En la tercera jornada de Management 2020, los especialistas
debatieron sobre las oportunidades que genera un sector clave para el empleo y
para el ingreso de dólares
El miércoles 24 de abril, la Cámara de Diputados de la
Nación dio media sanción a la ley de economía del conocimiento. Con 182 votos a
favor, el proyecto que ya espera su tratamiento en el Senado tiene como
objetivo extender los beneficios generados para la industria del software -a
partir de su respectiva ley, sancionada en 2003 y que vence a fin de año- al
resto de los sectores cuyo motor está dado por el conocimiento.
De esta manera, la industria audiovisual, la de
biotecnología, la aeroespacial y la satelital, entre otros sectores relacionados
con la electrónica, las comunicaciones y la fabricación de "bienes
4.0", se verían impulsados hasta 2030 por un marco tributario que incluye
reducciones en los costos laborales y en el impuesto a las ganancias; entre
otros beneficios.
Según datos difundidos por el propio Mariano Mayer,
secretario de Emprendedores y Pymes de la Nación, las exportaciones de la
economía del conocimiento alcanzan hoy los US$6300 millones. La nueva ley
beneficiaría a 11.000 empresas, generaría 215.000 nuevos puestos de trabajo y
multiplicaría las exportaciones hasta los US$15.000 millones para 2030. Esto,
sin tener en cuenta el impacto indirecto que el crecimiento de estas empresas
generaría en su cadena de valor.
"Tenemos que asfaltar la grieta y entender que este
puede ser el primer rubro de exportación del país y el primero en empleo.
Estamos hablando de construir una industria automotriz o un Vaca Muerta entero.
Esto es estructural y socialmente un cambio radical para la Argentina",
destacó Sergio Kaufman, presidente de Accenture Argentina y de la región
Sudamérica Hispana, durante la tercera jornada de Management 2020, que se llevó
a cabo en la Redacción de LA NACION y en la que se planteó como eje central la
economía del conocimiento, con el objetivo de debatir sobre las oportunidades y
los desafíos, y así alcanzar posibles soluciones que lleven a su desarrollo
sustentable.
Junto a Kaufman, y en una mesa moderada por José Del Rio,
secretario general de Redacción del diario, estuvieron Facundo Gómez
Minujín, senior country officer J.P. Morgan; Alicia Caballero,
decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica
Argentina; Fernando Moya, CEO y fundador de Ozono Producciones; Roberto Daniel
"Kuky" Pumar, CEO de Leader Entertainment Group; y Victoria Cole,
gerente general de Wunderman Buenos Aires, encargada de plantear la pregunta
disruptiva del panel.
Kaufman contó que Accenture ya emplea a 9300 profesionales y
tienen como horizonte llegar a los 10.000. En total, la exportación de
servicios representa el 55% para la firma. "Todo el día exportan talento y
conocimiento para el mundo. Esa exportación ingresa dólares sin tener que
importar nada", explicó, y destacó lo que sucedió en la Cámara de
Diputados al momento de dar media sanción a la nueva normativa: "Se acaba
de votar con 182 votos a favor y solo dos en contra. Eso es hacer política de
Estado en un año electoral, donde hay tentación de generar brechas. Se puede y
es un buen ejemplo para otros sectores".
Por su parte, Gómez Minujín destacó que la oficina local de
la firma de servicios financieros hoy emplea a 2000 personas. "Tuvimos que
entrar en procesos competitivos con otros países de América Latina, como Chile,
Brasil o Colombia, para generar estos puestos y la Argentina quedó posicionada
como el mejor lugar de todos", señaló. Al momento de elegir al país como
centro de exportación de servicios, el ejecutivo contó que se tuvieron en
cuenta distintas variables, desde la existencia del talento, los cotos y hasta
la falta de eventos catastróficos, como pueden ser terremotos o tsunamis que
pongan en peligro la continuidad de los servicios.
Para Caballero, la clave del potencial de la economía del
conocimiento está en el intangible que desplaza la frontera de posibilidades de
producción de una economía. "La economía presenta recursos escasos y
gracias a la economía del conocimiento ve ampliada sus barreras", dijo la
economista. Dijo que la economía del conocimiento no sustituye a los sectores
más tradicionales o industriales de la economía, sino que los potencia, y citó
como ejemplo al sector agropecuario, donde el desarrollo de especies
resistentes a climas secos permite la producción de cultivos en mayor cantidad
de superficies.
"Lo que tiene de positivo en sí es que no enfrenta las
restricciones físicas que enfrenta la economía industrial. La maravilla del
intangible es la de no perecer o tener que ser transportado. Además, es
profundamente democrático, se puede generar riqueza a partir de una base de
capital físico y monetario bajo, pero sí depende de una inversión más grande en
el componente de educación", reflexionó.
Con más de 30 años de experiencia en la industria del show
business, Fernando Moya dirige Ozono Producciones, un espacio desde el que,
entre otros grandes éxitos, produjo Fuerza Bruta, compañía que llegó a 58
ciudades en 34 países y fue vista por 6 millones de personas. También, trabajó
con Disney en la producción de Violetta, Soy Luna y
los espectáculos locales como Peter Pan y Aladdin.
"Estas compañías se exportan con talento argentino, cada una lleva a 40
personas. Pero si pensamos en las cuatro compañías de Fuerza Bruta más una gira
juntas, podemos hablar de 300 personas trabajando en el exterior",
explicó. Para Moya, uno de los puntos fundamentales está en proteger, también,
a las pequeñas empresas. "Como país, tenemos que proteger muchísimo lo
chico y tratar de que esa generación de empleo que se produce en pequeña escala
sea constante y permanente", consideró.
Por su parte, Pumar es conocido desde hace años por haber
producido a los principales referentes de la movida tropical, como Ricky
Maravilla, Los Palmeras o Lía Crucet, por nombrar algunos. "Kuky",
como lo conocen en el sector, pasó de grabar un total de 16.000 fonogramas a
crear El reino infantil, canal de YouTube número uno en sus
segmento para los países de habla hispana y número 12 a nivel mundial, con más
de 20.400 millones de visualizaciones.
"Entendimos que la música empezaba a transformarse en
algo audiovisual. Los adolescentes se metían en las redes a mirar música, pero
no existía 'la MTV' de la música infantil", contó en el panel, y aclaró
que ese fue el puntapié inicial que los llevó a crear videos para las canciones
para niños más conocidas.
Hoy, el 90% de la facturación de la empresa depende del
exterior, con Estados Unidos como país que genera los principales ingresos. ¿La
clave? Desapegarse de las viejas ideas para dar paso al nuevo negocio.
"Tenía una compañía discográfica exitosa, meterme en lo digital fue una
situación, complicada y dolorosa, pero gracias a aceptar ese cambio es que
hemos llegado a un negocio mil veces más grande del que teníamos", cerró.
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