Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

jueves, diciembre 31, 2015

Consejos para ser un buen jefe sin importar lo ocupado que se encuentre

La CEO de una empresa del mundo de la moda reconoce cuáles son sus errores más comunes en el manejo del personal y propone medidas para mejorar la relación.

Esta semana que pasó me llamó la atención algo mientras leía los correos electrónicos de mis empleados. Todos parecían tener algo en común: había un tono un poco nervioso, demasiado deferente. Recién entonces advertí que en el último mes me había visto absorbida por una tormenta de tareas operativas: nuevas contrataciones, concretar contratos, trabajo con los departamentos de legales, ventas y contable. Debo haber estado dando la impresión de que no era momento de molestarme.

De pronto advertí que sin darme cuenta estaba aterrorizando a mi equipo. Para mi alarma vi que el cambio había ocurrido bastante rápido. Mi siguiente pensamiento fue: "¿Cómo arreglo esto rápido?" Cuando creé mi compañía mi meta era generar una cultura en la que todos realmente quisieran venir a trabajar, incluyéndome. Nunca quise que un empleado sintiera que no le importa a la compañía. Me prometí que nunca habría nadie parado en la entrada por la mañana temiendo pasar la puerta. No debería haber comentarios por lo bajo acerca de las malas acciones de los jefes.

Tuve la suerte de no haber pasado por demasiadas experiencias de ese tipo cuando trabajé para otros, pero sí las suficientes como para saber lo mal que se siente.

Creo que fue Maya Angelou que escribió: "La gente olvida lo que uno dijo. La gente olvida lo que hiciste. Pero la gente nunca se olvida de cómo la hiciste sentir".

Teniendo eso en mente se me ocurrieron estas cinco estrategias para volver a estar en contacto con mis empleados, no importa lo ocupados que estemos.

1. Leer a fondo el correo electrónico

Trabajar directamente para un CEO puede poner nervioso a cualquiera. Si alguna vez lo hizo, probablemente recuerda cómo escribía cuidadosamente sus correos para dar sólo la información esencial del modo más directo y nada entorpecedor. Póngase en el lugar de sus empleados. El correo electrónico se supone que es una forma concisa de comunicación, pero eso no es excusa para una respuesta áspera o un tono cortante. Tómese el tiempo para que le importe cómo suena y lea atentamente los correos de la gente de su equipo. Sea que tenga que empezar a trabajar más temprano, separar un tiempo para eso o verlos al final del día luego de terminar con otras tareas es imperativo que sus empleados sepan que no le hablan al vacío ni corren el riesgo de que los callen si alzan la voz.

2. Tomarse el tiempo para hablar

Quedan muchas cosas sin decir mientras los CEO corren de reunión en reunión y de llamada en llamada todos los días. Personalmente pienso en estas cosas por la noche y trato de ver lo que no alcancé a hacer durante el día. ¿Qué debo hacer sobre esto? ¿Debo hablar con esa persona? ¿Cómo debo manejar esta cuestión caliente? Si se tiene que abordar un tema con un empleado, el tiempo de espera es un factor esencial. Si espera demasiado la falta de comunicación puede tener un efecto canceroso. Comentarán sus preocupaciones con otros empleados y puede hacer caer la moral del personal.

Los miembros del equipo pueden terminar sintiéndose innecesariamente inseguros respecto de su situación. Y eso afectará a su vez su desempeño diario.

Cumpla con la regla de los dos días. Si se necesita hablar con un empleado sobre un asunto importante propóngase hacerlo en 48 horas. Esto sólo vale para asuntos importantes, no menores, y es su tarea saber si es importante. Alabar es tan importante como la crítica constructiva. O puede ser simplemente tomarse el tiempo de decir: "Sé que esta cuenta es difícil. ¿Tiene alguna duda o ideas que debiera conocer?" Esas conversaciones harán saber a su equipo que está presente y le importa lo que le pasa.

3. Otorgar el apoyo que necesita el equipo

Si su equipo parece golpeado o inseguro de cómo proceder, dé un paso atrás y vea si necesita recursos o apoyo adicional. Si es así no tarde en implementarlo. No es difícil conseguir capacitación efectiva en la era digital. A veces los tutoriales de video o los cursos de capacitación online pueden ser herramientas útiles para superar un problema técnico. Si invierte temprano en el tiempo y los materiales para capacitar a sus empleados adecuadamente podrá responder a problemas más adelante.

4. A las trincheras con su equipo

Al crecer la compañía lo último que quiere es quedar desconectado del trabajo diario. No importa que se encabece un negocio de servicios, una compañía minorista, una operación de remoción de basura. Tiene que saber cómo se siente hacer el trabajo duro. Y tiene que hacerlo regularmente. ¿Por qué? Por empezar es su negocio y tiene que ver dónde puede haber agujeros. Además, su equipo verá que se mete en el barro y sabe con qué se las tienen que ver. Desde mi punto de vista, lo peor que puede hacer un CEO es no entender el trabajo que hace el empleado en el nivel más bajo de su empresa.

5. Reconocer cuando se estuvo mal

Los empleados que trabajan para mí saben que rara vez digo las palabras "lo siento" en la empresa. A menos que considere que yo o alguien de mi equipo realmente hizo algo muy mal, tiendo a no pedir disculpas. Pero hay excepciones. En algunas oportunidades reuní a mi personal y les dije: "Escuchen, tuve una mala semana y quiero que sepan que no tuvo nada que ver con ustedes. Soy humana y hay cosas que me aumentan el estrés". Hubo momentos en que me disculpé por ser demasiado cortante con una de mis mejores empleadas por correo electrónico, diciendo: "Siento que te ladré. Es tarde. Siempre sos responsable y debí saber que tenías todo resuelto". Y ella me respondió alegremente.

Reconózcalo a su equipo cuando comete un error serio. ¿Por qué me disculpé en esos momentos, pero no en otros? Porque ser descortés con un miembro del equipo no es un "asunto de bajo perfil, no importante". Importa mucho como interactúa con sus empleados. Trate de recordar cómo se siente cuando un empleado sabe que usted como jefe de la compañía está equivocado.

Enfrente la situación. Sus empleados lo respetarán por ello y su compañía se fortalecerá.

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