En tiempos como los que vivimos,
más que nunca, el capital humano es lo primero. Por ello debemos dedicar
suficiente tiempo para comprender, a partir de sus reacciones, aquellas cosas
que le importan y comprometen más. Anticiparse a los hechos, ser calculador,
medir las consecuencias y comunicando proactivamente y, sobre todo, aprendiendo
a ser flexibles a los cambios de planes y prioridades que ellos exigen nos
llevara al éxito. Esto requiere de gerentes que deben ser líderes en la
organización, con una importante inversión de tiempo en formación y
entrenamiento.
El verdadero líder no tiene
excusas para dejar de guiar la empresa en la adversidad y la incertidumbre. Hay
que abrir espacios para escuchar, tiempo para intercambiar, comprender y
actuar, conectarse permanentemente con el mundo interior que nutre la cultura
de la empresa y que le permite una identidad única y bien diferenciada.
Hacerlo tarde puede significar el
fracaso. Sin embargo la comunicación sola, no resuelve problemas de
organización, la organización se resuelve con buena gerencia y la comunicación
estratégica es una herramienta al servicio del buen gerente. Solo con buena
comunicación interna, podemos desarrollar apropiadamente nuestros planes de empresa.
Cultura organizacional
Cuando hablamos de cultura
organizacional nos referimos al conjunto de valores, necesidades, expectativas,
creencias, políticas y normas aceptadas y practicadas por una
organización.
Se denomina cultura organizacional
al modo de vida propio que cada organización desarrolla en sus miembros. La
cultura de una organización no es estática, sino que experimenta alteraciones
con el transcurso del tiempo, dependiendo de las condiciones internas y
externas. Algunas organizaciones logran renovar constantemente su cultura
manteniendo su integridad y su personalidad. Cambiar la estructura
organizacional no es suficiente para cambiar una organización. La única manera
viable de cambiarla es cambiar su cultura, es decir, los sistemas en los cuales
las personas viven y trabajan. Para que las organizaciones puedan sobrevivir y
desarrollarse y para que exista la renovación y la revitalización, debe
cambiarse la cultura organizacional.
Además de la cultura
organizacional, el clima organizacional constituye el medio interno de una
organización y su atmósfera psicológica particular. El clima organizacional
está íntimamente ligado a la moral y a la satisfacción de las necesidades
humanas de sus miembros. El clima puede ser saludable o malsano, cálido o frío,
negativo o positivo, satisfactorio o insatisfactorio, dependiendo de cómo se
sienten los participantes con respecto a la organización. El clima está
constituido por aquellas características que distinguen la organización de
otras e influyen en el comportamiento de las personas en la organización.
Para esto debemos estar preparados
con la finalidad de combatir de la mejor manera cualquier situación que se
presente en la organización con respecto al clima organizacional.
Complejidad de los casos de clima organizacional
Ciertas pruebas o experiencias a
las que se ha sometido una organización para conocer las capacidades anímicas
de una persona han sido muy diversas, sin embargo se ha determinado una gran
relación entre los procesos o normas establecidas en la mente de los empleados,
su comportamiento, las condiciones de la consciencia y del alma del individuo,
esto sin dejar a un lado la afectividad entre la relación
patrono-trabajador.
Este tema requiere gran inversión
del tiempo para determinar en forma general el resultado más idóneo para
disminuir o mantener un clima organizacional “armónico”.
Cuando hablamos de armonía nos
referimos al objetivo que desearíamos en un nivel organizacional, pero debemos
saber que este es un tema muy variable e inestable, por lo cual como lideres
comunicativos tendremos bajo la manga una infinidad de cartas que nos permitan
lidiar con cualquiera de las situaciones que se lleguen a presentar.
Uso de técnicas
Existen una infinidad de técnicas
que permiten la resolución de conflictos en el clima organizacional, es
importante conocer en cuales esta la mejor opción para ser aplicada y obtener
la mayor capacidad de aserción entre las personas involucradas, pero mi recomendación
y sugerencia está en la aplicación de la técnica universal para identificar los
problemas existentes. ¿Sabes cuál es? “La técnica de la observación”.
Recomiendo ésta técnica, pues
nuestro deber esta primordialmente en identificar los problemas que de alguna u
otra forma contribuye a la inestabilidad del clima organizacional. No quiero
decir con esto que no se utilicen otras, solo quiero dejar claro que una de las
mejores técnicas para diagnosticar e identificar, es utilizar el don de la observación.
Identificación de problemas
En el inmenso mar del día a día, a
veces es poco susceptible lograr identificar los problemas que influyen en el
tema del clima organizacional, sin embargo con paciencia y sin desestimar
cualquier hecho se puede lograr, solo hay que ubicarse en levantar la
información de la forma más veraz que se pueda y para ello existen una serie de
herramientas físicas o tecnológicas que nos permiten capturar aquellos
instantes no perceptibles para la alta gerencia, y que para nosotros como
agentes de cambio nos ayudaran a dar ese toque de confianza, objetividad,
precisión, credibilidad a la hora de utilizar dicha información recabada.
Lluvia de propuestas
Cuando llegamos a esta fase,
quiere decir que poseemos elementos de convicción que nos permitan fundamentar
cualquier solución a los problemas detectados anteriormente; aquí debemos
destacar nuestra mayor creatividad pues debemos vender nuestras más variadas
soluciones a la alta gerencia, para que sea aprobada, tomando en cuenta que
debemos ser constantes, pues en ciertas circunstancias tendremos una gran lucha
contra decisiones mediocres donde se estimaran los costos y las
responsabilidades que en la mayoría de los casos no querrán asumir, a pesar de
demostrar un clima organizacional latente a traer como consecuencia el
detrimento de la empresa.
Estrategias
Un plan estratégico es la guía
para recorrer con éxito la visión de la empresa, es el mapa del tesoro que
orienta a la acción acertada, y que se logra cuando tomamos en cuenta el
sentimiento de aquellas personas que integran la organización. Las
comunicaciones internas deben ser una práctica constante, unificadora, y que
permita la continúa actualización de los planes estratégicos que diseña la
empresa. Un ambiente interno, bien comunicado, permite potenciar planes de
capacitación y evaluar el pensamiento de las personas que integran la
organización: sus comentarios, reclamos, conflictos y nivel de identificación y
compromiso. Lo ideal es crear en ecuación variable las estrategias para cada
objetivo.
Control de acciones y medidas de resultados
Posterior a tener nuestro mapa del
tesoro (identificación de problemas, estrategias y decisiones tomadas) debemos
establecer principalmente y de forma documentada como se encuentra actualmente
la organización como consecuencia del clima organizacional, llevándolo a
controles estadísticos que nos ayuden a establecer una línea ascendente o
descendente en relación a la productividad de la medidas tomadas en Pro de la
organización. Esta acción nos mostrará que tan efectivas han sido las
estrategias implementadas, en caso de presentarse en forma negativa se deberán
reconsiderar para llegar a la que mejor se adapte y nos ofrezca el mejor
resultado.
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