Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

martes, mayo 23, 2017

Equipos motivados y en constante evolución


Hace un par o tres de años aproximadamente, me sucede un hecho peculiar y, sinceramente, tengo que confesar que cada vez me pone más nervioso. Lo que me pasa es lo siguiente:

Me encuentro con muchas personas y algunas de ellas me hacen comentarios tales como:

¡Venga Albert! ¡Muy bien tío!

¡Sigue así!

¡Ánimos!

Y utilizando otras palabras, frases o afirmaciones de todo tipo, con un objetivo común, ¡motivarme!

Después de esta situación, me empecé a preguntar:

¿Parezco que esté desmotivado?

¿Proyectan en mí su falta de motivación?

Me puse a estudiar cuál era la diferencia entra esas personas, si necesitaban motivación y cuáles se motivaban a sí mismas. Analicé qué era lo que hacía que algunas actuaran como mamut culpando al mundo (o a sus empresas) de sus problemas o propias incompetencias para asumir su control vital. En el otro extremo, interactué con muchas personas que tenían en sí mismas la motivación para transformarse y evolucionar continuamente, lo que denomino, personas con mentalidad sapiens o mentalidad transformadora.

Luego me di cuenta que cuando a una persona ya motivada le fallaba su idea, reto o proyecto, tenía la capacidad de volver a recuperar su pasión e ilusión para seguir motivado continuamente y sobre todo, para continuar evolucionando.

Luego me surgió otra pregunta importante:

¿Pasa en todo tipo de organizaciones?

Mi respuesta es afirmativa después de confirmarlo con ellos. La motivación y la evolución constante es necesaria en un deportista, en una persona de una tienda, en un operario de fábrica, en comités de dirección o más fácil aún, en cualquier lugar dónde haya un ser humano.

Después de escribirlo en mis dos primeros libros, ‘Mamut o Sapiens’ y ‘La parálisis que activa’ creí que era el momento de investigar y deducir cómo lo hacían los colectivos de personas, especialmente, para motivar lo justo y necesario y más importante aún, que las personas y la organización sigan evolucionando constantemente poniendo en la valor la Sapiens Mindset que implica un nuevo paradigma.

De todo esto aprendí que para conseguir que una persona, colectivo de personas u organización estén motivados y sobre todo, quieran evolucionar constantemente, hacen falta cinco transformaciones que ya se explicaron en ‘Tropa Sapiens’:

De tarea a reto
De líder a referente
De miembro a embajador
De contenidos a herramientas
De manada a tropa

La 1a transformación es de tarea a reto.

Las personas necesitan retos para poder ilusionarse y estar motivadas, por este motivo además de sus tareas diarias, hay que ser capaces de crear una visión poderosa que se puede fraccionar en retos más pequeños para repartir a nuestros colaboradores y así disparar su motivación oculta, convirtiendo su actitud mamut en actitud sapiens.

La 2a transformación es de líder a referente.

El problema de un colectivo, e incluso el de un país entero, es cuando la gente mira hacia arriba y sólo ve a líderes que están liderando pero ninguno se identifica con ellos. Por este motivo, los jefes deben ir un paso más allá y crear un entorno para que su gente le escoja a ellos para ser algo más que sus líderes, ser sus referentes.

Este referente además de facilitar retos a su gente, sabe ayudarles a desarrollar su talento y sobre todo, el miembro del colectivo debe escoger a su líder como referente.

La 3a es de miembro a embajador.

Si a un empleado que sólo tiene tareas rutinarias y a un líder, les proporcionamos un reto y un proceso de crecimiento personal, este miembro escogerá la organización como espacio de futuro y gracias a ese derecho de escoger, se convertirá en embajador de la organización. Y esto sirve en cualquier colectivo.

Siempre pasa de esta forma, sino preguntarse:

¿Qué le pasa a un niño que no identifica a su padre como padre?

¿Qué le pasa a un trabajador que no identifica a su jefe como jefe?

Y así tantos y tantos casos que seguro que todos podemos conocer.

La 4a transformación es de contenidos a herramientas

La era del contenido es necesaria pero la transformación digital y la complejidad del entorno VUCA en que estamos inmersos, me refuerza la opinión personal de que los contenidos ya no bastan pues aún teniendo contenidos, la gente sigue cometiendo los mismos errores. Por este motivo, considero que la revolución es ser capaces de crear herramientas que sirvan para convertir ese contenido en realidad.

Perdonar ahora un breve inciso con un caso práctico y real que os animo a ejercitar.

En Twitter, Linkedin o en otras plataformas, la gente comenta que el fracaso es una oportunidad de aprender pero seguimos igual y sino preguntarse:

¿Se permite hablar del fracaso en mi empresa?

¿Pongo el fracaso como eje de desarrollo de talento?

¿Los directores de la empresa explican sus propios fracasos?

Casi todas las respuestas serán NO NO NO

Por este motivo, hace años me inventé una herramienta que llamé currículum fracasional destinada a explicar cómo aprender del fracaso y os aseguro, que quién utiliza esta herramienta se empieza a transformar de una forma muy considerable. Os lo aseguro, llevo promulgándola desde 2011 y es muy útil.

Os adjunto un video por si deseáis mirarlo: https://youtu.be/oX5MZIDcDrk
Una vez hayáis elaborado vuestro curriculum fracasional viviréis en primera persona los beneficios de los contenidos y las maravillas de una buena herramienta.

La 5a y transformación definitiva, debemos pasar de manada a tropa.

Si seguimos dando sólo tareas a nuestros miembros, se desmotivaran y todo el equipo se acabará convirtiendo en una manada que se acabará extinguiendo, y más aún en un mundo VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) como el nuestro.

Si apostamos por proporcionar retos a los miembros de nuestra organización para que se conviertan en embajadores, se vincularan a la empresa y a sus referentes. Además, ellos mismos pedirán o crearán herramientas a su alcance para entonces, acabar creando una tropa sapiens, capaz de estar motivada por sí sola y en constante evolución.

Soy consciente que todo esto no es fácil, pero más difícil es la gestión si no se hace, pues detrás de la extinción no se sabe lo que hay. Para finalizar, una reflexión que para mí es clave en los colectivos exitosos:

‘Cazad antes de que os cacen’

El mundo actual requiere equipos que sean capaces de cazar sus retos, que sean capaces de ser proactivos y no esperar que las cosas pasen por sí solas. Si aun así, los resultados tardan en llegar, mientras tanto cacen para sobrevivir.

En resumen,

Transformen sus colectivos ofreciendo retos, proporcionando referentes, empoderando a los embajadores, creando herramientas para que al fin y al cabo, podamos crear tropas que trascienden con el tiempo.

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