Mucho se ha escrito
sobre la que está siendo y será, según algunas estimaciones, la principal
fuerza de trabajo: los Millennials. Algunas de las afirmaciones que se han
relacionado con esta generación es que se trata de jóvenes con poco compromiso,
grandes expectativas profesionales y gran interés por las nuevas tecnologías.
Sin embargo, ¿cómo son realmente los Millennials y qué les diferencia de la
Generación Z?
Los estudios se contradicen. Mientras que algunas encuestan
revelan un problema de fidelización en
empleados pertenecientes a la generación Millennial –que registran altas
tasas de rotación en las empresas y una manifiesta intención de no permanecer
en las mismas más de tres años-, otras
señalan importantes cambios en las
perspectivas de futuro de estos trabajadores jóvenes que parecen haber
modificado sus aspiraciones hacia un entorno laboral más estable que hace unos
años. Una senda que parece seguir los de la Generación Z, a los que se le
atribuye un alto perfil internacional. Pero
¿qué es cierto y qué no lo es?
Un artículo publicado
en INC ha recogido algunos de los
mitos que continúan acaparando estas dos generaciones de empleados que, no
obstante, sí marcarán el rumbo del trabajo en el futuro.
El primero de ellos
se relaciona con una falta de compromiso con el trabajo. De ellos se dice
que son jóvenes demasiado preocupados por dominar las nuevas tecnologías por lo
que les hace vulnerables a nivel comunicativo y social y, sin embargo, se trata
de una de las generaciones que mejor maneja las redes sociales, unas
plataformas cuyo fin es curiosamente la comunicación.
Parte de estos falsos
mitos parten de la fricción que se ha generado entre los responsables de las
organizaciones, nacidos en tiempos en los que la idea de Internet sólo
estaba en la mente de grandes genios. Pero estos sesgos no hacen otra cosa que
entorpecer el flujo natural que todo proceso de adaptación requiere.
Tal y como refleja el libro “The Gen Z Effect” de Thomas Koulopoulos, fundador de Delphi Group,
y Dan Keldsen, sólo hay tres diferencias estadísticamente significativas entre
los trabajadores del conocimiento nacidos antes y después de 1980: sus actitudes hacia la jubilación, la propiedad
intelectual y su volumen de comunicaciones digitales. Sin embargo, incluso
en este caso, “la diferencia no es tan dramática como se podría pensar, y se
está cerrando rápidamente”, señalan los autores.
En primer lugar, mientras que el 50% de los nacidos antes de 1980 esperan retirarse en algún momento,
sólo el 20% de los Millennials manifestaron esta intención.
En segundo lugar, el
grupo demográfico más joven era dos veces más propenso a rechazar los derechos
de propiedad intelectual, como los derechos de autor y las patentes.
Y, por último, el
número total de comunicaciones globales individuales (textos, mensajes,
imágenes, mensajes, teléfono, cara a cara), fue significativamente mayor entre
el grupo post 1980.
No obstante, basándose en las respuestas, los expertos
estiman que, en un plazo de 10 a 15
años, no habrá prácticamente ninguna diferencia, incluso en estas
actitudes. De hecho, en la actualidad más del 70% de todos los grupos de edad
son dependientes de su dispositivo móvil.
En pocas palabras, estamos convergiendo hacía, lo que estos
autores llaman, el efecto del Gen Z, un
mundo post-generacional donde todos comienzan a adoptar costumbres
comunicativas comunes ligadas a la tecnología, y no sólo en el trabajo,
también en lo referido al ocio y el entretenimiento.
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