Si no me equivoco, estamos ante una ocasión histórica, un
momento que puede cambiar todo a mejor… siempre que los que dirijan el cotarro
en años venideros lo hagan pensando en ganar-ganar.
Quiero ser optimista, aunque no estoy tan ciego como para
ver que, dependiendo de cómo se gestione este gran cambio, el tiro nos puede
salir por la culata. Ahora que su pérdida es aún reciente no deberíamos perder
de vista la advertencia de Stephen
Hawking.
Se abren, según los especialistas, cinco escenarios probables, y, como, en la vida nada suele ser
blanco ni negro, se abren también todas las combinaciones posibles entre ellos.
Históricamente (hasta el día de hoy), los que ostentan el
poder aprovechaban estos momentos de cambio para arrimar el ascua a su sardina,
para pensar en el beneficio propio por encima del bien común. Detrás de cada
guerra y de cada época de hambruna, hay, por desgracia, alguien (o mucha gente)
que se ha estado lucrando.
¿Qué me hace pensar entonces que esta vez será distinto?
¿Por qué ser optimista? ¿Por qué esta vez las grandes fortunas del mundo
podrían ampliar su espectro de visión buscando el bien de la humanidad?
Pues bien, aunque el mundo en que vivimos tiene muchas cosas
que mejorar, y sigue estando lleno de injusticias y de desigualdad, no hay más
que mirar a las noticias, lo cierto es que también por primera vez en la historia existe algo que podríamos denominar como
una sociedad consciente, o quizás como una consciencia global. Un ente
superior que trasciende lo individual. Más allá de un pueblo o una región, es
una inteligencia colectiva y muy extendida que demanda para cada persona algo
tan sensato como su bienestar y su realización como ser humano.
Cualquier solución
ganar-perder que ignore esta consciencia global (y en constante crecimiento)
no puede tener una vida muy larga, y nos
conduciría a duro período de crisis y conflictos sociales.
El desafío que trae la inteligencia artificial requiere un
pensamiento maduro y carente de egoísmo, obliga a pensar en buscar soluciones
ganar-ganar.
El tiempo es el bien más preciado de las personas, y la inteligencia artificial trae consigo la
oportunidad de desterrar de nuestras vidas todas esas tareas que no nos aportan
valor y que nos roban horas de poder practicar esas otras actividades que nos
llenan por dentro.
Aunque estemos en semana
santa, el sacrificio ya no debería estar de moda. La vida es un regalo que
hay que disfrutar. Y el trabajo una oportunidad de realización, no una rutina
pesada. En ningún caso debería ser considerado una carga que nos roba la mitad
de nuestra vida a cambio de un par de semana de vacaciones al año.
La inteligencia artificial, junto con la robótica nos aporta
un escenario donde los trabajos que menos llenan a las personas pueden ser
realizados por máquinas, probablemente mejor y probablemente más baratos.
Si este exceso de ganancias se utiliza para retribuir mejor
los trabajos más “humanos” y para crear una renta social que permita a los más
desfavorecidos sobrevivir en el escenario de cambio… sería posible un futuro
donde todos acabásemos trabajando menos horas, pero de más calidad (más
alineadas con nuestros valores) sin que eso haga disminuir el trozo de pastel
de los menos poderosos. Un escenario
donde se puede apostar más por la creación de trabajo social y de investigación
que aporte bien a la colectividad, sin la presión de generar también beneficios,
porque el lucro lo proporcionaran las máquinas. Un escenario que, si se afronta
con visión global y con generosidad, puede deparar el primer momento en la
historia en la que haya un bienestar generalizado…
No digo que sea sencillo, pero si soy optimista es porque
creo que las otras alternativas, las que crean una brecha social gigantesca,
habrían tenido cabida en otras épocas con toda probabilidad… pero ahora
tendrían que enfrentarse a esa consciencia global. Y el enfrentamiento, como
casi siempre sucede en un escenario ganar-perder a la larga, acabaría en un
resultado negativo para todos (perder – perder)
Sí, resulta que en
este momento de la sociedad la visión ganar – ganar es la más conservadora… ¿por
qué no optar por ella? Sí, soy optimista, y estoy deseando contribuir a
este cambio social. Un futuro mejor es
posible, si trabajamos por él. Si creemos en él.
AI Artificial Intelligence Student by Gan Khoon
Lay from the Noun Project
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