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Se acabaron los engaños en el currículo. Olvídese de falsear
trabajos o tesis doctorales, y de mentir acerca de su asistencia a clase para
conseguir un máster. Gracias al 'blockchain' es posible certificar su
trayectoria académica -también la profesional- y con ello los reclutadores y
empresas tienen garantías acerca de quién es usted, qué ha estudiado, qué ha
hecho y qué podrá hacer como profesional.
Los reclutadores ya no tendrán que acudir a las redes
sociales para comprobar cada dato proporcionado por el aspirante a un puesto.
Las mentiras en los currículos -que ahora no tienen demasiado sentido- serán
totalmente absurdas. Y las empresas podrán tener una certeza absoluta sobre la
idoneidad de un candidato, evitando errores, rotaciones y frustraciones...
Incluso para aquellos que sintieran la tentación de falsear trabajos de fin de
carrera, de máster o tesis doctorales, sería imposible, igual que mentir acerca
de la asistencia a un programa de formación que sólo sirva para engordar sin
más la hoja laboral... ¿Ocurrirá esto alguna vez?
Todo depende de si puede existir una herramienta que permita
certificar sin fisuras nuestra trayectoria académica y, mucho más allá, la
experiencia y la trayectoria profesional.
ISO profesional
segura
La respuesta está en la tecnología blockchain, que hace
posible crear un pasaporte profesional inmutable y cierto, una especie de ISO
segura que autentifica y valida lo que hemos estudiado y lo que somos y hacemos
como profesionales.
Javier Ruiz de Azcárate, presidente de Catenon, cree que
"la clave en la aplicación de la tecnología blockchain en los procesos de
selección no reside en su idoneidad, que es obvia, sino en su expansión como mancha
de aceite entre los principales actores del mercado laboral. Si las más
prestigiosas instituciones académicas optan por la certificación académica con
blockchain, esto empujará a que las principales firmas optemos por esta
garantía como sistema de verificación, y como consecuencia los candidatos
demandarán a sus centros académicos la adopción de la tecnología como sistema
de certificación".
"Las grandes compañías ya han detectado un porcentaje cada vez
más elevado de fraude en sus alumni"
Ruiz de Azcárate opina que esto ocurrirá igual con la
verificación de la experiencia profesional: "Las grandes compañías ya han
detectado un porcentaje cada vez más elevado de fraude en sus alumni. Cuando
rastrean LinkedIn descubren cientos de perfiles que jamás trabajaron en sus
equipos o que, habiéndolo hecho, no estuvieron en las posiciones de sus
perfiles públicos. Las vías para resolver esta auténtica plaga de fraude
profesional irán, bien porque el INSS adopte la tecnología para la emisión de
vidas laborales, o directamente por que las principales marcas opten por el
blockchain para proteger su marca empleadora y prestigien a los profesionales
que realmente operaron en ellas".
La aplicación del blockchain a los recursos humanos puede
llevar también a automatismos que generan el pago de nóminas e impuestos; o a
certificar bandas salariales, lo que ayuda a comprobar qué quiere ganar un
profesional y cuánto gana realmente, evitando mentiras y frustraciones o
actuando sobre las expectativas de cambio.
Pero sobre todo permite crear lo que Julio Villalobos,
director corporativo de Esade, llama identidad digital soberana: "Ahí está
todo. Nuestro perfil de salud, de ciudadano, y también la formación académica y
la vida laboral. Es inviolable. Y el blockchain junto con la identidad digital
ayudan a regular un currículo que es una especie de ISO que certifica y
garantiza los procesos".
Lydian Ventures ha desarrollado una plataforma abierta de
identidad digital soberana que se ha aplicado en primer lugar a los
participantes del programa online de márketing digital de ESADE, con idea de
extenderla al resto de programas académicos. Gracias a ella, los alumnos
reciben una declaración de estudios cursados satisfactoriamente y pueden
aceptar y compartir dicha afirmación en sus currículos o en redes como
LinkedIn, así como en los portales de empleo. Esta identidad del estudiante se
convierte en su expediente académico digital, que es posible compartir con
otros centros educativos para que anoten, de manera estructurada, sus otros títulos
académicos, con acreditación y certificación de la veracidad de sus datos,
inviolables y auditables públicamente.
Falsificaciones
imposibles
El ISDI fue la primera institución en ofrecer diplomas con
la tecnología blockchain. Nacho de Pinedo, cofundador y CEO, explica que
"el blockchain nos proporciona un sello de tiempo. Queda especificado que
algo ha sucedido en un momento y en un día concreto, y es inamovible. Podemos
definir el momento de tiempo en el que suceden las cosas (un examen, por
ejemplo), y ya no se puede cambiar (una nota)".
"El blockchain como plataforma puede generar ese currículo
inmutable y confiable"
De Pinedo añade que también es posible subir un examen, que
se podrá comprobar en el futuro. Y asimismo se puede incluir la asistencia a
clase de una persona, o los trabajos que ha hecho, y todo queda
certificado". Resulta obvio que alguna de estas utilidades solucionarían
los conflictos provocados por políticos y celebridades que últimamente han
falseado sus trabajos, tesis doctorales o la asistencia a clase en programas y
másteres cursados con dudosa autenticidad.
De Pinedo afirma que todo esto se puede aplicar a la
trayectoria profesional: "Es posible subir que una persona es contratada,
su actitud, los objetivos de negocio cumplidos, los trabajos que ha generado y
que le han hecho acreedor a ese buen comportamiento y rendimiento en la
organización... Si se va, queda constancia de lo que ha hecho".
Y además hay que tener en cuenta la portabilidad del dato
que, según De Pinedo, es otra característica importante del blockchain, y que
implica que los certificados no se puedan falsificar.
El CEO de ISDI añade que al documentar todo e introducirlo
para lograr el sello de tiempo es posible tokenizar las operaciones para
conseguir al candidato ideal. El token es una unidad de valor emitida por una
entidad privada y sirve para otorgar un derecho, para pagar por un trabajo o
por ceder unos datos, o como puerta de entrada a unos servicios extra o a una
mejor experiencia de usuario. Así, un máster puede valer 25 token; la
experiencia, 30 token; un desempeño excelente, 5; y el dominio de un idioma,
14. Con un algoritmo se puede determinar quién es el aspirante idóneo.
Francisco Arechaga, CEO de Lydian Ventures, habla del
currículo del futuro y de la posibilidad de compartir con cualquier empresa
datos soberanos. "Se trata de una nueva valoración del profesional. El blockchain
garantiza la inmutabilidad de la información, y las empresas pueden
consultarla". Añade que ha tenido que llegar esta tecnología "para
poner en realidad el concepto de soberanía e inviolabilidad de los datos. Eso
es la identidad digital que se refiere a la carrera, a la experiencia
profesional, o a la validez para ciertos puestos. Es la tecnología que permite
hacer posible la identidad digital soberana de la persona en la que se completa
el CV de vida. Ahí almaceno lo que corresponde, y no puedo mentir".
"La fuente no puede ser adulterada, y cualquiera es soberano
para rechazar
o dejar de compartir los datos, que están encriptados"
En el caso de la colaboración entre Lydian Ventures y Esade,
Arechaga explica que "la clave es que la escuela de negocios sea quien
firma con sus claves la afirmación que se construye a medida y se ha de
validar. La fuente no puede ser adulterada, y cualquiera es soberano para
rechazar o dejar de compartir los datos, que están encriptados". Insiste
en la importancia de la fiabilidad de la fuente, que en este caso es Esade,
pero que puede ser cualquier empresa.
Fran López, director de innovación de Randstad, considera
que en términos de impacto, una de las principales aportaciones del blockchain
es la confianza, por la propia naturaleza de la tecnología. López se muestra
convencido de que es posible conceptualmente crear la identidad digital laboral
de las personas cien por cien confiable: "El blockchain como plataforma
puede generar ese currículo inmutable y confiable. Pero no es fácil a corto
plazo. Para abordarlo de una forma mucho más real, sería necesario un consorcio
o un conjunto de compañías. Que yo como persona tenga un mecanismo para hacer
una llamada a las empresas; que éstas lo verifiquen; que la red verifique la
transacción y la valide, y que quede un registro de esa vida laboral cierta.
Todo esto parte del usuario, que es quien inicia el proceso".
Nacho de Pinedo explica que "todo se ha de subir a una
red pública. No vale con crear redes propias, ya que quien debe certificarnos
no puede ser 'el zorro que guarda las gallinas'. Así, una trayectoria académica
se puede archivar de manera que quede presente para el futuro y no se pueda
cambiar".
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