El reconocido especialista en organizaciones y talento, Josh Bersin, plantea que la
implementación de políticas, programas, iniciativas, es necesaria pero
claramente insuficiente. Empresas diversas no son necesariamente inclusivas,
integradoras y potenciadoras de las diferencias. La gestión de los sesgos
inconscientes constituye el cimiento desde el cual construir una cultura donde
la inclusión esté profundamente embebida.
La presencia de sesgos inconscientes que generan
estereotipos se evidencian constantemente en las empresas. "Esa persona no
tiene el perfil, no encaja con la manera en que acá se hacen las cosas, su
discapacidad no le va a permitir hacer ciertos trabajos, las mujeres cuentan
con las cualidades para ciertas posiciones, los jóvenes no tienen compromiso,
sus opiniones no coinciden con las del equipo generando conflicto".
Etiquetas que escuchamos diariamente y que obstaculizan la
posibilidad de vivir en entornos que potencien lo mejor de cada persona, con
impacto en la innovación, el compromiso, la productividad, el crecimiento
individual, organizacional y social.
La pregunta es ¿por dónde empezar? Quizás la clave sea
desarrollar, promover, fortalecer líderes inclusivos. Los líderes inclusivos
parten de la concepción de que cada persona "vale" y logran
"verlos" derribando sus estereotipos y cuestionando etiquetas. Al
hacer realidad este paradigma, adoptan capacidades y modalidades de gestión no
convencionales.
Sydney Finkelstein
en una nota publicada en el 2017 por Harvard
Business Review "4 Formas en que los Gerentes pueden ser más
Inclusivos", describe prácticas que ponen en acción.
1. Contratar talento,
no un currículum: los líderes incluyentes no contratan de forma
tradicional. Incluso prácticas de entrevistas a ciegas (presenciales pero sin
ver al candidato) son muy potentes. Crean sus propias fórmulas reconociendo que
los mejores candidatos podrían ser poco ortodoxos. Están inteligentemente
abiertos a grupos que otros pasan por alto.
2. Liberar la
creatividad de todos: los líderes tradicionales inadvertidamente sofocan la
creatividad. Quieren que los empleados hagan lo que se les dice, con reglas,
instrucciones, límites, objetivos claros y sin excusas. Por el contrario, los
líderes inclusivos invitan a los miembros del equipo en todos los niveles a
contribuir con su propio pensamiento original, de hecho, lo requieren.
Consideran la innovación como la llave del crecimiento.
3. Abrir el abanico
de posibilidades de desarrollo por otros impensadas: su creencia es que
todos pueden recorrer diferentes caminos a lo largo de sus carreras.
El desafío es que implementar estas u otras prácticas exige
curiosidad y coraje, luchar contra el statu quo y la comodidad, ser generoso y
renunciar a los espacios tradicionales de poder.
Quizás para ser exitosos en la lucha por la diversidad, éste
sea el camino, fortalecer líderes inclusivos que generen culturas que
cuestionen prejuicios y estereotipos profundamente arraigados.
Fabiana Gadow. Socia de inGroW Consulting
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