Hace un par o tres de años aproximadamente, me sucede un hecho
peculiar y, sinceramente, tengo que confesar que cada vez me pone más nervioso.
Lo que me pasa es lo siguiente:
Me encuentro con muchas personas y algunas de ellas me hacen
comentarios tales como:
¡Venga
Albert! ¡Muy bien tío!
¡Sigue
así!
¡Ánimos!
Y utilizando otras palabras, frases o afirmaciones de todo
tipo, con un objetivo común, ¡motivarme!
Después de esta situación, me empecé a preguntar:
¿Parezco
que esté desmotivado?
¿Proyectan
en mí su falta de motivación?
Me puse a estudiar cuál era la diferencia entra esas
personas, si necesitaban motivación y cuáles se motivaban a sí mismas. Analicé
qué era lo que hacía que algunas actuaran como mamut culpando al mundo (o a sus
empresas) de sus problemas o propias incompetencias para asumir su control
vital. En el otro extremo, interactué con muchas personas que tenían en sí
mismas la motivación para transformarse y evolucionar continuamente, lo que
denomino, personas con mentalidad sapiens o mentalidad transformadora.
Luego me di cuenta que cuando a una persona ya motivada le
fallaba su idea, reto o proyecto, tenía la capacidad de volver a recuperar su
pasión e ilusión para seguir motivado continuamente y sobre todo, para
continuar evolucionando.
Luego me surgió otra pregunta importante:
¿Pasa
en todo tipo de organizaciones?
Mi respuesta es afirmativa después de confirmarlo con ellos.
La motivación y la evolución constante es necesaria en un deportista, en una
persona de una tienda, en un operario de fábrica, en comités de dirección o más
fácil aún, en cualquier lugar dónde haya un ser humano.
Después de escribirlo en mis dos primeros libros, ‘Mamut o Sapiens’ y ‘La parálisis que activa’ creí que era el momento de investigar y
deducir cómo lo hacían los colectivos de personas, especialmente, para motivar
lo justo y necesario y más importante aún, que las personas y la organización
sigan evolucionando constantemente poniendo en la valor la Sapiens Mindset que
implica un nuevo paradigma.
De todo esto aprendí que para conseguir que una persona, colectivo de personas u organización
estén motivados y sobre todo, quieran evolucionar constantemente, hacen
falta cinco transformaciones que ya
se explicaron en ‘Tropa Sapiens’:
De tarea a reto
De líder a referente
De miembro a embajador
De contenidos a herramientas
De manada a tropa
La 1a transformación
es de tarea a reto.
Las personas necesitan retos para poder ilusionarse y estar
motivadas, por este motivo además de sus tareas diarias, hay que ser capaces de
crear una visión poderosa que se puede fraccionar en retos más pequeños para
repartir a nuestros colaboradores y así disparar su motivación oculta,
convirtiendo su actitud mamut en actitud sapiens.
La 2a transformación
es de líder a referente.
El problema de un colectivo, e incluso el de un país entero,
es cuando la gente mira hacia arriba y sólo ve a líderes que están liderando
pero ninguno se identifica con ellos. Por este motivo, los jefes deben ir un
paso más allá y crear un entorno para que su gente le escoja a ellos para ser
algo más que sus líderes, ser sus referentes.
Este referente además de facilitar retos a su gente, sabe
ayudarles a desarrollar su talento y sobre todo, el miembro del colectivo debe
escoger a su líder como referente.
La 3a es de miembro a
embajador.
Si a un empleado que sólo tiene tareas rutinarias y a un
líder, les proporcionamos un reto y un proceso de crecimiento personal, este
miembro escogerá la organización como espacio de futuro y gracias a ese derecho
de escoger, se convertirá en embajador de la organización. Y esto sirve en
cualquier colectivo.
Siempre pasa de esta forma, sino preguntarse:
¿Qué le pasa a un niño que no
identifica a su padre como padre?
¿Qué le pasa a un trabajador que no
identifica a su jefe como jefe?
Y así tantos y tantos casos que seguro que todos podemos
conocer.
La 4a transformación es de contenidos a herramientas
La era del contenido es necesaria pero la transformación
digital y la complejidad del entorno VUCA en que estamos inmersos, me refuerza
la opinión personal de que los contenidos ya no bastan pues aún teniendo
contenidos, la gente sigue cometiendo los mismos errores. Por este motivo,
considero que la revolución es ser capaces de crear herramientas que sirvan
para convertir ese contenido en realidad.
Perdonar ahora un breve inciso con un caso práctico y real
que os animo a ejercitar.
En Twitter, Linkedin o en otras plataformas, la gente
comenta que el fracaso es una oportunidad de aprender pero seguimos igual y
sino preguntarse:
¿Se
permite hablar del fracaso en mi empresa?
¿Pongo
el fracaso como eje de desarrollo de talento?
¿Los
directores de la empresa explican sus propios fracasos?
Casi todas las respuestas serán NO NO NO
Por este motivo, hace años me inventé una herramienta que
llamé currículum fracasional destinada a explicar cómo aprender del fracaso y
os aseguro, que quién utiliza esta herramienta se empieza a transformar de una
forma muy considerable. Os lo aseguro, llevo promulgándola desde 2011 y es muy
útil.
Os adjunto un video por si deseáis mirarlo: https://youtu.be/oX5MZIDcDrk
Una vez hayáis elaborado vuestro curriculum fracasional
viviréis en primera persona los beneficios de los contenidos y las maravillas
de una buena herramienta.
La 5a y
transformación definitiva, debemos pasar de manada a tropa.
Si seguimos dando sólo tareas a nuestros miembros, se
desmotivaran y todo el equipo se acabará convirtiendo en una manada que se
acabará extinguiendo, y más aún en un mundo VUCA (volátil, incierto, complejo y
ambiguo) como el nuestro.
Si apostamos por proporcionar retos a los miembros de
nuestra organización para que se conviertan en embajadores, se vincularan a la
empresa y a sus referentes. Además, ellos mismos pedirán o crearán herramientas
a su alcance para entonces, acabar creando una tropa sapiens, capaz de estar
motivada por sí sola y en constante evolución.
Soy consciente que todo esto no es fácil, pero más difícil
es la gestión si no se hace, pues detrás de la extinción no se sabe lo que hay.
Para finalizar, una reflexión que para mí es clave en los colectivos exitosos:
‘Cazad antes de que
os cacen’
El mundo actual requiere equipos que sean capaces de cazar
sus retos, que sean capaces de ser proactivos y no esperar que las cosas pasen
por sí solas. Si aun así, los resultados tardan en llegar, mientras tanto cacen
para sobrevivir.
En resumen,
Transformen sus colectivos ofreciendo retos, proporcionando
referentes, empoderando a los embajadores, creando herramientas para que al fin
y al cabo, podamos crear tropas que trascienden con el tiempo.
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