Los más jóvenes requieren nuevas razones para quedarse en
una compañía.
Las nuevas empresas traen consigo características inéditas,
que obedecen a diversos fenómenos, siendo probablemente el principal el hecho
de que las personas están cambiando. Hace ya algunos años que las
nuevas generaciones de profesionales, de los millennials en adelante, requieren
de otro tipo de razones para quedarse en una compañía, que no siempre
tienen relación directa con el dinero, sino con horarios flexibles,
beneficios, buen ambiente, equilibrio entre la vida personal y laboral,
desarrollo profesional y experiencias, entre otras.
Es por esto que las empresas no pueden quedarse estáticas y
debieron tomar una serie de medidas para mantener a sus trabajadores contentos
y, por ende, conservar su negocio. ¿Cuáles son algunas de las claves que
servirán para fortalecer y apuntalar a las nuevas empresas, según las
necesidades que se desprenden de las nuevas generaciones trabajadoras?
Como punto de partida, se puede hablar de la
transparencia, una buena práctica laboral que responde a la alineación de
las personas que están trabajando en el equipo con los objetivos empresariales.
Es decir, es fundamental hacer una bajada de lo que se espera, y ser
transparentes respecto de cuáles entendemos que deben ser las funciones y metas
de los colaboradores, comunicando la información de forma orgánica,
sana y específica.
Una segunda cuestión es la retroalimentación, un
factor esencial para generar un alto desempeño. Es por esto que el uso de la
“inteligencia colectiva” se convirtió en algo necesario, en lugar de las
revisiones unilaterales de los productos. La inteligencia colectiva es
una de las mejores formas de aprovechar los conocimientos y aptitudes de
los profesionales con diferentes formaciones, ya que permite lograr productos
mejores a los logrados por sólo una persona. De allí la expresión “la
innovación no tiene que ver con un acto solitario sino con un hacer colectivo”.
La tercera clave tiene que ver con los liderazgos
transformacionales, un concepto que engloba a los líderes y colaboradores
que trabajan de tal forma que logran avanzar a un nivel más alto de la moral y
la motivación.
Estas tres claves generan una mejor energía laboral y
productiva y producen cambios significativos en la vida de las personas y en su
propio desarrollo, al fomentar una cultura de trabajo colaborativa y orientada
a la calidad. Además, será posible que los eventuales líderes, desde un
proyecto pequeño hasta de grandes corporaciones, desarrollen habilidades que
les permitan integrar mejor a sus equipos desde la perspectiva de la
“indagación apreciativa”, que está orientada a analizar las fortalezas y el
potencial de las organizaciones con el objetivo de potenciar a cada uno de los
colaboradores, creando así ambientes y dinámicas estimulantes, de comunicación
abierta y constante, que reconocen el logro personal y que trabajan desde una
perspectiva positiva a partir de los éxitos.
A su vez, esto dará lugar a una cuarta clave, que es la
de trabajar con sentido. Toda empresa debe tener un objetivo
general, es por eso que es importante encontrar personas que estén alineadas
con el objetivo del negocio y comunicarlo de forma oportuna.
Una quinta clave es la capacitación continua.
Sobre todo las empresas innovadoras, requieren actualizarse de forma constante
y, por ende, actualizar a su personal para que esté preparado para los desafíos
que se vienen. Por ejemplo, es clave para una empresa de tecnología, sector con
la mayor demanda de profesionales, desarrollar el capital intelectual
del equipo, porque permitirá una adaptación constante al entorno, además de
una evolución sostenible en el tiempo, la cual beneficiará a los trabajadores y
a la organización en sí.
Y, por último, la adopción de metodologías ágiles de
trabajo individual y en equipo. Hoy existen algunos sistemas de trabajo más
productivos que otros para desarrollar tareas específicas, por lo cual es
importante optar por estrategias dinámicas que permitan lograr objetivos
específicos y grupales. Esto contribuirá a trabajadores conformes con sus
tareas y con ganas de seguir avanzando.
Sebastián Riquelme, jefe de Recursos
Humanos de Colegium.
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