Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

viernes, diciembre 31, 2010

Las marcas necesitan nuevos valores

La recesión ha generado un descreimiento bastante extendido entre los consumidores. Lo que necesitan las marcas en este nuevo clima es un conjunto de valores que apoye el buen comportamiento y disipe los temores de los consumidores. Debemos diseñar productos y marcas que tengan sus raíces en la necesidad, evitar el exceso, y que tengan un carácter moral fuerte. Las marcas que tienen un propósito y que contribuyan al bienestar de la comunidad mundial (sin efectos negativos sobre la cartera de consumo, el tiempo, la salud y el mundo en que vivimos) florecerán.

Internet se está convirtiendo en la plaza del pueblo de la aldea global del mañana, dijo Bill Gates. Lo que aún no tenemos claro es si el mañana ya es hoy o cuánto falta para ese mañana. En cualquier caso, lo que sí queda claro es que Internet ha pasado de ser una maravilla de la tecnología y de la comunicación, a una necesidad fundamental para la inmensa mayoría de los negocios y las marcas.

Esta transformación inexorable ha generado y sigue generando una fascinante, desafiante e intensa interacción continua y en tiempo real entre los clientes y las marcas a través de ese canal. Esto va a influir en la forma de relacionarse y afecta a todos los atributos de la marca. En este contexto será interesante ver si las marcas se centrarán en ser claras, sinceras, honestas, emocionantes y cercanas o, por el contrario, seguirán priorizando el tener mayores márgenes, crecimiento de las ganancias y ahorro de costes. Muchas veces me he parado a pensar sobre la abundante cantidad de expertos en costes que hay y la sorprendente falta de expertos en valores. Warren Buffet lo expresó magistralmente: “El precio es lo que usted paga. Valor es lo que obtiene.”

En muchas conferencias me preguntan cuáles son los requisitos que debe tener una marca de éxito para actuar en esta realidad y, sobre todo, en la que viene. No hay una sola respuesta, pero creo que la solución reside, entre otros ámbitos, en la capacidad de la marca para reconocer y adoptar un nuevo conjunto de valores. La mentalidad de los consumidores ha sido alterada para siempre y no va a volver pronto a los hábitos y costumbres pre crisis, aun cuando la economía mejore. Ya no es sólo entender y aceptar que la crisis pasará, sino que el mercado con el que nos encontraremos luego de la crisis tendrá poco que ver con el que conocíamos antes de ella.

Mientras, el país y el mundo todavía se están recuperando de la crisis económica (¿seguimos diciendo económica, o podemos agregar ya social, cultural, intelectual, de liderazgo, etc.?) y todavía no sabemos si lo peor ha pasado. El panorama económico es inusitadamente incierto, pero es en este entorno en donde nos toca actuar.

La confianza del consumidor ha sido destrozada

La recesión ha generado un descreimiento bastante extendido entre los consumidores. La confianza del consumidor ha sido destrozada casi por completo. Esta es una época en la que buscamos el “engagement”, traducido como compromiso, aunque no hay una palabra en un nuestro rico lenguaje que pueda reflejar fielmente el sentido de engage. De lo que se trata hoy es de recuperar, fomentar y fortalecer la confianza y su credibilidad. Hay miles de clientes esperando que las empresas se comuniquen con ellos. Al participar y conectar de manera acertada usted, como organización, aumenta su visibilidad, la relevancia, la influencia y como consecuencia la rentabilidad. Pero ojo!, nunca debemos confundir confianza con popularidad.

Lo que necesitan las marcas en este nuevo clima es un conjunto de valores que apoye el buen comportamiento y disipe los temores de los consumidores. Piense en ello como parte del engranaje que necesita para construir y defender una marca frente a un futuro incierto.

Vivimos un momento en el que los medios de comunicación social han democratizado la influencia (tanto de personas, como de empresas, como de marcas), cambiando para siempre la manera de comunicarse entre las marcas y sus clientes, y esto está redibujando todo aquello que creíamos conocer hasta ahora. Las redes sociales, y las herramientas 2.0 en general, han cobrado fuerza porque la gente puede interactuar: nos conectamos entre nosotros y compartimos nuestra información. Nos comunicamos. Esta es la verdadera esencia del fenómeno. Compartir y conectarse.

Los cinco valores

Uno de los valores más apreciados a los que antes hacía referencia es la simplicidad. Es importante que las empresas ofrezcan una comunicación clara y concisa. En estos momentos, para la mayoría se aplica el principio de menos es más. Con el fin de lograr esa simplicidad, una marca debe encarnar y comunicar lo esencial. Es importante ser sincero. Se acabaron los secretos con el consumidor. Ser simple en el mejor de los sentidos genera la mejor de las respuestas. El consumidor no solo opina, conversa e interactúa sino que también con algunas marcas ya participa de los procesos de creación de marcas y productos.

Esto nos lleva al siguiente valor la transparencia. La transparencia está relacionada con la información que permite a un consumidor tomar la decisión correcta. Ser transparente es ofrecer la esencia sin trucos, sin disfraces, sin promesas que no se pueden cumplir. También es poder contar o narrar el punto de origen de un producto. Es un gran consuelo el saber cuál es la historia de cómo se elabora un producto, y más aún si se trata de un lugar que uno conoce. Muchos productos ya tienen incluido un detalle de la procedencia del cultivo de su materia prima y/o de cómo se llevó a cabo su manufactura. Internet fomenta la rendición de cuentas de fabricación a los clientes. En esta era de la duda, las marcas deben ser sinceras y generosas en sus mensajes.

El tercero es la cercanía. Las marcas deben ser cercanas. Estar cerca no es sinónimo de cercanía. Oír al cliente no es suficiente. Qué se hace con esa información es lo que cuenta. La interacción, la solución a los problemas planteados, la conversación en un todo real, sincero, honesto, auténtico es clave para establecer un vínculo sólido en esta época en la que la infidelidad a muchas marcas y productos genera preocupación en las empresas. Marcas españoles de miles de empleados y décadas de historia lo están haciendo de manera sensacional. El cliente exige, demanda, habla, dialoga.., las marcas no pueden ni deben ignorar el poder de la gente en ambos universos on y off line.

El siguiente valor emerge con gran fortaleza pero que aún no termina de cuajar del todo en la práctica. Será fundamental darle la prioridad necesaria a este activo que será vital para cualquier marca del siglo XXI: la sostenibilidad. Que no es, ni más ni menos, que la capacidad para satisfacer las necesidades del presente sin comprometer el mañana. Los ciudadanos no sólo están tratando de hacer su parte, pero también están buscando un compromiso recíproco de las marcas. Los fabricantes deben ser conscientes y razonables en lo que hacen, cómo lo hacen, su utilidad y su destino final.

No sólo es importante ser responsable de sus propias acciones, sino también de aquellas necesarias para apoyar las iniciativas que ayudan a hacer del mundo un lugar mejor. Los consumidores de hoy son muy receptivos a apoyar a las marcas que ayudan al bien general.

Por último y, no por eso menos importante, asequibilidad. No me refiero sólo a la definición financiera de la palabra. Asequibilidad es nuestra capacidad para ofrecer un producto sin consecuencias desventajosas o desfavorables. Necesitamos un conocimiento profundo de los consumidores de hoy en día con el fin de ofrecer esto. Las marcas deben encontrar un equilibrio entre lo que los consumidores desean y pueden permitirse y lo que se puede producir para obtener un beneficio. El exceso de oferta genera costes innecesarios, o canibalización de marcas y productos, y es agotador para el consumidor. Recortar ofertas de menos éxito o redundantes permitirá a las compañías a centrarse en la innovación de marcas y de productos de mayor margen. Algunos envases son baratos de fabricar, pero ponen en peligro la experiencia de marca. ¿Puede permitirse una marca el lujo de ofrecer esto a sus consumidores?

En estos tiempos de creciente competencia, es necesario cambiar la ecuación de valor. Debemos diseñar productos y marcas que tengan sus raíces en la necesidad, evitar el exceso, y que tengan un carácter moral fuerte. Las marcas que tienen un propósito y que contribuyan al bienestar de la comunidad mundial (sin efectos negativos sobre la cartera de consumo, el tiempo, la salud y el mundo en que vivimos) florecerán.

Es hora de fortalecer la confianza de la marca

Con recesión o sin recesión, seguirá siendo importante para las marcas el ser claras, sinceras, consistentes, coherentes y centrarse en lo esencial. Es hora de fortalecer la confianza de la marca y garantizar la longevidad de la misma.

No pretenda ser único, todo el mundo es único, sea inimitable, inigualable. No estoy diciendo que todas las marcas de todos los sectores, de todas las industrias deben seguir o regirse por el mismo patrón, ni mucho menos. Queda claro que cada marca tiene un plan de negocios, unos valores, unos consumidores, unas estrategias, unos equipos y unos presupuestos. Lo que estoy comentando es que aquellas marcas que mejor uso hagan de estos valores, más éxito con sus consumidores tendrán, en general y en particular.

A muchas marcas les sigue costando aceptar que el cambio es inexorable y que casi nada volverá a ser igual. El poder de adaptación, aceptación y capacidad de cambio son críticos en esta época tan turbulenta como fascinante. Los valores tienen un gran valor, no lo olvide. Construya confianza en su marca y sus productos, sus consumidores y su cuenta de resultados se lo agradecerán.

Siempre que nos enfrentamos a lo desconocido, un cúmulo de preguntas nos aborda; es tiempo de nuevas preguntas y nuevos desafíos. Como me dice siempre mi hermano Sergio: Los triunfadores son los que hacen las mejores preguntas, y como resultado, obtienen las mejores respuestas.

jueves, diciembre 30, 2010

Más allá de Work and Life Balance

Hace tiempo que la innovación es un tema central de las economías del mundo (2009 año de la innovación en la Comunidad Europea) y sobre todo es el camino de la generación de valor y competitividad sostenible de las empresas.

Desde Joseph Alois Schumpeter en su Teoría del Desenvolvimiento Económico (1912) a Peter Ferdinand Drucker en The Practice Of Managenet (1954) y muchos autores más que trabajaron este tema, han influido y orientado a empresarios a seguir este rumbo.

La implementación de un modelo para gestionar la innovación ha desvelado a CEOs y directorios, ni hablar de líderes de proyectos, gerentes de I+D y de RR.HH. que tenían responsabilidades operativas sobre el logro de resultados.

Es sabido que en este campo de la implementación hay muchas pero muchas más historias de fracasos que éxitos y es la senda que hay que seguir.

Como decía Thomas Watson, fundador de IBM:

…“Si quieres triunfar, dobla tu porcentaje de errores”. Los fallos y errores también forman parte de la innovación, y sino aparecen es que no se asumen los suficientes riesgos necesarios”….

Pero no solo es cuestión de errores, el problema se sitúa a nivel de liderazgos como lo plantea de Steve Jobs:

“La innovación no tiene nada que ver con cuantos dólares has invertido en I+D.

Cuando Apple apareció con el Mac, IBM gastaba al menos 100 veces más en I+D.

No es un tema de cantidades, sino de la gente que posees, cómo les guías y cuánto obtienes”.

Esta situación no es nueva, es parte de la historia de los avances en la humanidad, podemos decir que en el primer escrito de un tratado de gobierno de la personas “El príncipe” en el año 1513 Maquiavelo advertía a los principados….

..…Nótese bien que no hay cosa más ardua de manejar, ni que se lleve a cabo con más peligro, ni cuyo acierto sea más dudoso que el obrar como jefe para dictar estatutos nuevos, pues tiene por enemigos activísimos a cuantos sacaron provecho de los estatutos antiguos, y aun los que puedan sacarlo de los recién establecidos, suelen defenderlos con tibieza suma, tibieza que dimana en gran parte de la escasa confianza que los hombres ponen en las innovaciones, por buenas que parezcan, hasta que no hayan pasado por el tamiz de una experiencia sólida…..

Posiblemente en este punto y en este momento sientas como tantas personas, empresarios y líderes que no se animaron y decidieron quedarse sin tocar de frente este tema, sin hacer los suficientes cambios, para qué innovar?, por qué cambiar? Lo dejemos para más adelante, perduremos un poco más con lo que hacemos, si tan mal no nos fue….

Lo más difícil de tolerar es la incertidumbre ya que no podemos manejar los resultados, no podemos controlar el final, no tenemos garantías de éxito, a diferencia… como persona, líder o empresario estamos acostumbrados al control, a saber lo que va a suceder… y justo en este punto la incertidumbre se encuentra con aliados: “la resistencia al cambio” y el miedo inmovilizador, que nos frenan y nos dan un libreto completo de argumentos de porque no avanzar y eso nos viene bien, justificamos…. Conocemos esta historia.

Schumpeter lo expresa de la siguiente forma:

…Ante la realización de una innovación, el empresario ha de vencer tres dificultades:

1) la incertidumbre.

2) la psiquis del hombre de negocios debe hacerle capaz de superar la repugnancia de la gente por realizar algo nuevo.

3) el empresario debe vencer la resistencia que el medio social puede manifestar ante sus innovaciones.

Este es el punto en el que se quedan la mayoría de las personas, es un dilema. Pero sabemos en el fondo que solo es una pausa, sabemos que hay una materia pendiente que es innovar, que no podemos escapar, que es una situación que nos preocupa… ahí vamos y venimos con una tensión de fondo que no se puede calmar, nos genera ansiedad.

Este artículo lo escribo para inspirar y aportar un camino para ir más allá de este punto.

Por qué innovar?

Tomo a Pablo Neruda en su poema… Muere lentamente…. Poema que es un tratado de qué pasa cuando no innovamos.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce….

…Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo…

….Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar…

Gracias Neruda… Esto nos da certidumbre que sino innovamos morimos lentamente, descrito sensiblemente desde la visión del poeta, da un final cierto al tema, que va a suceder tarde o temprano y que cualquier líder o empresario lo sabe hoy.

Cuando entendemos esto, aparece en el horizonte un solo camino, que es implementar un proyecto de innovación y gestionarlo. Si el líder conecta su visión con la acción, la verdad, el mundo cambia.

Y puedo decir que es en este momento se escribe otra historia. ¿Por qué?

….Hasta que uno se compromete con su visión, hay vacilación, la posibilidad de echarse atrás, inefectividad permanente. En lo que respecta a todos los actos de iniciativa y creación, hay una verdad elemental, cuya ignorancia mata incontables ideas y planes espléndidos: en el momento en el que uno se compromete, la providencia también lo hace. Ocurren entonces todo tipo de cosas positivas, que de otra manera nunca hubieran ocurrido. De la decisión nacen una serie de hechos, que ponen a favor de uno incidentes fortuitos y asistencia material que ningún hombre podría haber soñado con obtener. Sea cual fuere tu sueño, comiénzalo. La audacia tiene genio, poder y magia” …Sir Edmund Hillary La primera persona en llegar a la cima del Himalaya y volver con vida.

Ya encaminados la pregunta es cuál es el rumbo? Que debemos hacer para innovar? No estoy hablando de las normas hay implementar o qué tipo de certificación es conveniente o que consultora contratar para que lleve adelante el proyecto. Este es más sutil, es lo íntimo de la innovación. Este punto requiere una explicación más amplia pero lo resumiré y tomaré nuevamente los aportes de Steve Jobs :

Texto de la conferencia que dio, el 12 de Junio de 2005 en la Ceremonia de Graduación de Stanford"

….. No tenía idea de qué quería hacer con mi vida, y menos aún de cómo la universidad me iba a ayudar a averiguarlo. Y me estaba gastando todos los ahorros que mis padres habían conseguido a lo largo de su vida. Así que decidí dejarla, y confiar en que las cosas saldrían bien. En su momento me dio miedo, pero en retrospectiva fue una de las mejores decisiones que nunca haya tomado. En el momento en que la dejé, ya no fui más a las clases obligatorias que no me interesaban, y comencé a meterme en las que parecían interesantes….

…. Y muchas cosas con las que me fui topando al seguir mi curiosidad e intuición resultaron no tener precio más adelante…

….Así que tenéis que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo — tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Esta forma de actuar nunca me ha dejado tirado, y ha marcado la diferencia en mi vida….

Steve Jobs tuvo que dejar una situación instituida por un mandato la cual lo llevaría a morir lentamente “la Universidad,” al aventurarse tuvo vacilaciones constantes e inicio una serie de hechos fortuitos que fue conectando guiado por la curiosidad y su intuición, que lo llevaron en muchas oportunidades a lograr innovaciones ….

Todas estas circunstancias con la que se fue topando impactaron directamente en sus empresas y productos como el caso del “curso de caligrafía”:

….Nada de esto tenía ni la más mínima esperanza de aplicación práctica en mi vida. Pero diez años más tarde, cuando estábamos diseñando el primer ordenador Macintosh, volvió a mí. Y diseñamos el Mac con todo dentro. Fue el primer ordenador con tipografías bellas. Si nunca me hubiera dejado caer por aquél curso concreto en la universidad, el Mac jamás habría tenido múltiples tipografías, ni tipos con espaciado proporcional. Y como Windows no hizo más que copiar el Mac, es probable que ningún ordenador personal los tuviera….

Dos puntos para terminar este artículo:

1- No hay posibilidades de que una organización se encamine a convocar la creatividad y la innovación de sus empleados si antes sus líderes no transitaron un proceso que de una u otra forma los comprometa con una visión. Más bien todo intento de implementar un modelo de gestión de la innovación sin las vivencias de los líderes produce efectos contraproducentes y solo hace reforzar los argumentos de resistencia al cambio y tibios defensores de la innovación. Por lo general termina produciendo…. “hagamos como si para que nada cambie” inmolando en ese momento a aquellos empleados que si creyeron, se expusieron a errores y quedaron sin apoyo. (Se conoce mucho de este tema).

2- Cuando el/los líder/eres están en su momento y encaminan la organización a gestionar la innovación es cuando se debe incursionar en “Más allá de Work and life balance”. Es un conjunto de acciones que inspiran a los empleados a conectarse con el teatro, la pintura, la música, experiencias outdoor, viajar, capacitaciones no tradicionales, talleres de cocina, de instrumentos musicales, deportes, tiempo para proyectos propios (como es el caso de Google), tiempos de ocio e interacción que producen un efectos potenciador y sobre todo son el combustible NECESARIO para generar innovaciones que se conectarán en el futuro. No se puede innovar si la mente del innovador no fue un poco más allá antes, haciendo algo nuevo en su persona primero, algo diferente, transgrediendo, haciendo algo Sólo porque quiero (tema a desarrollar en el próximo artículo).

Fernando Ortiz

miércoles, diciembre 29, 2010

¡No digas que no hay líderes!

El management está buscando líderes. Jefes, ya tiene. Pero a los jefes, parece que las tropas no los quieren seguir y como, por definición, un líder sería el que tiene seguidores, el management busca convertirlos a líderes desesperadamente.

Como no lo consigue y que su operación pesca del talento tampoco le llena las redes, ha llegado a la conclusión de que los líderes son muy escasos, que nacen, que tienen que ser tocados por la varita mágica, y otras justificaciones a su desolación.

Pero la explicación es mucho más sencilla: no hay líderes porque el management no quiere tenerlos. Eso es: el modelo actual de management es ANTI-LIDER y pone todas las barreras a su desarrollo.

¿Lo dudas? Pues míralo conmigo.

¿Cuales son las características que todos reconocemos ser necesarias para ser líder?

Capacidad de visión.
Responsabilidad.
Lealtad a su equipo.
Capacidad de escucha.
Saber tomar en cuenta y valorar las aportaciones de sus colaboradores.
Dar autonomía, confiar.
Permitir el desarrollo personal de su gente.
Etc.

Ahora veamos cuales son los principios fundamentales de la organización taylorista:

La visión la tienen los de arriba del todo y no la tienen que compartir, puesto que unos piensan y otros ejecutan.
La única responsabilidad del jefe es la de hacer aplicar los procedimientos marcados y conseguir los resultados.
La lealtad no la debe a su equipo, sino a su propio jefe y a las normas de la empresa.
No tiene que tener sentimientos, su gente son recursos y variables de ajustes. Ya se lo repiten sus propios jefes: nada de compasión.
Escuchar sí, pero aplicar los procedimientos, normas y manuales de tareas. Puedes escuchar lo que quieras en tu tiempo libre y fuera de las horas de producción.
Los colaboradores no pueden modificar procesos (para eso hay un buzón de sugerencias que podrán leer aquellos de arriba que diseñan los procedimientos y normas). Lo único que se les permite, es aportar valor. Traducción: ser obedientes y entregado a lo que se les pide.
La autonomía ¿cuál? Si toda la información, el control y la valoración están centralizados (y cada vez más gracias a la tecnología).
Liderar equipos: ¿qué equipo? cuando toda la valoración y la incentivación son individuales y cuando la competición interna es regla universal.
Desarrollo personal: sí. Siempre y cuando sea para hacer mejor lo que marcan los procedimientos y los manuales de definición de tareas. También puedes desarrollarte para convertirte en un futuro jefe al que se le pedirá que sea un líder sin permitírselo.

Si miramos fuera de las empresa, veremos que líderes, hay muchos. Las organizaciones de voluntarios y ONG están llenas de ellos. El ejército es capaz de encontrar todos los líderes que necesita en el momento en que los necesita (es decir en caso de conflictos). Las asociaciones tipo Boy Scouts fomentan el liderazgo, forman líderes y encuentran otros. Cuando hay catástrofes naturales, brotan líderes como setas que toman grupos en mano y aseguran la coordinación de los socorros.

Por favor, no me digas que no hay líderes. Sólo dime que el management no los tiene porque no permite que los haya.

martes, diciembre 28, 2010

Deberíamos poder alcanzar el progreso sostenible

Contenido cedido por nuestros amigos de España Empresa de Hoy donde podrá encontrar otros artículos de interés.

Ahora que estamos en los días de expresar nuestros mejores deseos. ¿Ya sabe que todos los países del mundo eran pobres hace tan solo 250 años? ¿Sabe también cómo hicieron Europa, Estados Unidos y Japón para emerger de la pobreza? Además, ¿sabe cómo hacer para mejorar?

Pues si ya sabe todo lo anterior... De una mirada a la gente que conoce y admira por su comportamiento y comprobará que, efectivamente, su conducta concuerda casi exactamente con ciertas normas éticas. En cambio, el tipo mediocre, mostrará con toda seguridad, una discrepancia muy marcada con ellas.

Nosotros pensamos que si el empresario se ocupa de la mejora personal de cada empleado, significará para el propio empleado:

La superación personal.
La mejora de su productividad.
Como consecuencia del punto anterior, podrá obtener mejor remuneración.
Posibilidad de ascender.
Estar mucho más capacitado para algún día formar su propia empresa.

El progreso de la empresa será una consecuencia de la mejora de sus empleados y significará para ella:

Menores problemas con el personal.
Mayor productividad.
Mayores rendimientos.

Como consecuencia del punto anterior, podrá otorgar al personal mejores compensaciones:

El empleado y la empresa se beneficiarán mutuamente. Cuando esta situación se haya producido, su empresa podrá desarrollarse y otras muchas empresas la imitarán buscando iguales resultados. Cuantas más empresas tengan resultados positivos, tantas más querrán también obtenerlos, acelerando continuamente este proceso, hasta abarcar miles de empresas de todo tipo y tamaño.

El proceso de adecuación en el personal de una empresa se efectuará mediante charlas, cursos, formación de grupos de trabajo para que aporten ideas.

Casi de inmediato, se comenzarán a ver los resultados. Posteriormente vendrá la tarea continuada de sostenimiento y consolidación del nuevo patrón de conducta.
Por su lado las instituciones educativas deberán tratar de infundir estas normas, haciendo hincapié en la necesidad urgente y dramática del cambio de mentalidad, mediante conferencias sobre estos temas, captando cooperación de otras entidades.

Este trabajo se plantea como una esperanza real, no una quimera y deseamos que haya millones de practicantes de estas normas básicas y, en consecuencia:

Que las empresas se desarrollen y perfeccionen aceleradamente como consecuencia de la superación de sus empleados.
Que la productividad, la innovación, la inventiva, el desarrollo tecnológico y el nivel económico aumente.
Que nuestra producción de bienes y servicios, por la propia superación de nuestras empresas, sea de primera calidad y se obtenga a precios competitivos, lo que permitirá conquistar mercados en distintos lugares del mundo.
Que los empleados, dependientes ahora, inviertan en su formación y puedan establecer sus propios negocios y crear nuevos puestos de trabajo.
Que los colegiales y universitarios, empresarios y empleados del mañana, aprendan a actuar de acuerdo a la ética de comportamiento.
Que nuestra administración pública mejore sustancialmente, erradicándose la corrupción y aumentando su eficiencia.
Que los trabajadores y profesionales independientes, consigan una superación personal que los eleve sobre el nivel económico y la importancia social en la que hoy se encuentran.
Que los padres de familia formen mejores hogares, inculcando desde pequeños a sus hijos la ética en el comportamiento.

Cuando todo esto ocurra, comenzará para nosotros una nueva etapa de progreso más sólido.

lunes, diciembre 27, 2010

10 lecciones del Mundial de Fútbol para los negocios

Cuando la selección española de fútbol se convirtió en campeona del mundo por primera vez en el Mundial de 2010, el capitán Iker Casillas dejó claro que el hecho de que sus compatriotas estuvieran pasando “momentos duros” había servido para reforzar su determinación por lograr la victoria.

En su documento de trabajo “Lecciones para los negocios del Mundial de Fútbol”, el profesor del IESE Pascual Berrone analiza los elementos clave que contribuyeron al éxito del equipo español. De ahí se extraen 10 lecciones que pueden servir a los empresarios y directivos para mejorar su propio juego.

1. Orgullo de equipo en lugar de egos individuales. El fútbol, por naturaleza, requiere trabajo en equipo. Pese a la habitual existencia de grandes egos, el éxito a largo plazo se construye a partir de una fuerte ética de equipo. Mientras que algunos equipos se apoyan en la pericia de un único jugador estrella, España destacó por transmitir la sensación no sólo de que todos los jugadores eran importantes, sino de que ninguno era imprescindible.

Las empresas harían bien en recordar que el trabajo en equipo y el orgullo corporativo son esenciales para el éxito.

2. Equilibrio entre juventud y experiencia. El equipo español, con una edad media de 26 años, contaba con la mezcla perfecta de talento juvenil y experiencia. Los equipos que se fían demasiado de la juventud a menudo carecen de la experiencia que necesitan para prosperar. Por otra parte, los equipos más veteranos —como el equipo italiano de 2010— pueden no ser capaces de afrontar las exigencias físicas del torneo.

Para las empresas, un equipo equilibrado permite un rejuvenecimiento constante, asegura la transferencia de conocimientos de los seniors a los juniors y aprovecha tanto la impetuosidad juvenil como la sabiduría que conlleva la edad.

3. Liderazgo sólido. Una parte esencial del éxito de España fue su entrenador, Vicente del Bosque, quien, a sus 60 años, aportó discreción, calma y paciencia.

Las empresas, como los equipos de fútbol, a menudo sufren por culpa de una ausencia de liderazgo fuerte. Tal vez uno de los retos de este siglo pase por encontrar líderes con talento dispuestos a romper con las prácticas tradicionales de los directivos de más larga trayectoria.

4. Busca un gran sueño y cree en él. La cobertura mediática del Mundial no dejó de informar del alto nivel de autoconfianza de los jugadores españoles. Por supuesto, tener un sueño ambicioso no garantiza automáticamente un gran éxito. Sin embargo, lo que pareció marcar la diferencia fue que, por primera vez, los jugadores españoles parecían creer que podían convertir el sueño en realidad.

Lo mismo puede aplicarse a las empresas. Para desarrollar un sueño de valor genuino para la empresa, debe existir una misión compartida que sea audaz y capaz de levantar pasiones, pero sin dejar de apoyarse en la realidad.

5. Internacionalización y profesionalización. En los últimos años los equipos españoles se han apoyado en su capacidad de atracción de estrellas internacionales para alcanzar los máximos niveles de competitividad. Esto ha provocado que los jugadores locales deban esforzarse para mejorar su juego. El círculo virtuoso de profesionalización ha tenido un enorme efecto positivo en el nivel técnico de la selección nacional.

A menudo, algunas empresas, en particular los negocios familiares, suelen evitar el proceso de profesionalización, ya que temen los cambios que puede acarrear. Como resultado, no aprovechan posibles beneficios, como la mejora del rendimiento y una mayor longevidad.

6. Beneficiarse de la competencia. Décadas de feroz rivalidad entre los dos equipos más importantes en España, el F.C. Barcelona y el Real Madrid, han desembocado en un mayor nivel de competitividad, tanto a nivel de club como a nivel internacional. Tanto es así que el Barça y el Real Madrid sumaban entre los dos más del 50 por ciento de los jugadores de la selección española.

Con frecuencia se olvida que la competencia puede tener efectos positivos en el rendimiento de una empresa, ya que sirve como agente motivador para la innovación, la productividad y el crecimiento. Como solía decir Roger Erico, antiguo CEO de Pepsi, “si no existiera la Coca-Cola, tendríamos que inventarla”.

7. Fe en la estrategia. El estilo de juego rápido y creativo de España contribuyó a que pudieran dominar a sus contrincantes con relativa facilidad. Y lo que es aún más importante, a diferencia de otros equipos, España mantuvo siempre el mismo estilo, independientemente de las circunstancias.

Las empresas, como los equipos de fútbol, deben aceptar que las buenas estrategias a menudo necesitan un cierto tiempo para poder cristalizar. Los resultados no siempre se consiguen al primer intento y la paciencia es vital para alcanzar objetivos a largo plazo.

8. Habilidad para superar la adversidad. España es el primer equipo de la historia que, tras perder el primer partido, siguió adelante hasta ganar el Mundial. Esto fue el resultado de una moral fuerte, una atmósfera de unión y una profunda pasión por lo que estaban haciendo.

Los resultados decepcionantes son habituales en los negocios, pero se pueden superar si se cuenta con esta pasión.

9. No dejes que la herencia dicte tu futuro. Después de tantas décadas de decepciones en el Mundial, al equipo español se le podría haber perdonado sucumbir al derrotismo. Pero, aunque la historia es importante, los resultados obtenidos en el pasado no siempre son buenas herramientas de predicción sobre el rendimiento futuro.

Los directivos deben cuestionar la creencia de que la herencia del camino andado es difícil de romper y tener en cuenta que las experiencias del pasado no siempre constituyen las mejores recetas para el futuro.

10. Apoyo social. Un elemento externo que resultó clave en el triunfo del equipo español fue el apoyo que recibió del gran público. En gran medida, este sustento se basaba en la victoria en la Eurocopa de 2008, que dio a la gente motivos suficientes para creer que se podían alcanzar grandes resultados.

La aceptación social es igual de importante para las empresas. Cuando las empresas cumplen con las expectativas sociales, el público les concede su apoyo, permitiendo a la empresa un mejor acceso a los recursos, mejores condiciones de intercambio con sus socios, mayor capacidad para innovar y una imagen y reputación corporativa reforzadas.

domingo, diciembre 26, 2010

¿Cómo tomar la mejor decisión?

Tomar decisiones no siempre es un asunto fácil. A veces las alternativas son parecidas (aunque no iguales) y eso dificulta la elección o bien son tan diferentes que escoger entre una y otra puede suponer un cambio radical en los resultados. También depende de la trascendencia que tenga la decisión, no es lo mismo un cambio de empleo o de casa que elegir entre dos platos del menú.

Y por supuesto el número de opciones es determinante, cuantas más alternativas hay en juego, más variables tiene que procesar nuestro cerebro y más problemas tiene para tomar la decisión (a partir de 6 ó 7 datos podemos empezar a colapsarnos).

Por eso voy a proponerte dos métodos y tú elige el que más te guste o más se adecue a tu manera de ser (o ninguno, son sugerencias, no una obligación!):

Método racional (cerebro izquierdo)

- Haz una lista con los pros y contras de cada una de las opciones.
- Asigna un valor a cada opción de la lista.
- Trata de dejar las opciones reducidas a las dos que te parece que son más importantes o irrenunciables.
- Y aquí un poquito de “emoción”. Cuando tengas las dos, déjate sentir cuál te gusta realmente más.

(Un pequeño truco, si no te ves capaz de decidir, tira una moneda al aire. Si sale lo que realmente te apetece hacer, te pondrás contento. Si sale lo opuesto, te sentirás contrariado).

Método emocional (cerebro derecho)

Este puede ser realizado por si solo, o como segunda parte del racional, si te gusta asegurar.

El modo de hacerlo es el siguiente:

- Ponte de pie e imagina que delante de ti hay dos líneas (te recomiendo hacerlo cuando tengas dos alternativas).
- En una línea sitúa una de las decisiones. Camina un par de pasos e imagina que ha pasado un año desde cuando la tomaste. Observa qué ves, que oyes y cómo te sientes. Avanza un poco más y repite el proceso como si hubieran pasado cinco años.
- Haz lo mismo con la otra opción.

Si todavía te queda alguna duda que no lo creo, repite el proceso y métete más en la situación.

En cualquier caso, te remito a las palabras de Xavier Claramunt, creador de un proyecto hotelero en el espacio para el 2012:

¿No les parecido una idea loca?

No hay ideas locas: hay ideas. Nuestra filosofía es propositiva, sin complejos, sin miedos, buscando ser útiles a las personas y trabajando mediante pruebas y errores.

Eso, errores… ¿No teme equivocarse?

¡Equivocarte es lo mejor que puede pasarte! Sólo equivocándote progresas. No hay más fracaso que el miedo a fracasar.

¿Un lío?

Es mi filosofía: métete en líos, haz que pasen cosas…, y luego quédate con lo bueno. ¿Que no consigues lo que querías? ¡No importa! Por el camino han pasado cosas fantásticas que te han enriquecido, ¡seguro!

Así que ¿a qué esperas para tomar una decisión sobre eso que tanto te interesa?

sábado, diciembre 25, 2010

Situar al mundo en la senda del desarrollo sostenible

Un grupo de científicos ha definido cinco «Grandes Retos» que la comunidad científica debe superar si pretende ayudar al mundo a avanzar por la senda del desarrollo sostenible. Estos retos en conjunto plantean la complicada cuestión de cómo solucionar los problemas medioambientales del planeta y atender, al mismo tiempo, las necesidades de la población en cuanto al suministro de alimentos, agua, energía y seguridad.

En la revista Science se ha publicado un artículo que ofrece detalles sobre dichos Grandes Retos, definidos a raíz de una consulta organizada por el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU) y el Consejo Internacional de Ciencias Sociales (ISSC).

Según los autores del artículo publicado en Science, el mundo tiene dos grandes necesidades: por un lado, diseñar estrategias para afrontar el cambio global y cumplir los objetivos de desarrollo y, por otro, ampliar el conocimiento sobre el funcionamiento del sistema terrestre y sus «umbrales críticos».

Y añaden: «Para impulsar un desarrollo sostenible es necesario investigar una amplia gama de cuestiones de índole social, económica, cultural, institucional y medioambiental.» Con el fin de arrojar luz sobre los obstáculos al desarrollo sostenible, el ICSU y el ISSC recabaron las opiniones de científicos jóvenes y experimentados de todo el mundo dedicados a las ciencias naturales y sociales. También consultaron a usuarios de los hallazgos logrados por la investigación.

Los cinco Grandes Retos definidos en este trabajo se ajustan a cuatro criterios, a saber, importancia científica; necesidad de coordinación global; relevancia para las autoridades; y efecto de palanca (es decir, que abarcaran múltiples problemas).

El primer gran reto es la capacidad de previsión. La comunidad científica debe mejorar su capacidad para anticipar las repercusiones de las acciones humanas sobre distintos aspectos del sistema climático, tanto a escala regional y global como en distintas escalas temporales. Asimismo, es necesario investigar para calcular los impactos de los cambios medioambientales en la economía, el suministro de alimentos y agua, la salud, la diversidad y la seguridad energética.

El segundo gran reto es la necesidad de mejorar los sistemas de observación empleados para evaluar el cambio medioambiental y tomar medidas al respecto. En especial, los autores lamentan que rara vez se recaben datos sobre economía y ciencias sociales en las escalas adecuadas para que la comunidad científica pueda examinar las relaciones existentes entre los sistemas sociales y naturales. En su opinión, este hecho «socava la capacidad de las autoridades y de la opinión pública para articular las respuestas convenientes a las amenazas surgidas y para atender las necesidades de los colectivos vulnerables».

«Determinar la forma de anticipar, evitar y sobrellevar cambios ambientales globales con efectos perjudiciales» es el tercer gran reto. En este punto es fundamental ser capaz de identificar puntos de inflexión en el sistema de la Tierra, es decir, circunstancias tras las que los cambios son irreversibles.

El cuarto gran reto insta a la comunidad científica a «determinar cambios institucionales, económicos y de los comportamientos que permitan tomar medidas eficaces para avanzar hacia la sostenibilidad global», lo cual exigirá una mayor integración entre las ciencias sociales y biofísicas. Los autores especifican que «debemos comprender cómo realizar una gobernanza medioambiental más eficaz en tiempos de deterioro de la confianza en las formas tradicionales de gobernanza».

Por último, el quinto gran reto pone de relieve la necesidad de innovación en la actividad tecnológica, política y social encaminada a alcanzar la sostenibilidad global.

«Estos Grandes Retos conforman una lista consensuada de las mayores prioridades para la investigación sobre el sistema de la Tierra y constituyen un marco general para la ciencia. Si nosotros, la comunidad científica, conseguimos solucionarlos en el transcurso de la próxima década, habremos eliminado obstáculos cruciales que impiden el progreso hacia el desarrollo sostenible», declaró el primer firmante del artículo de Science, el Dr. Walt Reid de la Fundación David and Lucile Packard (Estados Unidos).

«Para superar estos Grandes Retos habrá que ampliar la capacidad investigadora, sobre todo con la implicación de científicos jóvenes y de países en vías de desarrollo, y también habrá que alcanzar una mezcla equilibrada de investigación disciplinaria e interdisciplinaria en la que participen activamente las autoridades y todos los interesados», añadió.

El próximo objetivo estriba en concertar un sistema internacional de financiación que permita abordar los grandes retos definidos. De esto se ocupa ya el Foro de Belmont, un grupo internacional de organizaciones financiadoras de la investigación sobre el cambio global. En él participan la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea y muchas otras organizaciones nacionales de financiación.

viernes, diciembre 24, 2010

A nuestros amigos


En vísperas de las fiestas navideñas y de un nuevo año queremos agradecerles por acompañarnos en el 2010 y que el recorrido del 2011 sea con salud, felicidad y trabajo. Que los logros del año que termina sean ampliamente superados durante el próximo año.

Es el deseo de Rodolfo Salas

jueves, diciembre 23, 2010

Liderar es un deporte de contacto

Sé que términos como líder, liderar o liderazgo cuentan con un número importante de detractores más o menos radicalizados.

Pero el hecho innegable es que, guste o no, siempre ha habido, hay y seguirá habiendo líderes en tanto en cuanto el rol de líder es inherente a todas las formas de organización social.

Otra cosa es cuestionarse o criticar los tipos de liderazgo que imperan en las empresas, o incluso la validez de dichas empresas como formas y modelos más o menos efectivos, o deseables, de organización social, cuestiones estas que escapan al objetivo de esta entrada.

Personalmente entiendo el liderazgo como algo circunstancial. Todos somos líderes en potencia y en ocasiones incluso podemos ejercer el liderazgo simultáneamente en varios ámbitos independientes.

Liderar es simplemente dirigir a un grupo y dirigir, entre otras muchas acepciones, significa guiar, mostrar el camino, aconsejar, orientar… Liderar es ser más proactivo que el resto del grupo en un momento dado. Es tomar la iniciativa, propia o porque va en el papel que nos han asignado, e intentar movilizar la acción del grupo alrededor de ella.

Asumiendo por tanto que en las empresas hay líderes, buenos o malos, eficaces o inútiles, pero líderes al fin y al cabo, y que muchas personas trabajan en esas empresas, creo que cualquier acción orientada a mejorar la calidad de estos líderes es algo positivo.

Y en este contexto, creo que es importante no olvidar que un líder es ante todo una persona y, por consiguiente, imperfecto por definición.

Un líder es el que lidera personas, lo cual implica necesariamente comunicarse con ellas. Veo por tanto el liderazgo como una forma, un estilo determinado de relacionarse y comunicarse con otras personas. Para mí, de hecho, uno de los rasgos de un buen líder es que es capaz de conectar con personas más allá del propio mensaje.

Pero además de comunicar, liderar significa también compartir algo motivador: una ilusión, un objetivo, unos valores, un afán por aprender… Lo que sea, siempre y cuando impulse a la acción. Un líder es efectivo en la medida que logra que esa acción esperada tenga lugar.

El liderazgo es en consecuencia imposible sin una buena comunicación. No se puede liderar desde un despacho, sea éste el de una empresa o el de un alcalde. Ni tampoco se puede liderar vía discurso grandilocuente a grandes audiencias, ni por teleconferencia, ni por TV, ni por e-mail.

Un líder debe conocer a las personas a las que lidera y las debe conocer tanto a nivel colectivo como individual, algo que es imposible desde la distancia. Liderar exige compartir cosas y experiencias, superar obstáculos y celebrar triunfos conjuntamente pero, sobre todo, exige pasar tiempo de calidad hablando, interactuando cara a cara con personas.

Por eso el liderazgo de verdad se demuestra en las distancias cortas, porque liderar es un deporte de contacto.