¿Quieres ser un emprendedor de éxito? ¿Y piensas que hay una
fórmula que puede ayudarte a conseguirlo? Sentimos decepcionarte, no es así.
Triunfar en el mundo emprendedor pasa por una combinación de durísimo esfuerzo
y un estar en el momento adecuado en el lugar oportuno.
Por supuesto también hay algunas ideas básicas que te pueden
ayudar. Trabajar bien tu idea de negocio, saber cómo financiar tu proyecto o
contar con un buen equipo humano es vital si quieres tener alguna posibilidad.
Es de lo que nos habla Spaces en un
estudio en el que destaca diez ingredientes clave que tienen que tener muy en
cuenta todos aquellos que aspiran a emprender y no morir en el intento. Son los
siguientes:
Una buena idea
Cuatro de cada diez españoles piensa que un emprendedor de
éxito debe contar con una buena idea. Este es uno de los aspectos más
importantes a la hora de montar un negocio: si el producto o servicio que se
ofrece ayuda a satisfacer una necesidad específica para un nicho de mercado
concreto, entonces el negocio tendrá una posibilidad.
Diferenciarse de la
competencia
Un buen emprendedor debe de ser capaz, no sólo de tener una
buena idea, sino de conseguir que su negocio sea único, ya sea porque se ofrece
un producto o servicio novedoso o porque el mismo incluye características que
le hacen especial. Diferenciarse de la competencia será la clave para encontrar
un hueco en el mercado.
Solvencia económica y
financiación
Para llevar a cabo una buena idea, todos los negocios
necesitan sustentarse con una base económica. Un emprendedor debe contar con
solvencia financiera suficiente como para poder comenzar su proyecto sin
contratiempos y afrontar los gastos iniciales que conlleva crear una empresa.
Una gran barrera a la hora de emprender son los altos
impuestos a los que se enfrentan los españoles, de hecho, la mayoría de los
emprendedores de nuestro país reconocen que esta es la principal dificultad a
la que se enfrentan. Existen organismos y plataformas encargadas de acelerar el
crecimiento de las startups, además de ayudar a superar las barreras económicas
iniciales a las que se enfrentan estas nuevas empresas.
Ilusión y motivación
El emprendedor debe ser el mejor prescriptor de su propio
proyecto; nadie podrá creer en un nuevo negocio si su fundador y el equipo
humano que lo integra no están 100% seguro de su éxito en el mercado.
Creatividad
Uno de los rasgos más importantes que un profesional debe
tener hoy en día es la capacidad de pensar “out
of the box“, es decir, adoptar un pensamiento creativo que permita salir de
la zona de confort y probar a hacer cosas que no se habían hecho antes.
Ser capaz de tomar
decisiones
Montar un negocio implica arriesgarse para alcanzar un
objetivo propuesto. Para ello, un buen emprendedor debe ser capaz de tomar sus
propias decisiones.
Este aspecto, que marca la gran diferencia entre un empleado
que trabaja por cuenta ajena a uno que lo hace por cuenta propia, es muy
atractivo para los españoles, pues para el 42,4% de los emprendedores lo más
atractivo de emprender es el hecho de poder tomar sus propias decisiones.
Un entorno
profesional
El entorno de trabajo influye fuertemente en la
productividad laboral de los empleados. Desarrollar un negocio en un entorno inspirador,
junto a otros profesionales de otras empresas y sectores, puede ayudarnos a
adoptar diferentes puntos de vista, a generar nuevas ideas y a crear sinergias
entre personas y empresas.
Pero lo más importante de trabajar junto a otros
profesionales es que nace un sentimiento de comunidad más fuerte que el que se
consigue en un espacio de oficina tradicional.
Redes sociales
En un mundo empresarial en el que los millenials cada vez
están más presentes, las redes sociales se han convertido en potentes canales
de comunicación con clientes y dentro de las organizaciones, además de
herramientas para promocionar productos y servicios.
Un emprendedor de éxito debe ser capaz de dominar las redes
sociales, hablando su lenguaje para llegar al consumidor.
Diversidad
intelectual
Un buen emprendedor tiene que saber rodearse de
profesionales que le ayuden a formar un equipo fuerte, capaz de alcanzar sus
metas.
Los equipos de trabajo más valiosos son aquellos que
incluyen personas con puntos de vista y capacidades de trabajo muy diferentes,
de manera que pueden complementarse y llegar a soluciones más completas. La
diversidad intelectual de un grupo de trabajo es lo que hace posible que el
nivel de creatividad y productividad de un equipo sea mucho mayor que el que
podría conseguir cada profesional de manera independiente.
Un lugar de trabajo
inspirador
La composición del espacio, el mobiliario, la decoración o
el color de las paredes pueden llegar a afectar en sus niveles de
productividad.
Los espacios de trabajo inspiradores, amplios, agradables y
equipados con las últimas tecnologías harán que los emprendedores se sientan
como en casa y puedan explorar nuevas capacidades. De hecho, para casi la mitad
de los españoles, este tipo de espacios supone un impulso para ser más creativo
y productivo.
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