A menudo, a la hora de hablar de mentoring, una
metodología y práctica destinada a desarrollar el potencial de las personas,
basada en la transferencia de conocimientos y en el aprendizaje a través de la
experiencia, se suelen citar los beneficios que aporta a las organizaciones y a
los mentees, que ven impulsado su talento y capacidades. Sin embargo, ¿qué
ventajas obtienen los orientadores? ¿Tiene la transmisión de conocimientos y
experiencia algún efecto positivo en el trabajo de los mentores o simplemente
es un gesto altruista pero improductivo para ellos?
Varios estudios han demostrado cómo ofrecer
orientación a los jóvenes profesionales recién incorporados a la
organización, permite a las empresas obtener de ellos mejores resultados, en un
plazo de tiempo más corto. Además también suelen vincularse a una mejora del
desempeño laboral en general y a un aumento del nivel de satisfacción de los
aprendices, lo cual puede suponer un incremento de su compromiso y tiempo de
permanencia en la compañía. Pero, ¿qué pasa con los profesionales
séniors?
Según publica en un artículo Harvard Businesss Review (HBR), los
profesionales que actúan de guías para las nuevas incorporaciones también
pueden beneficiarse del proceso de mentoring, desde su posición como mentores.
En este sentido, los expertos citan los resultados de algunas investigaciones
que sugieren que la tutoría puede mejorar la salud emocional de los
mentees, gracias a la relación cercana y de confianza que ambos crean. Un
efecto que, además de ser positivo, es bidireccional y permite que los
profesionales –independientemente de su edad- puedan hacer decrecer su nivel de
estrés.
Con el fin de revalidar esta teoría, Michael Gill, profesor
adjunto en Saïd Business School, y Thomas Roulet, profesor titular en Judge
Business School, analizaron el impacto generado en un grupo de policías
ingleses por un programa de mentoría. Según relatan a HBR, el programa se
implantó en 2013 para apoyar el desarrollo de los oficiales subalternos,
facilitándoles un espacio desde el que recibir orientación y discutir
sus aspiraciones y preocupaciones.
Asimismo, el estudio de Gill y Roulet incluyó dos partes: un
experimento de campo que permitió comparar la salud mental de las 17 personas
que formaron parte del programa y otro grupo que quedó fuera del mismo, y un
proceso de entrevista que buscó conocer al detalle la opinión de los mentees y
mentores participantes acerca de cómo la relación de mentoría pudo o no ayudar
a hacer descender sus niveles de estrés.
“Los resultados de nuestros experimentos mostraron que las
personas que sirvieron como mentores experimentaron niveles más bajos de
ansiedad y describieron su trabajo como más significativo que los que no lo
hicieron”, explican los investigadores. “Aprendimos de nuestras entrevistas que
los mentores proporcionaron a los oficiales superiores y subalternos, un lugar
para discutir y reflexionar sobre las preocupaciones”, añaden.
De esta forma, los mentores descubrieron que
compartían los mismos sentimientos de ansiedad, lo cual despertó un
sentimiento de cercanía, empatía, comprensión y una mayor comunicación entre el
grupo, que compartieron diferentes mecanismos para afrontar y superar dicho
estrés. “Muchos mentores que entrevistamos también dijeron que encontraron que
la mentoría mejoró el significado de su trabajo”, destacan Gill y Roulet
en HBR.
Pero, ¿por qué el mentoring tiene este impacto en
los mentores? Los expertos tienen la teoría de que supone “una forma
de recibir apoyo de la que, a menudo, se carece” porque, en el caso de los
policías, pese a las presiones mentales contra las que luchan como la difícil
toma de decisiones y el riesgo de muerte, son pocos los oficiales que piden
ayuda para “evitar el estigma negativo asociado con los trastornos de salud
mental”. Es por ello que, mediante estos programas, se ofrece una oportunidad
natural para “generar confianza” y sentar las bases para “una comunicación
abierta y honesta sobre temas delicados”.
Sin embargo, ¿puede esto aplicarse a otros
colectivos no relacionados con la seguridad? El plano empresarial no
escapa al estrés y aunque las preocupaciones no sean de vida o muerte, a
menudo, el impacto pude ser el mismo si no se soluciona en un corto o medio
plazo. Además, el hecho de no hablar sobre los problemas es una característica
compartida en cualquier sector, dado que a menudo se percibe como la
confirmación de una debilidad profesional. Por tanto, el mentoring podría
servir de ayuda para aquellos que necesitan de un apoyo que no van a solicitar
por sí mismos.
El artículo de HBR concluye asegurando que “la mentoría
es una inversión y los beneficios no siempre son inmediatos. Los compromisos
laborales pueden estorbar y prevenir reuniones regulares, dejando a algunos
mentores y aprendices incapaces de establecer una conexión personal, lo que
limita su positivo efecto en la salud mental”.
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