Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

sábado, mayo 09, 2015

Predecir el éxito futuro

¿Cómo es posible detectar aquellas cualidades que serán diferenciadoras para que una persona tenga encaje? Distinguir el mirlo blanco es una aspiración universal pero no es fácil.

"Tiene que salir muy bien porque aquí nos la jugamos". Con esta frase comienzan la mayor parte de los procesos de selección en los que he estado involucrado. No en vano acertar con un profesional puede implicar la diferencia entre triunfar o fracasar para la empresa según el alcance de la posición, sobre todo en este contexto de ritmo frenético que impone el mercado.

Sin embargo, ¿cómo es posible detectar aquellas cualidades que serán diferenciadoras para que una persona tenga encaje? Distinguir el mirlo blanco es una aspiración universal pero no es fácil, eso ya lo sabemos. Cuando analizo por qué han ido bien e incluso promocionado y alcanzado el éxito determinadas personas, la respuesta no siempre es tan obvia.

No obstante, hay cosas que hablan de ti incluso sin haber abierto la boca en un proceso de selección, entre otras la propia consistencia de tu trayectoria profesional. En concreto, un seleccionador estudia con lupa cuál ha sido el hilo conductor de los pasos que has ido dando. Es cierto que las decisiones en el ámbito profesional vienen muy condicionadas, pero el que las toma eres tú mismo. Un camino de experiencias erráticas o dispersas no dice mucho sobre la capacidad de tomar decisiones acertadas o sobre saber dirigir tu futuro, cuánto menos de por dónde conducirás a la empresa con tu aportación.

Aquel director de producción debía cumplir unos requisitos muy exigentes para abordar con éxito el plan de reorganización industrial de la planta de la filial española, pilotado desde la central en Reino Unido. No estaba encima de la mesa que pudiera convertirse en director general en tres años y medio después, como así ocurrió.

No creo que fuera la suerte, aunque desde luego estar en el lugar y momento oportunos no le desfavoreció... Él tomó una decisión valiente cuando se incorporó en la empresa haciendo algunas renuncias familiares. Es indudable que la calidad de su trabajo fue excelente y que su experiencia anterior le avalaba. Pero, ¿qué marcó la diferencia? En este caso su gran aportación fue, junto a todo lo anterior, el haberse sabido ganar el corazón de los equipos, aunque combinado a partes iguales con aplicar siempre un enfoque pragmático y pegado al terreno. Las actitudes que se desprendían de su trayectoria -experiencia pero sobre todo empatía, flexibilidad y capacidad de aprendizaje- nos hicieron apostar por él y no nos equivocamos.

Realmente no me atrevería a destacar un único y concreto estilo personal como el más propicio para conseguir el éxito. La combinación de personalidades y experiencias disponibles es muy amplia, y su ajuste a lo que se espera marca la diferencia.

Por otro lado, rezuma madurez en un profesional la autoconsciencia de sus logros y fracasos. Sin duda, el poder declarar abiertamente sobre los éxitos y también sobre los traspiés evidencia el bagaje de aprendizaje que le permitirá afrontar animosamente y con garantías cualquier nuevo reto profesional. 

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