McDonald’s ha
advertido de que se enfrenta a una "urgente" necesidad de cambio en
un intento para recobrar a los clientes, mientras informaba de una caída en las
ventas mensuales mucho mayor de lo esperado.
La cadena de comida rápida dijo ayer que las ventas globales
habían descendido en un 1,7 por ciento en febrero, muy por encima de la caída
del 0,3 por ciento prevista por los analistas.
Su funcionamiento se ha visto afectado por las fuertes
caídas en Estados Unidos y Asia Pacífico, donde las ventas descendieron en un 4
y 4,4 por ciento, respectivamente.
La noticia se ha dado a conocer sólo pocos días después de
que Steve Easterbrook asumiera el cargo de consejero delegado en sustitución de
Don Thompson.
Durante los aproximadamente tres años que Easterbrook lleva en
McDonald's, el actual consejero delegado ha visto cómo la mayor cadena de
restaurantes del mundo lucha por adaptarse a los cambios en los gustos de los
consumidores.
La compañía se enfrenta a problemas en muchos mercados.
McDonald's achaca el pobre rendimiento en EEUU, su mayor mercado, a una
"constante actividad competitiva agresiva".
Los consumidores
estadounidenses están optando por comida que se percibe como más natural y
saludable en restaurantes de comida rápida informal que ofrecen opciones
orgánicas.
Pero los problemas de McDonald’s son globales. El mal
funcionamiento en Asia se debe "principalmente" a un "problema
de gran alcance que afecta a la percepción de los consumidores en Japón",
donde han habido problemas con los proveedores.
No obstante, esto ha sido
parcialmente compensado por el impulso recibido con la celebración del Nuevo
Año Chino, que contribuyó a un incremento de las ventas en el país.
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