Según Up Spain, empresa especializada en beneficios
sociales para empleados, más que la formación, trayectoria o conocimientos
técnicos, los atributos más valorados en un buen líder normalmente están
asociados a las competencias blandas o soft skills como
la empatía, las habilidades comunicativas, o la gestión de equipos, entre
otros.
1. Ponerse en el lugar del otro
El mejor líder tiene que ser una persona empática,
es decir, ha de saber ponerse los zapatos del otro, pero sin llevárselos
puestos. Esta situación no implica que pierda el foco de sus propios intereses,
sino que le capacita para conectar con las inquietudes de la otra persona.
Para ello, la capacidad de escucha es
fundamental. Si se está en presencia de un empleado, requiere evitar
distracciones como el correo electrónico o las llamadas, y hacer sentir al
interlocutor como su prioridad. La confianza se apoya en hechos, que no en
palabras bonitas.
Por eso, tener una buena presencia pasa por estar
presente sin perder de vista los propios objetivos. Así de sencillo.
2. Comunicar con transparencia y visión
El segundo paso, según Up SPAIN, es mejorar
nuestras habilidades de comunicación.
No solo hay que saber escuchar, también debemos usar un tono
de voz adecuado para dirigirnos a los demás. Subir el tono en exceso, o al
contrario, hablar para uno mismo y no para los demás solo hace que poner
barreras entre el líder y su equipo.
Tampoco es bueno ni efectivo interrumpir constantemente para
demostrar que se sabe más que nadie. Debemos escuchar los comentarios de
los demás con respeto y con serenidad, aunque no nos gusten o estemos en
contra. Este es el motivo por el que algunas compañías están imponiendo unas
reglas de comunicación sencillas durante las reuniones para evitar
interrupciones o acaparar en exceso el tiempo de exposición.
3. Gestionar la diversidad
Una de las tareas clave de un responsable de equipo es
saber identificar y sobre todo fidelizar al mejor talento, para
poder liderar personas motivadas y con un alto rendimiento. ¿Cómo? Dedicando el
tiempo suficiente a revisar perfiles, conversar con cada miembro del equipo
para comunicar funciones, y sobre todo, evaluar su grado de satisfacción con su
puesto.
Eso también implica darle la importancia que se merece a
las reuniones de evaluación del desempeño, y poder dar y recibir
feedback periódicamente, entre otras muchas tareas.
4. Potenciar el salario emocional
Además del salario económico, hay muchos otros aspectos que
pueden mejorar las condiciones de los empleados, sin que a la vez supongan un
coste para la compañía. En este punto, nos cuentan desde Up SPAIN,
apostar por los beneficios sociales puede ser la mejor
estrategia para que un buen líder se rodee de equipos de personas productivas y
felices.
Fuente: Equipos y
Talento
No hay comentarios:
Publicar un comentario