Nadie puede solo. Por
eso aprender a trabajar en equipo es esencial para la productividad y el buen
ambiente de trabajo. ¿Cómo se logra? Con siete sencillas claves.
El trabajo en equipo es una herramienta indispensable para
el buen funcionamiento de una empresa, ya que todos los empleados tienen un
papel fundamental para el desarrollo y crecimiento de la misma. Por esto es que
el primer paso es cuidar la comunicación que se da entre los integrantes de un
negocio, ya que existen diversos factores que impactan de manera negativa en
este vínculo, lo cual trae como consecuencia un desempeño deficiente por parte
de los colaboradores y un ambiente laboral complicado. La comunicación dentro
de la empresa es uno de los factores que determina el éxito o el fracaso. Así
que hay que intentar mantener una comunicación sana en todas las áreas para
evitar cualquier tipo de conflictos y llegar al éxito de una manera eficaz y
amigable.
Pero, ¿cómo lograr un
buen trabajo en equipo?
Crear confianza
La confianza es el elemento principal del trabajo en equipo.
Impulsar un ambiente en donde todos los participantes conozcan las habilidades
de los demás, entiendan sus roles y sepan cómo ayudarse mutuamente es una
apuesta segura.
Fijar objetivos
comunes
Para que todos los colaboradores trabajen en equipo deben ir
tras las mismas metas. Por esto, es importante que todos conozcan la misión y
los objetivos de la empresa de manera uniforme y definir cómo cada miembro y
departamento puede contribuir a cumplirla.
Crear sensación de
pertenencia
Los seres humanos necesitamos sentirnos parte de algo, por
eso, el factor más poderoso en la creación de equipos es el desarrollo de una
identidad común. Lo mejor para esto es definir qué identifica a los equipos,
fijar valores y hacer que cada miembro esté consciente de su impacto en el
equipo. Nadie trabaja mejor que cuando trabaja para si mismo y los suyos.
Involucrar a todo el
equipo en la toma de decisiones
Nada afecta más un trabajo en equipo que sea siempre la
misma persona la que toma las decisiones. Para evitarlo, hay que impulsar la
generación de ideas y motivar a cada miembro del equipo a que dé su opinión.
Con los aportes de todos, será más fácil implementar cualquier cambio o
estrategia.
Tener empatía
Es muy fácil criticar o subestimar el trabajo de los demás
cuando uno no lo conoce o no lo ha ejecutado. Para crear empatía entre los
colaboradores, es importante realizar ejercicios de rotación entre áreas. Así
cada miembro sabrá en qué consiste la labor del otro y cómo puede contribuir a
hacerlo mejor.
Motivar la
responsabilidad y compromiso mutuo
Cuando una persona es parte de un equipo, sabe que los
logros o fracasos son responsabilidad de todos y cada uno de los miembros. No
es bueno fomentar la mentalidad de "éste no es mi problema", hay que
hacer que los problemas y los aciertos sean compartidos.
Celebrar los éxitos
grupales
Aunque es importante también reconocer el trabajo
individual, es clave que las recompensas se den por resultados en equipo.
Cuando algo sale bien, hay que reunir a todos los implicados y agradéceles su
trabajo. Conviene destacar el papel de cada uno, pero sin dejar de celebrar el
resultado grupal.
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