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Según la consultora
Grant Thornton, pocos logran dejar de lado el trabajo por unos días; los
expertos recomiendan realizar actividades totalmente diferentes.
Si es de los que creen que tomarse vacaciones "es
imposible por ahora" y, al mirar atrás, el "por ahora" se viene
prolongando desde hace más tiempo del que debería, es momento de escuchar a los
expertos: aseguran que tomarse el merecido receso laboral no solo beneficia al
empleado, sino también a su equipo de trabajo y a la empresa. Sin embargo, una
encuesta reciente de Grant Thornton
en su International Business report, muestra que pocos son los que logran
relajarse, y, entre otras cosas, no dejan de chequear los mails del trabajo.
"Numerosos estudios confirman que disfrutar de tomarse
vacaciones es clave para aumentar la productividad de los colaboradores, dado
que afecta su motivación y les permite recargar energías. Esto también se
traduce en un impacto positivo para la organización, que obtiene mejores
resultados, logra un equipo de trabajo motivado y un buen clima laboral",
explica Miguel Alfonso Terlizzi,
director general de HuCap.
"La oficina me necesita"; "si me voy
acumularé tanto trabajo que después me estresaré aún más", "¿justo
cuando estoy cerca de un ascenso me voy a ir?"; "para irme y estar
pendiente del celular y que mi familia me rete mejor me quedo trabajando";
"si no estoy, me van a serruchar el piso"; "cuando termine este
proyecto, me tomo". Pero siempre habrá un nuevo proyecto y otra excusa
para que estos empleados no logren desconectarse de sus obligaciones.
"Son muchos los ejecutivos a los que les cuesta dejar
de trabajar. Sienten que nunca es el momento adecuado para tomarse vacaciones,
porque siempre hay cosas que resolver antes, y pueden pasar muchos años sin
descansar por no poder hacer stop ni poner un límite a lo laboral",
advierte Fernanda Giralt Font,
directora de Ineco Bienestar.
Claro que también está el caso de aquellos profesionales que
sí se toman vacaciones, pero no pueden cortar con el trabajo vayan donde vayan.
"Llevar la 'oficina a cuestas' a cualquier lugar está bueno, pero ha
provocado que separar la vida personal de la laboral se vuelva cada vez más
difícil, y las vacaciones no están exentas de eso. Los ejecutivos se van de
viaje por ocio, pero miran el mail a cada rato, se comunican telefónicamente,
siguen trabajando en proyectos, etcétera, y no logran desconectarse de la
oficina", agrega.
Romper con la rutina y salirse de la actividad del día a día
favorece el aumento de la productividad, la creatividad y la promoción de
nuevas ideas. Por eso, a la larga, no tomarse vacaciones termina generando
consecuencias negativas en el desarrollo profesional de cualquier persona.
"Los recesos son mucho más útiles para la productividad laboral que la
saturación mental", indica Javier
Díaz, fundador de Moodment, especialista en bienestar corporal.
Fuente: LA NACION
A su vez, las vacaciones son importantes porque reponen la
mente, reducen los efectos físicos del estrés sobre el cuerpo y hasta
disminuyen las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco. El ocio, el placer,
las actividades gratificantes y todo lo que se relaciona con el desarrollo del
bienestar pueden ser el mejor antídoto para cambiar los efectos negativos del
estrés, que se manifiestan con diversos síntomas que nos acompañan durante todo
el año, afirma Giralt Font.
"A nivel somático, podemos encontrar dolores
corporales, contracturas, tensiones musculares, trastornos digestivos,
disminución de las defensas, hipertensión y cansancio extremo. A nivel
emocional, son frecuentes la irritabilidad, la insatisfacción, la ira, la
fatiga y los trastornos de ansiedad, entre otros. A nivel cognitivo, puede
haber disminución de la atención y la memoria, lentificación de las funciones
psíquicas superiores, bloqueos y problemas de rendimiento. A nivel conductual,
tiende a llevar al aislamiento familiar y de amigos y hasta conducir a
distintos tipos de abusos, ya sea al trabajo, sustancias, medicamentos,
alcohol, juego, comida, cigarrillo", explica Verónica Rial, integrante del equipo de Terapia Cognitiva Ineco y
coordinadora del Programa Multidisciplinario de Manejo del estrés junto con Giralt Font. Así, son muchos los
motivos por los cuales tomarse vacaciones es imprescindible para cuidar la
salud, el ánimo, la vida social y la mente.
Guía para vacaciones
correctas
El gran desafío para muchos trabajadores es entender cómo
hacer que el período de descanso valga la pena como espacio de recuperación
físico, mental y social. Ni una escapada de fin de semana ni ir a trabajar a la
playa significa vacacionar. Los especialistas cuentan qué condimentos deberían
tener las vacaciones para que exista un verdadero efecto de desconexión de lo laboral
y así permitirnos cargar nuevas energías. "La desconcentración mental
requiere un proceso que conlleva alrededor de tres días. En caso de viajar
hacia algún otro destino, la adaptación del cuerpo implica dos o tres días más.
Por este motivo es que el período de vacaciones debe
comprender al menos entre siete y diez días, ya que es el tiempo en el cual
logramos desconectarnos del ritmo habitual y nos adaptamos al modo "out of office (fuera de la
oficina)", describe Díaz.
Claro que no es necesario tomarse un avión o irse lejos para
lograr el descanso deseado. "Lo que cuenta es la actitud frente a ese
momento", dice Giralt Font. Si
bien modificar el escenario puede contribuir a romper con la rutina y salir de
lo habitual, es más importante la manera en que uno afronte el tiempo libre,
que el lugar en el que esté, agrega. Por ejemplo, para Díaz la clave está en hacer cosas diferentes y dar lugar a nuevas
actividades de recreación y deporte.
"Un trabajador puede estar recostado en una playa, pero
revisando su mail corporativo. Si bien puede ser muy reconfortante el ámbito
circundante, el hecho de inmiscuirse en asuntos de la rutina diaria puede hacer
que sus pensamientos se desvíen a problemáticas laborales y eso provoca
preocupación y estrés", advierte Pablo
Liotti, gerente de marketing y comunicación del Grupo Adecco para Argentina
y Uruguay. Eso explica por qué es tan importante lograr la desconexión con el
trabajo cuando se está de vacaciones. "El ocio es necesario para
recomponer las energías. Estar enchufado al celular y todo lo que eso implica
le genera una contradicción a nuestro cuerpo y no le permite descansar a
nuestra mente y, por lo tanto, al cuerpo en su totalidad", insiste Díaz. Por eso, para lograr disfrutar de
las vacaciones es importante respetar el período en el cual uno decidió
descansar.
De esta forma, Giralt
Font invita a no llevar la computadora si uno se va de viaje y a desactivar
el mail laboral del teléfono. La consigna es disminuir todos los estímulos
negativos posibles que son compatibles con el estrés y, por el contrario,
incrementar los estímulos positivos que favorecen el bienestar. "Lo mejor
es realizar actividades que nos entusiasmen y apasionen, y nos sumerjan en flow, espacio en el que fluimos y
perdemos la noción del tiempo, del espacio y hasta de nosotros mismos, explica.
Este estado disminuye los niveles de ansiedad y puede lograrse al leer un
libro, bailar, pescar, escuchar música, pintar mandalas, sacar fotos, pintar y
dibujar, charlar, practicar deportes o jugar videojuegos", ejemplifica.
Por su parte, Rial
incita a lograr el efecto antiestrés al "buscar el apoyo social, que
implica estar con amigos y compartir tiempo con los seres queridos; mantener
buenos hábitos y patrones comportamentales saludables, como comer sano, dormir
bien y realizar actividad física, por ejemplo, y desarrollar emociones
positivas, que sin duda contribuirán a unas mejores vacaciones".
Si bien todos estos pasos llevan a alcanzar la relajación
buscada durante el período vacacional, Terlizzi
entiende que "la desconexión total" del trabajo puede ser una
"utopía" para puestos directivos o ejecutivos. Díaz recomienda que se
tomen las vacaciones para "abrir la cabeza" y permitirse crear nuevas
ideas liberando la mente de las demandas diarias, que generan indefectiblemente
cansancio.
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