Las consecuencias de un mal jefe no son inmediatas y eso
hace que algunas personas pasen desapercibidas, sin ser apenas vistas… durante
un tiempo…
Nuestro comportamiento como líderes y su impacto en los
resultados, será más lento de lo que creemos, pero ocurrirá. Tanto para bien como para mal, un líder
impacta en los resultados más que cualquier otra cosa.
La cuestión es que un mal
líder empieza primero por tomar decisiones que no son acertadas o por crear
un clima enrarecido en su equipo. Esto no se ve reflejado en los resultados al
día siguiente. El equipo lleva una inercia que en muchos casos no era tan
negativa como la que implantará el nuevo líder.
Esa inercia cuesta mucho de vencer, ya que toda la
organización está acostumbrada a trabajar de una determinada forma.
Hace poco he sabido un caso de uno de estos líderes. Ha
hecho perder, de momento, más de 34 millones de euros a una gran empresa. Eso
sí, le han hecho falta dos años en el cargo. Nada ocurre al día siguiente… pero
ocurre. El tiempo da la razón.
Lo primero que pasa es que las personas tienen expectativas
¿Qué pasará con este nuevo jefe?
Lo segundo que ocurre es que se toman decisiones poco
acertadas.
Lo tercero es que el clima empieza a ser muy enrarecido.
Lo cuarto es que todo esto (decisiones, clima, relaciones)
llega al cliente y se le contagia.
Lo quinto es que el cliente deja de comprar tan a menudo
como lo hacía, a retirar acuerdos de encima de la mesa.
Lo sexto es que la cuenta de resultados de la empresa cae
dramáticamente y entra en números rojos.
Esta secuencia la he visto unas cuantas veces. Lo peor de
todo es que reconocer que nos hemos equivocado cuesta mucho y por eso se alargan
este tipo de temas.
Te invito a conocer muy bien, antes de contratarlos o promocionarlos, a
aquellos que pongas en situaciones de liderazgo. Su impacto es muy alto y una
vez arriba es muy difícil dar marcha atrás.
No soy partidario de limitar los salarios de los líderes que
hagan un buen trabajo. Creo que su impacto positivo puede ser tan grande como
su impacto negativo y siempre se la está jugando. De ahí que crea que, a quien
merece la pena, hay que pagarle muy bien. Y pedirle resultados en la misma
medida.
Y quien no valga la
pena en su desempeño hay que prescindir de él/ella lo antes posible.
Que tengas un gran día.
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