La
consultora ha elaborado un estudio con 75.000 empleados y
más de 10.000 managers para clasificar a los diferentes jefes de
personas según sus cualidades y distinto tipo de liderazgo.
Great
Place to Work, referente internacional en consultoría de investigación
y gestión de alta dirección, ha elaborada una nueva clasificación con la
opinión de 75.000 empleados y más de 10.000 managers. En este caso, no se
centra en los Mejores Lugares para Trabajar, sino en quienes dirigen a sus
personas. Y es que si hay algo que la consultora destaca tras el estudio es que
no todos los jefes son los candidatos perfectos para la responsabilidad que sustentan
y solo los líderes para todos son los que consiguen impactar positivamente en
los resultados de las empresas que les otorga su responsabilidad.
El modelo de análisis de Great Place to Work permite identificar cuándo
una empresa ha elegido a un líder para hacer crecer el negocio o si, en cambio,
el fin fue más operativo o incluso amistoso. “Este exhaustivo estudio nos ha
permitido descubrir un hecho demoledor y es que más del 50% de los líderes de
las compañías con las que trabajamos nunca aspiraron a ser líderes de personas”
– afirma Nicolás Ramilo, Director General de Great Place to Work España.
A partir de los datos de más de 10.000 líderes, la consultora
ha dividido a los jefes de personas en cinco tipos, en base a una serie de
características y áreas de mejora. Ahora sí, veamos los perfiles en términos de
rentabilidad para una compañía.
El líder involuntario es el líder que nunca se
propuso serlo. Por razones de diferente índole llega a este puesto, pero carece
de habilidades para motivar e inspirar a las personas que se encuentran bajo su
dirección. Es fácilmente reconocible por pensar en su equipo como un grupo de
empleados y no de personas, obtener reconocimiento por tareas que no son suyas
o no llevar a cabo cambios tras recibir comentarios negativos sobre su
desempeño profesional. Además, son personas que resuelven sus frustraciones
alzando la voz o emitiendo juicios personales sobre los demás. Se trata
seguramente de los líderes que menos impacto positivo tienen en los resultados
de su compañía, sin embargo, Great Place to Work propone un plan de mejora para
ellos, que incluye, entre otros, ser más accesible, colaborador, abierto,
aceptarse más y tener mayor confianza en uno mismo. Por el contrario, exige al
líder ser menos tóxico, permitiendo a las personas enfocarse más en la tarea en
cuestión que han de desarrollar para reducir sus probabilidades de que deseen
cambiar de trabajo.
Muy cerca de estos, el líder inestable es aquel que
no apoya activamente a su equipo o que no realiza su tarea en la medida en que
la compañía lo necesita, o dicho de otra manera, no dan un paso adelante cuando
deberían hacerlo. Suelen tener a sus favoritos y presentan dificultades para
trabajar con otros equipos. Además, no se centran porque tienen problemas
personales y profesionales en cuanto a la relación con otras personas, suman
quejas de sus empleados y suelen recibir advertencias por no alcanzar sus objetivos.
Para ellos, Great Place to Work aconseja eliminar favoritismos, comunicarse
regularmente con las personas y hacer que los miembros de su equipo se sientan
involucrados.
Por su parte, el líder transaccional es aquel que se
limita a sacar adelante el trabajo. Suelen ser buenos en lo que hacen y
verifican continuamente que todas las tareas estén ejecutadas, sin embargo, no
intentan desarrollar las relaciones profesionales en sus equipos, por lo que
sus empleados, se sienten desprotegidos. Son personas que dan muchas órdenes,
pero escuchan poco. Aunque son competentes, trabajan con frialdad y no se
preocupan por la vida que las personas tienen fuera de sus puestos de trabajo.
Para ellos, la consultora recomienda desarrollar habilidades y hábitos de buenas
personas, escuchar a sus empleados y mostrar su interés por ellos.
En penúltimo lugar y mucho más cerca de la perfección se
encuentra el buen líder, un perfil consistente, incluyente y sincero.
Estos son claros acerca de las expectativas, entienden que los errores ocurren
y saben que las personas tienen vida fuera del trabajo, lo que los lleva a
hablar con sus compañeros sobre cualquier problema e incluso les ayuda a
desarrollarse en sus carreras y a promocionar. Pese a que se aproximan, no
llegan a ser el líder para todos y para que lo consigan, Great Place to Work
les invita a mirar a largo plazo y enfocarse tanto en el futuro como en la
manera en que los equipos de la compañía se unen para lograr los objetivos,
algo que pasa por dejar sus propios objetivos en segundo plano para centrarse
en los intereses del grupo.
Y por último, el líder para todos es el mejor en
términos de rentabilidad para la empresas. Ellos son los que más ayudan al
incremento de los resultados de las compañías en las que operan al establecer
un fuerte sentimiento de colaboración dentro de los equipos. Siempre lideran
desde atrás, permitiendo a las personas desarrollar su trabajo de la mejor
forma posible y tratan a todos de la mejor forma, independientemente del puesto
que ocupen. Además, promueven que las personas trabajen de manera autónoma y
agradecen los comentarios y opiniones de otros sobre sus decisiones. Se
identifican fácilmente porque están rodeados de personas inteligentes,
comprometidas y que aman su trabajo, por lo que cuentan con poca rotación entre
los empleados que dirigen. Reciben buenas evaluaciones por su desempeño y han
sido promovidos por sus habilidades de liderazgo o el éxito de sus equipos. Lo
bueno es que cualquiera de los cuatro líderes anteriores, desde el involuntario
hasta el buen jefe, son capaces de convertirse en un líder para todos. Solo
tienen que reconocer que aún no lo son y saber que existe un plan de mejora
para llegar a serlo. Es cierto que no es fácil serlo, pero para ello hay que
empezar por reevaluar constantemente lo que las personas y los equipos
necesitan para tener éxito y para ayudar al equipo a lograr sus objetivos.
Según Ramilo “los líderes de este nuevo mundo sobresalen por
los proyectos que desarrollan, por cómo hacen que la innovación fluya a su
alrededor, por su compromiso de su equipo con la visión y la estrategia de la
compañía y por los resultados que, en consecuencia, todo esto proporciona”. Y
añade, “si hay algo que en Great Place to Work tenemos claro es que todos,
independientemente de su clasificación actual, pueden convertirse en líderes de
personas”.
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