workshops y seminarios internos.
La obra Manipul-Arte, sobre prevención del lavado de
activos, de la consultora Sardi.
En la búsqueda de alternativas para evitar los típicos
cursos de capacitación donde alguien recita con mayor o menor gracia lo que
dice un power point, se impusieron opciones provenientes del mundo del
teatro.
Desde obras o escenas escritas ad hoc y
montadas con actores profesionales hasta técnicas de psicodrama, stand-up y
teatro imagen se ofrecen como variantes en los planes de capacitación,
desarrollo y mejora del clima laboral en las organizaciones.
La propuesta del teatro corporativo es llevar a escena
problemas
o conflictos de la empresa y luego discutirlos.
Reinaldo Hernández, un experto en capacitación venezolano
ahora asociado a la consultora Sardi en la Argentina, asegura que este tipo de
propuestas entusiasman mucho más a los empleados. “Con el teatro
corporativo, los participantes de la empresa que miran la obra se está
viendo a sí mismos”, señala.
Ellos montan obras breves con actores profesionales, que
tratan los temas que la empresa necesita trabajar. Al finalizar de la puesta,
se realiza un “conversatorio”, donde se discute lo visto. A ese debate,
moderado por el propio Hernández, se suman especialistas sobre el tema tratado.
El consultor tiene escritas 17 obras que abarcan temas de
calidad de servicio y atención al cliente, valores personales y
organizacionales, ética y compliance, y salud y seguridad laboral. Ahora trabaja
en el desarrollo de una pieza sobre acoso laboral.
La propuesta para empresas del Estudio del Picadero
también consiste en la escritura, en este caso de una escena, “que presenta los
conflictos que la empresa quiere solucionar”, explica Lázaro Droznes, fundador
del estudio. “Escribimos la escena para que se resuelva de manera equivocada”,
agrega. Una vez presentada, el público señala lo que está mal. “Después, se
vuelve a hacer la misma escena con los mismos actores pero con un cambio en las
reglas: cualquiera del público puede interrumpir y decir que
en lugar de hacer tal cosa, haga tal otra: si hay consenso, el actor incorpora
el cambio a la escena”, describe. Incluso “muchas veces los participantes pasan
y juegan ellos mismos la escena espontáneamente, porque hay un gran nivel de
participación”, asegura Droznes.
Así, queda armada una nueva escena “que tiene incorporadas
todas las críticas que se han hecho”. Para Droznes, lo valioso de este método
es que “no es ningún gurú que viene a explicar cómo hacer las cosas: son ellos
mismos los que construyen el modelo de la escena correcta”.
Soltarse y crear
Muchas técnicas provenientes del teatro permiten trabajar lo
corporal, la emocionalidad, la creatividad y la comunicación en los ambientes
corporativos. Diego Wainstein,actor y docente de stand-up, integra una cátedra
en el MBA del IAE. Su parte consiste en ayudar a los futuros gerentes a mejorar
la forma de comunicar.
También hace ese mismo tipo de actividad en empresas. “Se
trabaja en dos cosas: en el que se dice y en el cómo se dice”, cuenta
Wainstein. “A nivel corporativo hay unos lineamientos que se heredan sobre qué
se puede decir y qué no. Se trata de desacralizar, de correr los parámetros y
límites, y el humor es una forma de tirar barreras”. El cómo, agrega, se
relaciona con “lo actitudinal, lo corporal, lo presencial. Esta cosa de qué se
puede y qué no se traslada mucho al cuerpo y hay mucha rigidez en las
presentaciones en vivo, ya sea el lanzamiento de un producto o comunicar un
estado financiero”, dice. Las técnicas del stand-up y el humor son
herramientas que permiten destrabar, enfatiza el actor.
Gisela Galimi, que hace 12 años trabaja capacitando en
comunicación a las empresas, también incorporó una propuesta más teatral: “En
el taller ‘Cuerpo virtual - cuerpo real’ trabajamos con dinámicas de la voz, el
cuerpo, la palabra, y también con la espacialidad. La idea es trabajar
las emociones para volver a poner el cuerpo en presente”, explica. Algo que
percibe como necesario en el contexto de trabajo virtual y comunicaciones
mediadas por dispositivos.
En Enfasis Motivation usa diversas herramientas dramáticas,
entre ellas el “teatro imagen”, de Augusto Boal. “Es una herramienta simple,
pero hay que comprometerse: está abolida la palabra”, sintetiza Rubén Segal,
director de teatro y encargado de los talleres con técnicas teatrales. “Sirve,
entre otras cosas, para aglutinar a los equipos: les da un espacio de confianza
distinto”, asegura.
Y cuenta que la máxima aspiración es “sacar a los equipos de
verdad a actuar”, como en el caso del Bayer Chorus Clown, que se armó como producto
de este tipo de trabajo. “Y para el Día del Niño fuimos a hospitales”, cuenta
Segal. “La herramienta teatral en todas sus posibilidades es transformadora”,
concluye.
De conectarse con las emociones desde el cuerpo y la acción,
antes que desde las palabras, tratan también las técnicas de psicodrama que
usa Guillermina Gordoa, directora del área de Diversidad y Género de
la Fundación Oportunidad. "El psicodrama lo podés utilizar en tres
instancias diferentes: como una técnica en particular de resolución de un
conflicto, como proceso de acompañamiento de un grupo a mediano o largo plazo,
o en el marco de workhosps estratégicos con grupos para trabajar el desarrollo
de un equipo", enumera la especialista.
El uso de esta herramienta fomenta el desarrollo de la
espontaneidad y la creatividad, permite destrabar conflictos y
también desarrollar aprendizajes de manera vivencial, dice Gordoa.
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