Vamos al cole básicamente para acumular
una ingente cantidad de datos. No digo que no haya que memorizar ciertas cosas,
pero la realidad es que hoy en día vivimos con la Enciclopedia Británica “on
steroids” en nuestro teléfono -y pronto en el reloj, las gafas o los
mismos ojos-; somos de una era radicalmente distinta de la de nuestros
padres, PERO seguimos aprendiendo de la misma manera y prácticamente las mismas
asignaturas.
¿Recuerdas la última vez que memorizaste un número
de teléfono? Mi madre se los sabía TODOS. Y los cumpleaños y santos de todo el
que conocía. Y su DNI, el de mi padre, mío, de mi hermano, de sus padres
y no sé cuánta gente más. Pero si yo me quedo sin el móvil,
estoy vendida. ¡Sólo me sé mi propio número de teléfono! Tendría que llamar a
la policía para que localice a algún familiar -verídico-. No juzgo que esto sea
bueno o malo -simplemente, es. Es diferente. No lo necesito como lo necesitaba
mi madre porque vivo otro momento.
La importancia de los tipos de
nubes
¿Qué debería enseñarnos el colegio?
¿No deberían enseñarnos asignaturas que nos ayuden
a enfrentarnos a los problemas reales que nos plantea la vida?
Cuando nos quedamos en paro, ¿es la lista de los
Reyes Godos la que nos puede ayudar? Cuando necesitamos ser más productivos, ¿superar
nuestros temores, lidiar con un jefe que nos hace la vida imposible… poder
nombrar los tipos de nubes (cúmulos, estratos, cirros y nimbos puede
servirnos?
Habilidades de relación, de comunicación en
público, de argumentación y persuasión; entender
cómo mantenernos saludables, cómo ser productivos, cómo superar una pérdida,
cómo tratar con tus hijos, cómo tratar con tu jefe, cómo entender y canalizar
tus emociones, cómo diferenciarte, cómo enfrentar los miedos…
Esos son los problemas a los que nos
enfrentamos de verdad. En
cambio, hasta que no somos adultos y nos damos unas cuantas leches, nos
equivocamos ene mil veces, nos han vapuleado
la autoestima, estamos atenazados por nuestros miedos y estancados
profesionalmente… hasta entonces no empezamos tímidamente a buscar ayuda, a
tratar de aprender cómo superarnos y crecer como personas.
¿Por qué no mucho antes?
The fact
is that given the challenges we face, education doesn’t need to be reformed, it
needs to be transformed ~ Sir Ken Robinson
[La realidad es que, dados los retos a los que nos
enfrentamos, el sistema educativo no necesita una reforma, necesita una
transformación].
La formación académica es importante, pero a todas
luces insuficiente. Los padres hacemos lo que podemos, pero en realidad,
mucho de esto hay que aprenderlo fuera del entorno acolchado,
estimulado, amable y cariñoso de la familia.
Básicamente, creo que nos preparan para ser uno más,
para fundirnos en la masa indistinguible de “víctimas consumistas
pasivo-agresivas de nuestras circunstancias”. Nos preparan para ser mediocres
cuando deberíamos aprender a vivir una vida EXTRAORDINARIA.
Humildemente
de acuerdo con el genial Sir Ken Robinson: la educación requiere una
transformación.
Creo que todos nacemos con la capacidad, el
potencial de hacer cosas alucinantes, pero la mayoría nos doblegamos hasta la
mediocridad y dejamos pasar la oportunidad.
Cada persona debería ser enseñada a desarrollar los
conocimientos y capacidades que necesita para vivir una vida plena,
feliz y al máximo de su potencial. No una vida sometida a las
necesidades de las empresas, de los gobiernos paternalistas ni para
alcanzar su máximo nivel posible de consumismo.
Todos deberíamos saber cómo “hacernos crecer” a
nosotros mismos y aprender a ver el mundo de
distintas maneras. Aprender que aumentar nuestro potencial y
crecer desde nuestras fortalezas es lo que nos va a dar satisfacción, nos va
a permitir ser nuestro mejor YO y nos puede hacer brillar.
Las personas que logran vivir vidas EXTRAORDINARIAS
no son necesariamente los más famosos, los más ricos ni los que
hacen las cosas de manera perfecta – son quienes viven vidas plenas, felices,
coherentes, y que han logrado convertir sus sueños en realidad.
Son gente que ha aprendido a tener la mentalidad
adecuada para enfrentar las situaciones y problemas, que han tomado el control
de sus vidas y deciden sus propias reglas, que son resilientes, que
saben usar la mente como aliado y no como enemigo y que han aprendido a
tomar decisiones. Son personas que sueñan en grande y que creen en sí
mismos.
¿Acaso esto no está (debería
estar) al alcance de todo el mundo?
Todos deberíamos, en algún momento, experimentar lo
que es hacer algo extraordinario. Lo que es entrenar un talento hasta
convertirlo en una herramienta potente y afilada al servicio propio y de los
demás. Lo que es superarse y alcanzar. Lo que es perseverar y ganar. Lo que es
BRILLAR.
¿Y sabes qué? aunque no nos lo hayan enseñado,
aunque muchos nos hayamos quedado “tocados” por el camino, y tengamos heridas y
cojeras por dentro, no asumamos que nos debemos conformar.
Si eres feliz dónde estás, bendito sea
Dios, pero si no lo eres, que sepas que tienes superpoderes dentro
esperando que los descubras. Pero como todo Superhéroe sabe, un gran poder
conlleva una gran responsabilidad. La responsabilidad de trabajarlo, de
pulirlo, de no desfallecer. De usarlo para el bien.
Hay agujeros demasiado grandes en nuestro sistema
académico que espero que se vayan cerrando, pero mientras tanto, que
sepas que la capacidad, el potencial de hacer cosas extraordinarias está dentro
de ti – pero tienes que creer en ti mismo y estar dispuesto a aprender lo
que no te enseñaron y a desarrollar lo que no te explicaron.
Yo creo que mi seudónimo de Superheroína sería algo
así como MegaJob. O Wondermum. O JobJedi
¿Y tú?
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