El rendimiento de los
trabajadores mejora cuando sienten que reciben una contraprestación equivalente
a su esfuerzo.
La Real Academia Española (RAE) define motivar como “disponer del ánimo de alguien para que proceda de un
determinado modo”. Así pues, si se quiere que los trabajadores sean eficientes, se tiene que crear un ecosistema que
les empuje a actuar así en su día a día. Pero, ¿cómo hacerlo? Esta pregunta supone
un enigma que han tratado de
resolver profesionales de todos los ámbitos, desde psicólogos hasta
matemáticos, pasando por sociólogos y químicos.
"Tener a profesionales motivados es básico para el
rendimiento de la compañía", apunta Tomàs Rubió, director del Máster en
Dirección de Recursos Humanos en las Organizaciones de la UPF Barcelona School
of Management.
El académico apunta que es clave que los trabajadores se
identifiquen con los valores que defiende la empresa, así como que los jefes
actúen en coherencia con estos principios. En este sentido, subraya que los
líderes de la empresa tienen que ser cercanos a los trabajadores e interesarse
por los problemas o necesidades que puedan tener en su día a día laboral. Rubió
resalta que este proceder tiene que ser sincero: no basta con mostrarse próximo
y hacer ver que se escucha para quedar bien de cara a la galería.
“El líder carismático no se puede confundir con el líder
manipulador producto de un marketing interno de corto recorrido, que pretende
motivar a los trabajadores en base a unos valores que él mismo no se cree y no
practica”, subraya.
Para empatizar con los trabajadores, últimamente se ha
puesto de moda que los directivos ocupen de forma temporal un puesto de trabajo
de poco rango dentro de la compañía. Un ejemplo de esta práctica es el programa
"El jefe Infiltrado", que se emite en la cadena de televisión La
Sexta.
Este tipo de experiencias, afirma Rubió, ayudan a que los
jefes conozcan "in situ" las problemáticas que afrontan los
trabajadores, a la vez que pueden detectar las deficiencias en el
funcionamiento de la organización.
Otra fórmula más convencional para que los directivos sepan
cómo facilitar el trabajo a sus empleados, de tal modo que se sientan más
cómodos y motivados, es programar encuentros periódicos entre las dos partes,
donde los trabajadores puedan exponer de forma libre las sugerencias para
mejorar el funcionamiento de la empresa.
Buenas condiciones
laborales
La identificación con los valores de la empresa y el
tratamiento de cercanía con los altos cargos tiene que ir ligado a unas buenas
condiciones laborales, pues difícilmente se motivará un trabajador que sienta
que su esfuerzo no se recompensa de forma justa.
Así pues, un sueldo digno, horarios que permitan compaginar
la vida personal con la profesional y la posibilidad de prosperar
profesionalmente son aspectos clave para lograr una buena predisposición de los
empleados.
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