Así son los
compradores que sustituirán a los 'Millennials'.
No es una cuestión de azar que ocupen la última letra del
abecedario. La generación Z, esos jóvenes que aún están en las aulas y que han
nacido después de 1994, son los últimos supervivientes de una era. Son la
última generación antes de que la tecnología cambie por completo nuestra vida,
sin concesiones. Es la conclusión del informe Generación Z: el último salto
generacional, elaborado por Atrevia y Deusto Business School.
Fue Robert Capa el primero en escribir después de las
grandes guerras sobre la generación desconocida, la X. Quedaban pocas letras
del abecedario, pero el consumo, la tecnología y el tiempo han hecho saltar de
la X, a la Y, para llegar ahora a la Z.
Entremedias, los onmnipresentes Millennials han copado
estrategias y titulares. Una generación que promete revolucionar el consumo tal
y como lo conocemos, pero que ya empieza a ser pasado para las marcas. Su
verdadero objetivo ahora empieza por Z.
¿Pero qué define a esta generación? Según Núria Vilanova,
fundadora y presidenta de Atrevia, estos jóvenes que aún no han dejado las
aulas son "autodidactas, creativos, están sobreexpuestos a la información,
son innovadores y emprendedores. Sus dinámicas de comportamiento y consumo son
absolutamente diferentes a las de generaciones anteriores. El entorno digital
en el que han forjado su personalidad supone que la reacción en tiempo real
cuando interactuamos con ellos sea clave". E insiste: "Debemos ser
capaces de adaptar los recursos y sistemas a sus nuevas necesidades. Puestos de
trabajo, canales de comunicación, modelos de aprendizaje y de diálogo deben ser
replanteados para que esta cohorte de chicos y chicas se sienta integrada en la
sociedad".
El tiempo corre a favor de las empresas si empiezan a
preocuparse por esta generación. "Aquellos que pensaban que con los
millennials habían cubierto su capacidad de asombro estaban equivocados y de
nuevo tendrán que seguir aprendiendo de estos nuevos miembros", asegura
Iñaki Ortega, director de Deusto Business School en Madrid. "Lo que les
define es que nunca ha habido una generación que se haya educado y socializado
con internet en sus bolsillos, lo que les hace ser irreverentes en cuestiones
que para otras tribus eran sagradas como los padres, los profesores y los
jefes. A la vez, tienen más capacidad de empatizar, hacer amigos, ser emprendedores
precoces y están más implicados socialmente que nunca. El mundo será mejor con
ellos si el resto de generaciones somos capaces de conseguir los cambios que
demandan", sentencia el experto.
La pregunta que se queda en el aire es: ¿están las organizaciones
preparadas para estos nuevos consumidores y trabajadores? Lo primero será
asumir que una de las mayores preocupaciones de los Z es no encontrar un empleo
acorde a su personalidad, no tener oportunidades de crecimiento profesional o
no alcanzar las metas en su carrera.
La autonomía también forma parte de sus prioridades, una
senda que ha iniciado la generación del milenio, optando por ser emprendedora
antes de tener su primer trabajo. De hecho, un 55% de los adolescentes
encuestados por Universum en 45 países manifestó el interés en lanzar una start
up. En España, el porcentaje decae al 39%, pero es bastante relevante. Trabajar
en empresas se sustituirá por trabajar en proyectos, como una gran red de
trabajos autónomos enlazados entre sí acorde con la gig economy.
Hablar de Generación Z y consumo colaborativo será
redundante. Sus hermanos mayores, los Millennials, transferirán este fenómeno
que no verán no como algo emergente, sino natural.
Y todo con la explicación científica que imparte el filósofo
José Antonio Marina: "Tienen una sinapsis cerebral diferente, con nuevos
circuitos neuronales activados por su desarrollo en la era digital. No es nada
más que teoría evolutiva de las especies. Estamos ante el homo digitalis".
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