/ Dreamstime
Ciertos cursos para
formar en nuevas capacidades tienen un valor para los MBA que supera a las
enseñanzas técnicas, estratégicas o financieras.
Son las 8 de la mañana de un sábado por la mañana, y 100
estudiantes de MBA y Executive MBA se han reunido en el centro de Londres en un
curso de "dinámica interpersonal" de la London Business School que
alienta a los participantes a desarrollar la autoconciencia, a practicar la
atención plena y manejar conversaciones difíciles en el lugar de trabajo.
Las escuelas necesitan 'producir' alumnos con 'soft skills'
antes que con conocimientos técnicos
Richard Jolly, profesor de comportamiento de las organizaciones,
recuerda a los alumnos que se trata de una mezcla de teoría y ejercicios
prácticos en grupo acerca de las primeras impresiones, convencido de que el
autocontrol emocional es determinante cuando se trata de desarrollar
relaciones. Jolly cree que "muchos reclutadores piensan que los alumnos
son arrogantes y no escuchan, por lo que cursos como éste suponen una
herramienta eficaz para encontrar trabajo, ante las evidencias de que en el
desarrollo de nuestras carreras todo lo que hacemos es tejer relaciones. Cuando
uno está en la sala de juntas no está haciendo un Excel. Simplemente construye
relaciones".
Este tipo de programas refleja la preocupación creciente de
las escuelas de negocios ante el hecho de que necesitan producir graduados que
tengan habilidades blandas además de conocimientos técnicos, estratégicos o
financieros.
Entender los nuevos
valores
El FT's 2018 Skills Gap Survey revela que los empleadores
prefieren candidatos que sean capaces de solucionar problemas, de priorizar,
trabajar en equipo con una gran diversidad de gente y que puedan construir una
red sólida.
Warren Teichner, socio sénior de reclutamiento global en
McKinsey, asegura que algunos candidatos pasan por alto el valor de la
comunicación, la colaboración y la construcción de relaciones. Añade que
"los candidatos a menudo se centran en el aspecto de la resolución de
problemas y en el proceso de la entrevista, pero una vez que son contratados se
espera que participen en la comunicación, en el trabajo en equipo y en la capacitación
para el liderazgo.
Adam Grant, profesor de management en la escuela Wharton de
la Universidad de Pennsylvania, añade que "las escuelas de negocios
necesitan enseñar habilidades blandas (soft skills) a quienes cursan un MBA, y
asegura que "no hacerlo es una malísima idea, probablemente peligrosa. Las
habilidades blandas no sólo son valiosas, sino que es posible enseñarlas. Las
escuelas de negocio tienen una responsabilidad superior a otras instituciones
en esta tarea".
Las llamadas capacidades blandas no son sólo valiosas;
también se pueden enseñar
Jennifer Petriglieri, profesora de comportamiento de las
organizaciones en Insead, cree que "este enfoque en las habilidades
sociales (un término que odia porque, según su punto de vista, son las más
difíciles de aprender) señala el retorno a las raíces originales de las
escuelas de negocios: profesionalizar la gestión para el bien de la sociedad.
Los cínicos piensan que no se deberían enseñar estas cosas en un MBA. Cuando se
llega a los 35 o 40 años es más difícil deshacer los malos hábitos".
Retroalimentación
El feedback personal resulta determinante en todo esto, y
ayuda a que los alumnos se sientan cada vez mejor preparados para manejar
conversaciones y solucionar conflictos.
Brian Lowery, director académico de dinámicas
interpersonales de Stanford, cree que esta formación puede ser intensa:
"Los estudiantes se abren y se permiten ser vulnerables de una manera que
nunca lograrían en su trabajo o en su empresa. Esta formación es valiosa porque
ayuda a los MBA a ser más eficaces en sus interacciones empleado-empleador y a
entender el impacto que nuestras acciones tienen en los demás en el ámbito
laboral, y a no proyectar nuestra propia experiencia en los demás".
Andy Katz-Mayfield, cofundador de Harry's, una compañía de
higiene y aseo masculino, se graduó de Stanford en 2011. Viene de un negocio
tradicional, trabajó en consultoría y en venture capital, reconoce que lo que
le interesa es "influir en las personas. Y para eso hace falta un alto
grado de autoconciencia".
EMMA JACOBS (FINANCIAL
TIMES)
No hay comentarios:
Publicar un comentario