Si la discusión se planteara en términos de optimismo
tecnológico y pesimismo tecnofóbico, Paul Roehrig se ubicaría sin dudarlo en el
primer bando. Director global de Estrategia de Negocios Digitales de Cognizant,
una multinacional que ofrece servicios de TI para empresas, Roehrig escribió
junto con Ben Pring y Malcolm Frank el libro Qué hacer cuando las máquinas lo hacen todo, donde propone una guía
para prosperar en la era de las máquinas inteligentes.
Según Roehrig, la respuesta a la pregunta sobre si en un
mundo laboral cada vez más automatizado habrá suficientes nuevos empleos para
suplantar aquellos que se pierdan es un enfático sí. “Pero el trabajo
cambiará”, advirtió en una entrevista exclusiva con el Económico en su paso por Buenos Aries, donde participó en la
segunda edición del CEO Leadership
Summit, que reunió a 75 “números uno” de empresas para intercambiar
experiencias sobre cómo encarar la transformación digital.
—¿Qué fue lo que
advirtió en esa reunión? ¿Cuáles son las preocupaciones de los CEO argentinos?
—Es muy similar a lo que pasa en las compañías en Estados
Unidos y Europa. Todos está preocupados sobre cómo aplicar la tecnología. El
debate sobre si es una buena o una mala idea usar nuevas tecnologías para hacer
crecer el negocio ya terminó. Las preguntas actuales son: ¿Cuándo empiezo? ¿Qué
tan rápido necesitamos ir? ¿Cuál es el impacto económico? Son tiempos muy
emocionantes para ser un líder de negocios y un líder de tecnología intentando
encontrar formas de crear experiencias hermosas, impulsar la inteligencia
artificial (IA) y ponerla en el centro de más cosas, para crear nuevos modelos
de negocio.
—Usted aseguró que
para poder ser más digitales hay que ser más humanos. ¿Cómo es eso?
—Hay cosas que las computadoras hace realmente bien y que
sólo harán mejor y mejor. El poder de computación y la cantidad de datos a los
que tenemos acceso y podemos manejar están creciendo. La infraestructura es más
eficiente. Pero los humanos también hacen cosas realmente bien. Cómo hacer una
buena pregunta, cómo mostrar empatía, cómo aplicar el juicio... eso es ser más
humanos. Aun cuando la tecnología se está volviendo más y más poderosa, todavía
hay cosas que la gente continuará haciendo mejor que el silicio.
—¿Qué hay que hacer,
entonces, cuando las máquinas lo hacen todo?
—No acortar la imaginación humana. Las máquinas harán más de
prácticamente todo, pero los humanos han pasado miles de años aplicando la
imaginación, la empatía y la creatividad. Y de eso se tratan los negocios hoy:
acercar las tecnologías a las personas. Las máquinas inteligentes y las
personas inteligentes se vuelve la combinación más poderosa. Esa conexión, lo
que llamo en el libro enhacement (mejora, acrecentamiento, potenciación),
implica conectar poderosas nuevas tecnologías con IA a la gente que está usando
esas tecnologías: así es como se genera un mejoramiento de la productividad.
Cuando las máquinas hacen más de todo, hay más que los humanos tienen que hacer
también.
—¿Habrá suficientes
nuevos empleos en este escenario?
—La respuesta es sí. Pero el trabajo va a cambiar. Si todo
lo que uno hace es altamente repetitivo y la persona no está agregando mucho
valor a lo que sea que esté haciendo, esa será una posición difícil en la que
estar en los próximos años, porque ahí es donde la automatización va a entrar.
Esa es la parte preocupante de la historia. Pero la imagen más completa es que
las compañías que aplican la tecnología para mejorar la productividad pueden
crecer más rápido a un costo menor y hay nuevos trabajos que serán creados. Los
trabajos del futuro son los trabajos del presente potenciados con tecnologías y
los de las nuevas industrias que están emergiendo.
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