Jennifer Adams, una exitosa
diseñadora de interiores convertida en personalidad de televisión, atribuye su
éxito a cuatro factores, pero el más importante de todos, dice, es el
aprendizaje permanente.
Adams atribuye su éxito a cuatro cosas: a ponerse metas
claras, a no ponerse restricciones, a rodearse de gente que complementa sus
habilidades y a darles la libertad que necesitan para actuar. Finalmente, a
nunca dejar de aprender.
Para ella, el aprendizaje permanente es la suma de todos los anteriores. Todos los emprendedores que conoce, dice, han montado una empresa exitosa alrededor de las muchas variedades de aprendizaje disponibles.
La clave del crecimiento está en admitir que uno no sabe todo ni lo sabrá nunca. En primer lugar, están las lecciones diarias aprendidas haciendo muchas preguntas.
Los mentores y asesores profesionales (como contadores y abogados) son importantes recursos de aprendizaje. Adams aconseja gastar algo de dinero en asesores profesionales aun cuando uno crea que es un gasto que no se puede permitir. También son importantes los eventos de networking. No se sabe nunca a quién puede conocer y qué aprendizaje se extraerá de la experiencia.
Escuchar y aprender de todos aquellos que tienen alguna relación con la empresa, desde los empleados hasta los clientes. Eso significa bastante más que poner la oreja, significa una escucha atenta a lo que le dicen, al lenguaje del cuerpo y a los matices de las palabras. Se pueden obtener valiosas enseñanzas sobre lo que la gente realmente quiere de un producto o sobre dónde están los cuellos de botella en la producción.
Ensayo y error. Lo de error suena feo pero las equivocaciones son grandes maestras. Adams adhiere a esa visión positiva. Ella ve sus errores como una posibilidad de aprender. Y aconseja darse permiso para equivocarse sin la carga del enjuiciamiento.
Desarrollo profesional formal, desde másteres a clases y seminarios online y también grupos de asesoramiento de pares, que son informalmente formales y dan a sus miembros la posibilidad de explorar desafíos en la compañía de otros que han estado en el miso lugar y lo han superado.
No hay ninguna combinación de instrumentos de aprendizaje que se adecue perfectamente a cada emprendedor. En realidad, la combinación debería cambiar a medida que la compañía evoluciona. Lo que no cambia es la necesidad de estar abierto a las nuevas ideas. Lo que funcionó ayer puede no funcionar mañana. Cambia el mercado. Cambia la tecnología. Cambian las expectativas de los empleados. El crecimiento de la compañía depende de su habilidad para entender lo que está ocurriendo y de que actúe sobre ese conocimiento. Eso significa aprendizaje.
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