1. Que la universidad nos habilita profesionalmente para
toda la vida.
2. Que tenemos una profesión, en realidad somos un proyecto
profesional en permanente construcción.
3. Que la información
es un bien escaso, como antes. Debemos aprender a movernos en grandes
cantidades de información y no morir en el intento.
4. Que las redes sociales son redes de negocio.
5. Que la suma de poder y conocimiento nos permite
transformar una organización. El liderazgo y las competencias soft son
fundamentales para el cambio.
6. Que liderazgo es carisma y hablar bien. El líder es un
servidor que proyecta una lógica coherente entre lo que dice y lo que hace.
7. Que el trabajo tiene horario y oficina, cada vez más, el
trabajo serán resultados alcanzados en formatos más flexibles.
8. Que el fracaso es una derrota. Solamente lo es si no
aprendemos de él.
9. Que la innovación es esporádica y algo relacionado
solamente con la tecnología.
10. Que la creatividad es la clave de la competitividad. La
clave es la innovación (creatividad + disciplina de cambio y aplicación).
11. Que es igual quién haga las cosas. La meritocracia del
talento tiene un protagonismo total en los resultados.
12. Que ser empresario no tiene que ver con la
responsabilidad social.
13. Que ser emprendedor es aprovechar algunas subvenciones e
instalarte en una incubadora.
14. Que el éxito es definitivo.
15. Que el esfuerzo es una etapa de la vida.
Me he hecho la misma pregunta que me hice en junio de 2009
(Que hay que desaprender) y ha salido esta lista, un poco más larga que la de
hace tres años, pero muy similar en el fondo.
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