La dinámica surge más clara en el campo del cambio
climático, pero puede aplicarse a otras avenidas de futuro. Apelando a la
teoría de los juegos, un grupo de matemáticos de los Estados Unidos, Austria y
Checoslovaquia publicaron a fin del año pasado un modelo que predice que "todo
va a empeorar antes de mejorar": para los expertos, en materia ambiental
tal vez tenga que darse una catástrofe en alguna ciudad conocida para que se
tome verdadera conciencia de la necesidad de cambio. Dinámicas similares son
estudiadas para el deterioro de las democracias, economía de plataformas y
otras áreas.
¿Dónde está el punto de quiebre? ¿Cómo saber cuándo se está
tocando fondo y de qué depende que se reemerja con fuerzas renovadas? El
científico polifacético y autor de best sellers Jared Diamond parte de estas
preguntas en su último libro, Upheaval (Convulsión), editado semanas atrás en
los EE.UU, que lleva como bajada: "Cómo las naciones lidian con las crisis
y el cambio".
Diamond centra su nueva obra en media docena de casos de
países que atravesaron etapas de convulsión extrema y situación desesperante,
que aprendieron y resurgieron con una estrategia de "cambio
selectivo": reconocieron los factores que explicaban el estancamiento y
ajustaron las tuercas que había que ajustar sin tocar otras. Escribe sobre el
Japón de 1953, cuando es forzado a abrirse al mundo pero sin perder su fuerte
identidad nacional; Indonesia en 1965; Chile después del golpe de 1973,
Australia luego de su separación de Inglaterra o Finlandia con su problemática
relación con su vecina Unión Soviética (luego Rusia), entre otras historias. El
autor cuenta con la ventaja de que vivió años en todos estos países y, en la
mayor parte de los casos, hasta habla el idioma del lugar.
Inspirado en el trabajo de su esposa, la psicóloga clínica
Marie Cohen, Diamond recurre como marco analítico a analogías entre los países
y las personas que "tocan fondo" y se rearman más fortalecidas que
antes: reconocen y no niegan la profundidad de la crisis en la que están, saben
discernir lo que funciona de lo que no, buscan ayuda, tienen paciencia, son
realistas con los resultados a esperar, etcétera.
Convulsión puede verse como contracara de Colapso, su
segundo libro, de 2005, donde se exploró qué sucedió con sociedades que se
derrumbaron muy rápido, como un castillo de naipes, luego de un apogeo (los
mayas, la cultura de la Isla de Pascua, etcétera). Además de los factores
medioambientales, en Colapso el autor recurre a la teoría de sistemas complejos
para explicar cómo llegan a caer construcciones sociales de las que nadie
suponía, muy poco tiempo antes, que pudieran derrumbarse por completo. Como
decía el economista Rudiger Dornbusch: "En economía las cosas siempre
suceden más lento de lo que uno supone, pero cuando suceden, lo hacen más rápido
de lo que se pensaba".
Su ópera prima, Armas, Gérmenes y Acero, ganó el Premio
Pullitzer en 1997 y lleva vendidos más de un millón y medio de ejemplares en 20
idiomas. Allí, Diamond se pregunta por qué las sociedades de Eurasia dominaron
al resto del planeta durante tantos siglos y concluye que la geografía fue
determinante: al tener tanto territorio de extensión de este a oeste (en mismo
rango de latitud) distintos tipos de cultivos, animales domésticos y gérmenes
(que ayudaron a crear sistemas inmunes) se expandieron y promovieron el
superávit de alimentos, lo que, a su vez, permitió el surgimiento de ejércitos
y burocracias modernas, etcétera.
Una teoría de todo
Diamond fue muy criticado por este "determinismo
geográfico" (para algunos, exculpa las atrocidades de las conquistas y el
colonialismo), pero hoy está entre los principales autores de no ficción y del
género smart thinking del mundo. Sus libros no faltan en las librerías de
aeropuertos, donde hombres y mujeres de negocios que leen poco tienen preferencia
por autores con "una teoría de todo" (como Harari, como Pinker): si
se leen dos o tres libros por año, entonces que sean sobre "todo" y
que sirvan para hacer comentarios en almuerzos o coffee breaks del trabajo.
Una de las ventajas de Diamond, además de su muy buena
prosa, es su multiplicidad de herramientas a nivel de disciplinas: es
antropólogo, ornitólogo, psicólogo evolutivo, sociólogo e historiador del medio
ambiente. Para un presente que se va a haciendo cada vez más complejo, el
pensamiento fuera del silo de una única disciplina resulta fundamental.
El problema principal con el libro tal vez venga por el
mismo flanco: el aumento de la complejidad hace que, por más
multidisciplinariedad que uno incluya, las "teorías del todo" suenan
cada vez más forzadas. Para llevar agua al molino de su marco conceptual,
autores como Diamond, Pinker o Harari hacen -con variaciones- una selección
sesgada de los hechos e historias que refuerzan sus modelos, en lo que Nassim
Taleb (paradójicamente, otro de los titanes del smart thinking que también
escribe sobre "el todo") llama "falacias narrativas".
Las críticas a Convulsión fueron dispares. De entrada
recibió el apoyo de figuras como Bill Gates, el fundador de Microsoft y gran
influencer sobre lecturas de este género. Pero luego aparecieron algunas
reseñas lapidarias, que le señalan decenas de errores históricos y
generalizaciones inadecuadas en las analogías entre personas y países. ¿Cómo
poder decir con propiedad que una nación tiene alta o baja autoestima, que
reconoce o no sus debilidades, que tiene la templanza como para dar vuelta la
situación, etcétera?
A los 81 años, Diamond no usa computadora, y a duras penas
domina algunas funciones de su iPhone, según reconoció en un reportaje
reciente. Se vale de notas y archivos que lleva con la ayuda de una asistente.
Este es otro punto de debilidad que señalaron los críticos: las lecciones de
décadas anteriores tienen una validez muy relativa para países que hoy tocan
fondo en un contexto de hiperconexión, redes, economías de plataformas,
identidades nacionales líquidas, que hacen que las situaciones de
"convulsión" sean muy distintas a las de antaño.
Por el tema que analiza (puntos de quiebre y enseñanzas de
otros países que también tocaron fondo) es muy probable que las cámaras
empresarias que hacen eventos en el segundo semestre sondeen a Diamond para
venir a la Argentina como orador. En tiempos de "convulsión", las
narrativas sirven, más allá de sus sesgos, para bajar la ansiedad y especular
con un resurgimiento posible, aunque todo empeore antes de mejorar.
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