Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

jueves, julio 02, 2015

Lecciones de Liderazgo. Si estás solo en la cumbre, estás haciendo algo mal

John C. Maxwell, director de The John Maxwell Company,  que ha entrenado a más de cinco millones de líderes en todo el mundo y autor de numerosos libros, alguno de los cuales hemos comentado, en su libro “The leadership Handbook. Critical lessons everyleader needs” expone sus ideas sobre lo que debe ser un líder.

El liderazgo es complejo ya que es, según el autor:

1.- La disposición a ponerse en una situación de riesgo.

2.- La pasión de marcar una diferencia con otros.

3.- Estar insatisfecho con la realidad actual.

4.- Aceptar las responsabilidades mientras otros buscan excusas.

5.- Ver las posibilidades de una situación mientras otros ven sólo limitaciones.

6.- La disposición para destacar entre una multitud.

7.- Tener la mente y el corazón abiertos.

8.- Es la habilidad para neutralizar nuestro ego por el bien común.

9.- Lograr que los demás tengan la capacidad de soñar.

10.- Inspirar en los demás una visión de cómo pueden contribuir.

11.- El corazón  del líder hablando al corazón de los demás.

12.- La integración del corazón, el espíritu y la mente.

13.-La capacidad de preocuparse por los demás y al hacerlo liberar sus  ideas, su energía y sus capacidades.

14.- La posibilidad de convertir los sueños en realidades.

15.- Actuar con valentía.

Maxwell plantea una serie de lecciones, que ha ido adquiriendo en su experiencia a lo largo de los años,  que pueden ser útiles para conseguir cumplir todos los requisitos expuestos en el listado anterior. Son las siguientes:

I.- Si estás solo en la cumbre, no estás haciendo algo bien

Las generaciones anteriores pensaban que los líderes no debían estar nunca muy cerca de las personas a las que lideraban. “Hay que mantener una distancia” era una frase muy escuchada. Los buenos líderes tenían que mantenerse aparte.

Para muchas personas la imagen del líder es la de un individuo que se encuentra solo en lo alto de una montaña, mirando hacia abajo a sus seguidores. Está separado, aislado y solo.

Si estás liderando y te encuentras solo no estás actuando correctamente, ya que significa que nadie te está siguiendo y si nadie te sigue no estás liderando. ¿Qué tipo de líder es el que deja a todos detrás y hace el viaje en solitario? Un líder que es egoísta. Conducir a sus colaboradores a la cumbre es lo que hacen los buenos líderes. Elevar a las personas a nuevos niveles es uno de los requisitos de un liderazgo eficaz y hacerlo es complicado si existe una gran distancia entre el líder y sus seguidores, porque éste no conocerá cuáles son las necesidades o los sueños de sus profesionales.

Maxwell propone  las siguientes reflexiones:

1.- Nadie puede llegar a la cumbre en solitario. Pocos líderes tienen éxito sin ayuda. Lamentablemente tan pronto como algunos líderes llegan a lo alto dedican su tiempo a intentar empujar a los demás que se encuentran allí. Se creen los reyes debido a su inseguridad y competitividad. Puede que tengan éxito con este comportamiento durante un tiempo pero normalmente van a fracasar. Si nuestra meta es derribar a los demás para que caigan, dedicaremos demasiado tiempo y energía vigilando  y buscando a las personas que pensamos van a hacer lo mismo con nosotros. En lugar de ello resulta más eficaz ayudar a los demás y pedirles que se reúnan con nosotros.

2.- Para llegar a la lo más alto es esencial llevar a los demás a la cumbre. Los buenos líderes son como los guías turísticos: conocen el territorio porque lo han recorrido antes y tratan de hacer todo lo posible para que el viaje sea agradable y sea un éxito para todos.

La credibilidad de un líder comienza con el éxito personal y finaliza ayudando a los demás a que tengan éxito. Para obtener credibilidad debemos demostrar:

a).- Iniciativa.

b).- Sacrificio.

c).- Madurez.

Si mostramos el camino los demás querrán seguirnos. Cuanto más alto vayamos más personas querrán seguirnos.

3.- Llevar a los profesionales a lo más alto es más satisfactorio que llegar solos. Existe una gran diferencia entre un jefe y un líder. El jefe dice: “Ve”. El líder dice: “Vayamos juntos”. El propósito del liderazgo es llevar a los demás a la cumbre y cuando conseguimos que la alcancen aquellos profesionales que sin nosotros no habrían sido capaces sentimos una de las mayores satisfacciones que se pueden experimentar.

4.- Gran parte del tiempo los líderes no están en lo más alto. Los líderes rara vez se mantienen en una situación estática. Están constantemente en movimiento. Algunas veces bajan de la cumbre para buscar nuevos líderes potenciales, otras están ascendiendo con otro grupo de profesionales. Los mejores dedican mucho tiempo a servir a otros líderes y a ayudarles en el ascenso. Jules Ormont decía: “Un gran líder nunca se pone por encima de sus seguidores salvo para asumir las responsabilidades.”

El autor sugiere los siguientes consejos para los líderes que se encuentren solos:

a).- Evitar el pensamiento basado en posiciones. El liderazgo tiene mucho que ver con las relaciones, no sólo con las posiciones. El líder que dedica tiempo a establecer relaciones nunca estará solo. Los líderes que se centran en su posición, por el contrario, con frecuencia se encuentran solos. Cada vez que utilizan su puesto para “persuadir” a sus colaboradores para que hagan algo están creando  distancia entre ellos y los demás. Están transmitiendo esencialmente: “Yo estoy arriba y vosotros estáis abajo. Haced lo que os digo”. Con esta actitud consigue que los demás se sientan pequeños y los aliena, al tiempo que ocasiona una brecha entre ellos y su líder. Los buenos líderes no tratan de empequeñecer a sus profesionales sino que procuran que crezcan.

b).- Estar alertas ante el lado oscuro del éxito y del fracaso. Ambos pueden ser peligrosos. Cada vez que nos consideramos como triunfadores estamos empezando a separarnos de aquellos a los que consideramos que vemos como menos afortunados o perdedores. Empezamos a pensar: “Yo no necesito verles” y nos vamos apartando. Irónicamente el fracaso también conduce a que nos separemos pero por otras razones. Si nos consideramos como fracasados tratamos de evitar a los demás y pensamos: “Yo no quiero verles”. Ambas formas de pensar conducen a una insana separación de los demás.

c).- Creer que las personas son importantes. Los buenos líderes saben que para liderar a las personas tienen que querer a las personas. No se puede ser buen líder sin preocuparse por los demás. Los líderes ineficaces dicen: “Yo amo a la humanidad, pero no aguanto a las personas”. Para poder aportar valor a las personas tenemos que sentir interés por ellas. Si lo único que sentimos es indiferencia corremos el riego de empezar a manipularles y ningún líder debe hacerlo nunca.

d).- Ser conscientes de que necesitamos a los demás. Pocos logros que aporten un valor real se consiguen trabajando en solitario. Un buen líder debe pensar que sus colaboradores no trabajan para él sino que trabajan con él, en equipo, para alcanzar las metas, juntos.

Maxwell plantea que el líder se haga las siguientes preguntas:

1.- ¿En qué aspecto  del liderazgo  destaco? Algunos líderes son mejores al tratar las facetas más técnicas del liderazgo: estrategia, planificación, finanzas,… y otros en la faceta relacionada con las personas: comunicación, motivación,….Si la respuesta es la parte técnica debe procurar mejorar sus habilidades de relación.

2.- ¿Por qué quiero estar en lo más alto? La mayor parte de las personas sienten el impulso natural de mejorar sus vidas y en muchos casos esto supone el ascender profesionalmente. Si la única motivación para liderar es el desarrollo profesional se corre el riesgo de llegar a convertirse en un líder del tipo de líder posicional que le gusta jugar a ser el rey ante sus colaboradores. En este caso, para corregir esta tendencia el líder debe dedicar tiempo a intentar descubrir cómo su liderazgo puede beneficiar a los demás.

3.- ¿Cuál es mi sueño? ¿Es solitario? En este caso el líder debe ampliar su perspectiva pensando cómo puede alcanzar mayores sueños con la ayuda de su equipo.

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