienen tus clientes y plantéales una solución. Te adelanto un secreto: las demandas son estables, pero las soluciones ¡pueden cambiar tu negocio!

¡Suerte en tu viaje creativo!