La exigencia cotidiana de
afrontar y resolver distintas problemáticas que se suscitan en torno a la
producción, cualquiera sea ésta en su forma y desarrollo, las decisiones y
posibles soluciones, deben superar las experiencias personales y/o grupales,
contemplar las opiniones de los demás e innovar adaptando los planes a las
nuevas realidades. Para ello es necesario conocer e informarse, actualizando
esos saberes de manera continua.
Esto lleva a pensar en un
escenario de permanente incertidumbre, desde lo económico, político, social,
cultural, que requiere una constante evolución del pensamiento y una capacidad
de adaptación a los distintos escenarios que se presenten, para resolver esas
problemáticas con la mayor asertividad posible.
De una gestión orientada a
reinventar el negocio, a producir un liderazgo diferenciador que inspire a los
equipos de trabajo, que motive para encender las energías emocionales,
espirituales e intelectuales, hasta la conducción gerencial que facilite la
sincronización entre el concepto (Teoría) y la realidad, para discernir qué
hacer y no perder el control en temas laborales y de relaciones y así saber
decir, convencer, participar y delegar.
Algunas de las concepciones importantes,
que Rodolfo Salas nos señala para aprehender y aplicar pasan por
internalizar que:
- Si no existe un fuerte liderazgo visionario ninguna estrategia será efectivamente ejecutada.
- Sin ese fuerte liderazgo en la cúspide de la organización, ningún sistema de gestión dará resultado.
- Los líderes con una gran inteligencia emocional saben persuadir mejor porque saben leer y adaptar sus palabras, y sus mensajes en función de lo que están percibiendo.
- Un líder eficiente puede, a través del conocimiento de su trabajo y del magnetismo de su personalidad, aumentar en gran medida la eficacia de los demás, e inducirlos a rendir más y mejores servicios que los que rendirían sin su ayuda.
- En tiempos de cambio, se presenta un contexto de alta incertidumbre y de cambio continuo, los hechos son muy llamativos desde lo económico hasta los cambios climáticos, contaminación ambiental, migraciones, terremotos, tsunamis, inundaciones y sequías en gran parte del mundo.
Por cierto, hoy más que nunca
habrá que estar muy atento a lo que está pasando a nuestro alrededor, y cómo
nos afectará el sector al cual pertenecemos, qué movimientos hace nuestra
competencia y, a su vez, tener una actitud abierta hacía la innovación.
De este modo, todos los
empresarios, ejecutivos, profesionales y demás personas que se sientan
identificados con la realidad que nos toca vivir, tienen que ser los verdaderos
protagonistas del nuevo paradigma de la gestión empresarial que requiere ante
todo, un cambio radical de mentalidad.
Así, quienes no se forman para
estar capacitados, ni se informan y actualizan permanentemente, no estarán
aptos ni tienen las actitudes necesarias para adaptarse a ninguna empresa por
más pequeña que sea.
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