Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

domingo, julio 19, 2015

Liderazgo: palanca para la recuperación del compromiso

Una de las consecuencias de la profunda crisis económica vivida durante los últimos años ha sido el daño sufrido en los intangibles de muchas organizaciones. El pasado 6 de mayo tuvimos el placer de contar con Javier Fernández Aguado en una exclusiva y enriquecedora  sesión de trabajo organizada en Barcelona. Allí, hizo reflexionar a los profesionales de Recursos Humanos asistentes sobre la necesidad de promover la recuperación del compromiso, un concepto intrínsecamente ligado al de gestión del talento.

Para Fernández Aguado -uno de los diez intelectuales seleccionados en el libro Pensadores españoles universales (LID, 2014)-, vivimos en la “civilización de la prisa” y las organizaciones han caminado a una velocidad vertiginosa para subsistir. Hoy se hace necesario detenerse para pensar, reflexionar para idear mejores soluciones. En definitiva, ser capaces de diferenciar entre lo esencial y lo accidental, ya que cuando convertimos los medios en fines perdemos el norte.

Recuperación de la gestión del talento

En épocas de bonanza se proclamó el interés por gestionar el talento, sin embargo durante las crisis se ha gestado cierta hipocresía, pues en muchas ocasiones los empleados han sido considerados como meros números. Llegados a este punto, la siguiente cuestión fue planteada por el ponente, ¿qué es y cómo se gestiona el talento?

Según Fernández Aguado, “El talento tiene mucho que ver con la inteligencia y con su definición etimológica: capacidad para ver dentro de la realidad. Saber proporcionar la respuesta adecuada en el momento oportuno, con los instrumentos precisos”.

Las empresas han exigido control, resultados, adaptación a rígidos moldes y, en muchos casos, se han focalizado en captar talento que se someta. Sin embargo  el talento no nace en cautividad, requiere oxígeno para poder desarrollarse; es sinónimo de creatividad, innovación e implica romper moldes por lo que las organizaciones  para gestionarlo necesitan crear espacios de libertad.

Pérdida del compromiso

Otra de las consecuencias de la crisis ha sido la pérdida del compromiso, un concepto que ha cambiado mucho durante los últimos años. Mientras que antes el compromiso era sinónimo de permanencia, en la actualidad el mejor talento necesita asumir retos que le permitan desarrollar la capacidad de auto-inventarse.

Muchas organizaciones han solicitado compromiso y cuando se les ha entregado en demasiadas ocasiones su respuesta no ha sido la esperada. El compromiso debe ser mutuo, recíproco, no puede ser asimétrico y reclama generosidad por parte de las empresas hacia sus empleados.

Otra de las consecuencias de la crisis para el pensador español ha sido la “Fuga de Talento” de una de las generaciones más preparadas de los últimos años, una generación globalizada que en muchos casos se ha visto obligada a desplazarse a otros países en busca de oportunidades profesionales y que previsiblemente regresará dentro de algunos años con una visión más amplia.

Talento y compromiso reclaman un tercer concepto: Liderazgo

Para alcanzar el éxito tenemos que plantearnos las siguientes cuestiones; ¿Dónde estoy?, ¿Dónde me gustaría estar?, ¿Cómo voy a llegar? y ¿Qué papel ocupa el liderazgo en este camino?

El liderazgo es un pilar fundamental para la consecución de objetivos, pero un directivo, por el hecho de serlo, no es un líder. Mientras que un directivo consigue que quienes dependen de él “obedezcan” a sus requerimientos, un líder logra que quienes dependen de él “quieran” hacer lo que deben.

El directivo no gestiona talento ni compromiso porque lo esencial de las personas -sus iniciativas, su creatividad- no se compra, se merece. Debemos tener en cuenta que las personas que más valor generan  son aquellas que se sienten parte de un proyecto.

Pero el líder, ¿nace o se hace?  Aunque para Fernández Aguado existen cualidades innatas y características de un líder, destacó –con conceptos y terminología creados por él- que el liderazgo es un idioma que cada persona puede aprender. Un idioma universal y atemporal con un diccionario de 250 palabras clasificadas en 3 capítulos:

  • Habilidades técnicas: un buen líder debe ser experto en su área de conocimiento.
  • Habilidades comportamentales o directivas: La mayor parte de las personas reacciona de forma positiva cuando se les motiva. La forma de comunicar influye en la consecución del compromiso.
  • Habilidades éticas: es importante diferenciar un líder de un manipulador. Un líder llega a un grupo, lo forma y lo transforma en equipo mejorando su rendimiento. La formación por tanto resulta fundamental en la gestión del talento para ayudar a las personas a conseguir mejorar su desempeño.

¿Y cuáles son las cualidades que debe de tener un líder? Entre otras, el conferenciante destacó:

Ser observador.
Apoyar a otros directivos y generar confianza.
Atender con cercanía a sus equipos
Ser agradecido.
Ser positivo y proporcionar soluciones desde el realismo.
Ser humilde, ejemplar y no creer que lo sabe todo.
Escuchar y pensar para planificar planes de acción.
Repetir incansablemente las cosas importantes, generar pocos mensajes pero claros y consistentes.
Diseñar bien los cambios.
Desarrollar visión estratégica: el líder necesita tomar tiempo de reflexión en su día a día para tomar las decisiones estratégicas de sus organizaciones y no delegar en otros esta tarea. 
Para un líder delegar es dedicar tiempo para formar a las personas para que tomen decisiones independientes.

Para  Fernández Aguado “La crisis más importante no ha sido la económica, ha sido la de valores y para superarla se necesita de verdaderos líderes. Los directivos deben transformarse en líderes que reflexionen sobre el momento actual y sobre sí mismos para captar el talento, entenderlo y de este modo recuperar el compromiso perdido. Las organizaciones que aprendan a liderar el talento estarán asegurándose el futuro”.

No hay comentarios: