Encontrar los perfiles adecuados es solo la mitad del recorrido, ya que
la clave pasa por gestionar, capacitar y potenciar a las personas para accionar
sus capacidades naturales.
El trabajo cambió y, salvo contadas excepciones, no lo hizo
al ritmo de la tecnología, sino más bien como quien corre una carrera fatigado,
sin saber cuándo se va a terminar. Por eso, en este contexto, los especialistas
recomiendan acelerar la marcha. Un informe de Accenture determinó que, de no
tomar cartas en el asunto, en la próxima década 14 de los principales países
del G-20 podrían perder hasta US$11,5 billones del crecimiento acumulado que
prometen las tecnologías inteligentes, una cifra que equivale a ceder más de un
punto porcentual de su tasa de crecimiento promedio anual por los próximos diez
años.
Las nuevas tecnologías llegaron para replantear las
organizaciones de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro. Es decir, no
solo cambian los roles y los formatos internos, sino también reconfiguran lo
que los reclutadores necesitan del afuera, de los talentos que van a liderar el
mundo del trabajo en la era del cambio.
La segunda jornada de Management 2020, que se llevó a cabo
en la Redacción de LA NACION, reunió en una misma mesa a cinco profesionales
que, desde sus posiciones, trabajan para potenciar, mejorar y acompañar el
talento humano: Maximo Cavazzani, CEO y fundador de Etermax; Martín Ticinese, presidente
de Cervecería y Maltería Quilmes para la Argentina y Uruguay; Martín Mercado,
titular de Mercado McCann; Silvana Corso, directora de la Escuela de Enseñanza
Media Nº 2 DE 17 Rumania, y Andrés Hatum, PhD de la Universidad de Warwick (UK)
y profesor de Management y Organización de la Escuela de Negocios de la
Universidad Torcuato Di Tella. Moderados por José Del Rio, secretario general
de Redacción del diario, debatieron durante más de una hora. ¿Qué es el
talento? ¿Se construye o se nace con él? ¿Se puede crear talento donde no lo
hay? Esos fueron algunos de los disparadores.
Cavazzani fue el primero en tomar la palabra. El ingeniero
en Informática (ITBA) explicó que su empresa nació como una firma mobile para
la industria financiera, pero hoy se dedica a hacer juegos para el mundo -los
más conocidos son Apalabrados y Preguntados-, y que
pasó de trabajar solo a liderar un equipo de más de 250 en continuo crecimiento
entre sus oficinas de Buenos Aires, Berlín y Montevideo.
"El talento tiene muchas acepciones. A veces hablamos
de las capacidades que tiene una persona para hacer algo y otras veces de las
capacidades que tiene naturalmente. Hay que tratar de entender las dos cosas
separadas y ver que podemos accionar las capacidades de las personas", explicó,
y consideró que la formación del talento suele ser menos apreciada en general
frente a lo que es la concepción del talento que se cree "natural".
"Cuando vemos al que ya triunfó, creemos que nació para
eso, pero esta era nos está demostrando que el talento se puede construir y que
podemos hacer mucho en esta construcción", contó.
Mercado coincidió con la visión de Cavazzani. Para el
creativo, el talento "se potencia de acuerdo con las cosas que vas
viviendo". Aconsejó: "Es muy importante relacionarse con gente que
estimule eso". Además, al momento definir si se nace con talento o bien
este se fabrica, usó como ejemplo el caso de Lionel Messi y aclaró que
actualmente la gente que lo admira ve sus goles en video, pero no ve los
momentos en los que él debía inyectarse debido al tratamiento de crecimiento
que tuvo que hacer.
Junto a Mercado, Ticinese explicó que en Quilmes "el
talento se forma y se acompaña". Aunque reconoce que hay ciertas
competencias y habilidades básicas, el enfoque de trabajo es 70-20-10. "Un
70% está en aprender haciendo, con las experiencias del trabajo cotidiano; otro
20% con el feedback de pares y de jefes; y el 10% restante con
capacitación tradicional", desarrolló este ingeniero Industrial que, tras
18 años de carrera en la compañía, hoy lidera a 6000 empleados y una cadena de
más de 170 distribuidores, entre otras aristas del negocio.
Gestionar la adversidad
El nombre de Silvana Corso comenzó a tomar renombre nacional
-e internacional- cuando en 2017 quedó como una de las finalistas para el
Global Teacher Prize por su trabajo la Escuela de Enseñanza Media N°2 DE 17
"Rumania", en la que continúa ejerciendo el cargo de directora. La
escuela, que depende del Gobierno de la Ciudad y se ubica en el barrio de Villa
Real, recibe un importante caudal de alumnos del barrio Ejército de los Andes,
popularmente conocido como Fuerte Apache.
Allí no solo llegan niños en condiciones socioeconómicas
complejas, sino también con discapacidad. Corso explicó que en su juventud
recibió muchos "no" como respuesta. "Me construí en función de
que 'no podía', de que en realidad no tenía mucho destino. De eso se había
encargado el secundario. Esos 'no' me pesan hasta el día de hoy. Todo el tiempo
parece que uno tiene que dar prueba de lo que puede hacer. Por eso no quería
que los que me rodean pasen lo que pasé yo", dijo.
Cuando la adversidad resulta la regla, Corso cree que el
talento "tiene que ver con poner en valor". Y se explayó: "En
contextos en los que trabajo, es clave hacerles ver que tienen un talento,
abrir una ventana y mostrarles que existe, que no es un imposible. El talento
se trabaja. Hay que hacerle creer al otro y vivir en el cuerpo que se cree;
demostrar que todos nacemos con la posibilidad de aprender. Yo creo que el
talento se forma, pero se pone en valor con cada una de nuestras
actitudes".
Elegido cada año por sus alumnos como mejor profesor de la
Universidad Torcuato Di Tella, Hatum comenzó su intervención contando la
historia de uno de ellos. "Ingresó a un programa de alto potencial, dejó
todo, y a los tres meses lo echaron. Las empresas tienen la gran capacidad de
contratar gente espectacular y después, a los tres meses, echarla sin saber por
qué", contó.
Si tanto la directora de un establecimiento educativo como
el presidente de una importante compañía coinciden en que el talento es fruto
del entrenamiento ¿Qué sucede en el mundo del trabajo? Para Hatum, hay que dar
un paso más y mirar qué se está haciendo para incentivar las carreras que el
mercado necesita. "Las carreras del ciclo básico común son Medicina,
Psicología, Abogacía. No hay ingenieros en las primeras carreras; tenemos que
alinear eso: la vocación y la necesidad de políticas públicas. En la Argentina
sale un ingeniero cada 6300 personas, mientras que en China y Alemania hay uno
cada 2000", destacó.
En este sentido, Cavazzani agregó: "¿Que haya exceso de
médicos es bueno para el que estudia? No ¿Para los pares? No. Los psicólogos no
se pueden exportar, los ingenieros sí. Está buenísimo que la gente pueda elegir
su camino y no está bueno torcerlo, pero desde el punto de vida del Estado uno
puede hacer acciones que modifiquen eso", cerró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario