Eric Favre, un
trabajador de Nestlé, desarrolló las cápsulas con una doble idea: que todo el
mundo pudiera elaborar una buena taza de café de forma sencilla y siempre con
idéntico sabor.
La invención del café en cápsulas remite a dos momentos y
lugares. Primero a Italia, a principios del siglo XX, cuando Luigi Bezzera
añadió vapor a presión a su cafetera, frustrado por el tiempo que tardaba cada
mañana en prepararse un café, e inventó el espresso (rápido, en italiano).
Pero el paso definitivo llegó de la mano de Eric Favre, un
ingeniero que en 1975 empezó a trabajar en la sede de Nestlé en Suiza. El café
instantáneo era entonces la moda, pero las máquinas para hacer un espresso eran
difíciles de manejar y el sabor del café que se obtenía no era siempre el
mismo.
Favre encontró una solución. En un viaje a Roma con su
mujer, descubrió en una cafetería que para hacer un buen espresso "hay que
introducir el máximo de aire en el agua antes de que ésta entre en contacto con
el café. Así se extrae todo el sabor y el aroma del mismo", afirmó. El
paso siguiente era conseguir una fórmula que permitiera replicar el proceso, de
una forma sencilla y siempre con el mismo resultado. La consecuencia fue el
nacimiento en 1986 del café en cápsulas y de Nespresso, un concepto y a la vez
una marca que han cambiado la historia de Nestlé, pero también la de tomar café.
Historia de un éxito
Nespresso salió al mercado en 1986 en tres países (Suiza, Italia
y Japón) y con cuatro variedades (Capriccio, Cosi, Decaffeinato y Bolero, el
actual Volluto), aunque su despegue llegó en la década de los noventa, con la
ampliación de sus sabores, mercados y, sobre todo, de su cifra de negocio.
¿Cuál fue la clave de
este éxito que se estudia en las escuelas de negocios?
Primero la calidad.
Sólo entre el 1% y el 2% del café del mundo pasa los estándares de la empresa,
que paga hasta un 35% más del precio medio de esta materia prima por hacerse
con los mejores cultivos, a los que somete a 50 controles de calidad. Además,
la firma maneja todo el proceso y sus cápsulas sólo se producen en tres plantas
propias, todas en Suiza.
La segunda clave es
la relación con sus clientes. Ya sea a través de su club, sus boutiques o
su tienda online, Nespresso no vende una bebida, sino un estilo de vida, algo
en lo que le ha ayudado George Clooney, embajador de la marca desde 2006. La
suma de ambos factores hace que sus clientes estén dispuestos a pagar un poco
más por una taza de café.
El tiempo ha convertido Nespresso es una de las divisiones
más exitosas del grupo Nestlé. La firma vende ya en 62 países, tiene 400
boutiques (España es el país donde más) y suma 10.500 empleados en el mundo.
"Revolucionó el mercado del café con una propuesta y una idea clara: que
cualquiera pueda disfrutar de una taza de café perfecta en su hogar como si
fuera un experto barista", dice Jean-Marc Dragoli, su director general en
España. Y todo con una pequeña cápsula donde apenas hay 5,5 gramos de café.
Sabía qué...
- Fueron los socios del club Nespresso los que eligieron a Clooney, que también era cliente, como embajador de la firma.
- Más de 700 restaurantes con estrella Michelin (54 en España), 15 cadenas de hoteles y 15 aerolíneas ofrecen su café.
- Nespresso compite a día de hoy con casi 200 firmas que también venden café en cápsulas. El 75% son compatibles con su sistema.
- El creador de las cápsulas dejó la firma y fundó Monodor en 1991. Ahora, fabrica y sirve cápsulas a otras marcas de su competencia.
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