En un momento en el
que la colaboración en las empresas está siendo clave para, entre otros
asuntos, mejorar la atracción del talento que las organizaciones necesitan, la
comunicación se posiciona como un elemento fundamental a la hora que se
obtengan los resultados buscados, sin que el ambiente de trabajo empeore.
Las relaciones laborales son difíciles de gestionar pues en
las empresas cada vez confluyen perfiles profesionales diversos, con intereses
y preocupaciones distintas que, no obstante, a menudo, deben trabajar juntos.
Asimismo, el feedback se ha posicionado como un elemento clave para alinear los
objetivos de negocios con las formas en las que se desarrolla el trabajo dentro
de las organizaciones. Sin embargo, estas conversaciones también pueden suponer
un punto de inflexión para la empresa y sus empleados, pues puede poner de
relieve un desacuerdo o un comentario negativo hacia la eficiencia laboral o
los resultados obtenidos.
Frente a ello, un artículo publicado en Harvard Business Review ha revelado cinco acciones, empíricamente
respaldadas, que ayudan a mejorar la escucha ante comentarios críticos,
promoviendo que el diálogo sea abierto y calmado, especialmente cuando se trata
de una conversación con un alto cargo.
- Pensar antes de actuar. Hay que evitar –por muy negativo que sea el comentario recibido- las respuestas inmediatas impulsadas por las emociones del momento y no por la razón. En éste sentido es clave pensar si los argumentos –al margen de las formas empleadas- son razonables y aquello en lo que se pide cambiar es posible hacerlo o sobre qué medidas podría impulsar la ejecución de dicho cambio. Otra técnica recogida en el artículo se refiere a la autoafirmación, es decir, tomarse unos minutos para recordarse en qué se es fuerte como profesional para disminuir “la respuesta física a la amenaza” y permanecer “más abiertos a la retroalimentación crítica”.
- Obtener datos de la crítica. En lugar de centrarse en qué está mal, hay que buscar posibles soluciones o los motivos que han llevado a obtener dicha crítica. “No podemos actuar sobre los comentarios hasta que realmente lo comprendamos”, destaca el artículo. Además, es importante distinguir entre lo que es una opinión y no un hecho. En éste sentido no es lo mismo recibir un feedback negativo por un mal resultado, que el comentario se refiera a un comportamiento o una percepción sobre el mismo.
- Buscar un mentor. En caso de tener que mejorar determinados aspectos vinculados a un mayor conocimiento o una determinada forma de hacer las cosas, resulta mucha más efectivo contar con un modelo a seguir, respaldado por la empresa, que permita conocer cuáles son los pasos a seguir.
- Evitar el victimismo y el aislamiento. Del mismo modo que en el punto anterior es clave pedir ayudo cuando se necesite y evitar caer en los pensamientos negativos que una crítica suele traer consigo, especialmente en las personas perfeccionistas. De hecho, el artículo de HBR aboga por tener cerca a aquellas personas que acostumbran a decir la verdad sobre un asunto, más allá de la relación que se tenga con ella, pues es la única vía que permite mejorar profesionalemente. En este sentido, “los comentarios críticos pueden ser una excelente excusa para restablecer nuestras relaciones, y con el enfoque correcto, nuestros mayores críticos pueden convertirse en nuestros mejores defensores”, destaca.
- El cambio es siempre una opción. “Las personas más exitosas y ambiciosas probablemente crean que cuando un comportamiento limita su éxito, deben trabajar para cambiarlo. Sin embargo, la mejor manera de manejar nuestras debilidades no siempre es clara. Algunas veces, la retroalimentación puede iluminar fallos que están estrechamente ligados a quiénes somos”, destaca HBR. Por ello, si lo que se está pidiendo es un cambio sobre quién es uno como profesional, quizás, la mejor solución no sea un cambio personal, sino de empleo, uno en el que se encaje mejor con la cultura que en esa empresa se impulsa.
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