Paul McDonald en
el boletín de American Management
Association del pasado 13 de febrero plantea que la mayoría de las
organizaciones cuentan con una fuerza laboral multigeneracional que va de los
“babyboomers” cercanos a la jubilación a la Generación Z, cuyos integrantes son
los últimos que se están incorporando al mercado laboral y como directivos una
de nuestras responsabilidades consiste en asegurarnos de que todas las
generaciones trabajen bien juntas.
El autor ofrece 6
recomendaciones para liderar un equipo compuesto por distintas
generaciones:
1.- COMPRENDER LAS
CARACTERÍSTICAS DE LAS DISTINTAS GENERACIONES. Para liderar eficazmente un
equipo multigeneracional debemos conocer los rasgos distintivos comunes de cada
una de ellas. Sin olvidar que no es una buena idea estereotipar a toda una
generación, ya que siempre puede haber excepciones y aunque entender los
atributos generales de cada generación puede ser útil debemos intentar adaptar
nuestro estilo de liderazgo de forma que podamos conocer los intereses,
necesidades y metas de cada miembro del equipo siempre que sea posible.
2.- ACENTUAR LO
POSITIVO. Adoptar un patrón mental de “vaso medio lleno” cuando
consideremos a las generaciones y a sus rasgos distintivos. Con demasiada
frecuencia los directivos interpretan las diferencias como algo negativo, pero
los equipos potentes muestran diversas
perspectivas y experiencias. Esta mezcla genera múltiples beneficios,
incluyendo una mejor comunicación, mayores niveles de colaboración y
aprendizaje y menos malas interpretaciones. Como líderes debemos destacar estas diferencias en nuestros
equipos especialmente el impacto de las contribuciones individuales en un
proyecto específico para que nuestros colaboradores aprendan a apreciar en
lugar de rechazar la diversidad.
3.- VARIAR EL
ENFOQUE DE LIDERAZGO ya que, en
general, cada grupo demográfico tiene una forma preferida de trabajar, aprender
y transmitir la información. La mayor diferencia entre generaciones, según un
estudio realizado en enero de 2017 por Robert
Half Management Resources, se encuentra en la comunicación, por lo que
debemos diversificar nuestra metodología de comunicación para dar respuesta a
las expectativas de cada grupo.
4.- PROMOVER LA
CAMARADERÍA. Aunque un exceso de “cotilleos” y rumores pueden entorpecer la
productividad el favorecer los espacios para que los profesionales se
relacionen y conecten entre ellos generará unas relaciones de trabajo más
fuertes y aumentará la satisfacción de los mismos.
5.- FOMENTAR QUE LOS
PROFESIONALES APRENDAN UNOS DE OTROS. El sistema tradicional de mentorías
resulta ser un medio excelente para
preparar a los profesionales más jóvenes para ir asumiendo roles de mayor
responsabilidad pero no hay que olvidar que estos tienen también conocimientos
que pueden compartir con sus compañeros más veteranos. Por tanto es
recomendable instaurar programas de mentoring invertido para que los miembros
de la generación X y “baby boomers” puedan beneficiarse de las habilidades y
perspectivas de sus colegas “millennials”.
6.- INCORPORAR LA
FLEXIBILIDAD COMO PARTE DE LA CULTURA CORPORATIVA. Es cierto que los
“millennials” están actuando como fuerzas disruptoras del entorno laboral, pero
fundamentalmente en los aspectos de
mantener horarios rígidos de oficina, de seguir códigos poco flexibles de vestimenta
o de su presencia física en el lugar de trabajo. Todas las esencias de la
dinámica de una organización como son la motivación, el compromiso con el
cumplimiento de plazos y objetivos y el ofrecer el mejor servicio posible se
mantienen como parte central del ADN de esta generación.
Como líderes debemos capitalizar esta tendencia en lugar de
forzar a los “millennials” a hacer las cosas “como siempre se han venido
haciendo” y confiar en los profesionales, independientemente de su antigüedad,
concediéndoles la libertad para tomar buenas decisiones.
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