La formación es el
objetivo de estos breves encuentros en los que un mentor ofrece su conocimiento
a una persona o a un grupo. Escuchar y concretar tus preguntas es la clave para
sacarles partido.
¿Sabes cuáles son tus
disparadores?
Marshall Goldsmith
y Mark Reiter, autores de Disparadores, un libro que publica
Empresa Activa, los definen como "cualquier
estímulo que reconfigura nuestros pensamientos y acciones". Sin
embargo, conviene no olvidar algo en lo que ellos hacen hincapié: "Nadie
nos puede hacer cambiar si nosotros no queremos cambiar".
La dinámica y la agilidad de estas jornadas obligan
a tener un discurso
muy preciso
El speed mentoring es una de las metodologías formativas que
puede ser tú disparador; el punto de partida para dar un giro a tu vida,
potenciar tu carrera o, simplemente, ver las cosas desde otra perspectiva. En
estos encuentros, cuya duración no excede los quince minutos, el mentor
facilita formación al mentee o a un grupo a través de su conocimiento y
experiencia. Es algo similar al speed dating, pero aquí el objetivo no es
encontrar la pareja ideal, sino aprender en tiempo récord.
El objetivo
Esta misma semana Olay, en colaboración con Womenalia,
organizó una jornada de speed mentoring en su primera edición de Mujeres
Ynfinitas. A través de varios encuentros con mentores expertos, las
participantes tuvieron la ocasión de tomar contacto con temas muy concretos
para su desarrollo profesional. Beatriz García-Quismondo, directora de
desarrollo de negocio de Womenalia, explica que mediante este sistema "se
pueden tratar temas como el personal branding o las claves para hacer una buena
negociación. Por otra parte, y en función de los participantes, en algunos
casos pueden ser varios con un único mentor, se fomenta el networking y con las
preguntas que se plantean la formación es más rica".
Antes de participar en una de estas jornadas -normalmente
van dirigidas a emprendedores pero también persiguen el desarrollo de carrera-
conviene que escojas el tema que más te interesa y que lleves las preguntas
preparadas. Marta Romo, socia directora de Be-Up, apunta que tanto el mentor
como los mentees tienen que ir al grano: "Estas jornadas están muy bien
estructuradas y dinamizadas por un espacio que permite a los participantes
pasar de una otra mesa y, en el caso de los emprendedores, compartir así sus
proyectos con otros que también han creado su empresa y con varios
mentores".
Los buenos mentores
son capaces de contar una historia
que deja huella en el 'mentee'
La dinámica y la agilidad obligan a tener muy bien preparado
el discurso. Romo recomienda hacerlo como si se tratara de un elevator pitch
-presentación en menos de dos minutos-. Por esta razón, Puri Paniagua, socia de
Pedersen and Partners, define el speed
mentoring como apto para "personas con alta capacidad de comunicación
y síntesis, mentalidad abierta para considerar y valorar muchas experiencias
muy diversas".
Entre las cualidades de los mentores apunta que deben ser "profesionales con experiencias
que pretenden compartirlas sin sentar cátedra. También es clave la capacidad de
escucha y comunicación, y definir un procedimiento reglado del tiempo que
emplea el participante en preguntar y el mentor en compartir, deber ser una
conversación y no un monólogo".
Mentor y 'mentees'
Eva Aguilera, socia de Ethica Consultores, menciona también
entre las cualidades del mentor "la generosidad, la humildad para
transmitir sus conocimientos y experiencias desde la generosidad, una vocación
de servicio y ayuda a otros". Y, otra cosa no menos importante, su
capacidad para contar historias -storytelling-:
"A veces la mejor forma de ayudar y mentorizar a otra persona es poder
contar tu propia experiencia, y hacerlo de manera que llegue, que le sea útil y
que no se le olvide". Victoria Cadarso, experta de Mujeres Ynfinitas de
Olay y una de las mentoras en la jornada celebrada esta semana, hace hincapié
en esa capacidad para contar historias: "Un mentor es una persona que ha
vivido una experiencia y la cuenta. Si alguien explica la teoría desde la
realidad, lo hace con conocimiento pleno; eso es lo que deja huella en el
mentee".
Moverse como 'pez en
el agua'
Aprovechar al máximo los quince minutos, como mucho, que
dura un 'speed mentoring' es el objetivo para salir reforzado de estas jornadas
que, por otra parte, cada vez son más populares. Por eso, antes de apuntarte a
cualquiera de ellas es conveniente que indagues sobre los organizadores, los
mentores y los requisitos para participar. Esto último te dará las pistas de
las personas con las que puedes reforzar tu 'networking'. Marta Romo, socia de Be-Up, desconfía de los eventos
multitudinarios y de aquellos en los que no hace falta confirmar asistencia:
"Una buena sesión se caracteriza por un número de plazas y que defina
claramente el perfil de los mentores. Y también es importante que, en el caso
de que haya que pasar por varios encuentros, el organizador facilite la guía
más adecuada para que el recorrido se ajuste a los objetivos planteados".
Una vez identificada la jornada que mejor te va, debes tener claro qué es lo
que quieres obtener del mentor. Eva Aguilera, socia de Ethica Consultores,
recomienda "apuntar todas las preguntas. Es la única manera de ir al grano". Ir con actitud de aprendiz es su segundo
consejo: "A veces a los mentorizados les cuesta recibir consejos o ideas
contrarias a lo que esperaban recibir, incluso pierden el tiempo justificando
sus propias decisiones". Y, por último, Aguilera afirma que hay que saber
concretar y ser muy preciso: "El 'mentee' debe recordar que el mentor sabe de lo que está hablando
y que está ahí para ayudarle".
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