Siemens recomienda la implicación de todas las partes
afectadas, desde el comienzo.
En un entorno marcado
por el cambio vertiginoso, la 'co-creación' se hace crítica. ¿Cómo integrar a
'partners' y clientes en el proceso de innovación, de forma efectiva? Siemens
ha desarrollado una metodología de cinco pasos.
En un entorno de cambio frenético, la mejor manera para
diferenciarse y ocupar una posición sostenible en el mercado es apostar por
integrar al cliente en el diseño de productos y servicios. Es lo que se conoce
como co-creación.
Se trata de involucrar al cliente en la toma de decisiones,
mejorando la propuesta de valor y minimizando el riesgo económico de cualquier
innovación. En la práctica, co-crear implica poner de acuerdo a un número mayor
de actores, y no siempre resulta sencillo. En este contexto, el gigante alemán Siemens propone una metodología de cinco
pasos:
¿Pueden 28 personas
reunidas en una misma sala ponerse de acuerdo?
El ejecutivo de Siemens Assem
Khalaili comparte la experiencia de un ejercicio de 'co-creación' junto con
un cliente del sector aerospacial. "El reto era certificar un desarrollo
hecho con impresión 3D. Eso implicaba a las aerolíneas, a las agencias de
certificación, a la IASA... Decidimos juntarlos a todos y escuchar lo que
tenían que decir. Cuando nos reunimos, éramos 28 personas representando a
cuatro o cinco partes. Estuvimos encerrados en una sala durante ocho horas, y
de allí salieron ideas muy positivas. Los clientes y 'partners' que
participaron se sintieron muy orgullosos de involucrarse en el proceso desde el
principio y por este motivo se mostraron abiertos. En sólo cinco meses teníamos
un piloto rodando, incluyendo la pertinente certificación".
1 COMPRENSIÓN DE LOS
RETOS
El primer paso para
afrontar el desafío de la co-creación es reconocer la necesidad de ser más
ágiles, más transparentes y más colaborativos. "La transformación
digital genera mucha incertidumbre. ¿Cómo van a impactar los cambios sociales y
tecnológicos en mi negocio? ¿Cómo afectarán a mi fuerza laboral? ¿Quiénes serán
mis competidores dentro de varios años? La mayoría de compañías no son siquiera
conscientes de la magnitud de los retos que afrontan", asegura Assem
Khalaili, director del área Industry Customer Services de Siemens para Oriente
Medio.
Khalaili fue el encargado de orientar a los clientes de
Siemens durante un taller práctico de co-creación organizado durante el último
Innovation Day de la multinacional, celebrado en Múnich (Alemania).
"La colaboración es crítica para ayudarnos a entender
cuáles son las fuerzas del cambio", asegura Khalaili. Pero en ese
ejercicio, idealmente, deberían participar no sólo los clientes, sino también
los partners y, en general, todos los grupos de interés afectados.
2 PROPUESTA DE VALOR
Una vez identificados
los retos y los actores con los que se podría colaborar -"no todos los
clientes están preparados para participar en un proceso de co-creación",
reconoce Khalaili-, Siemens propone recapacitar sobre cómo las nuevas
tecnologías pueden ayudar a crear propuestas de valor diferenciales. En este
punto, la multinacional recomienda el uso de metodologías de design-thinking
que fomenten la creatividad y el pensamiento fuera de la caja.
3 MODELO DE NEGOCIO
El tercer paso tiene
que ver con el diseño de un modelo de negocio que se ajuste al caso de uso
en estudio. Siemens se desmarca del café para todos y defiende la búsqueda de
modelos de ingresos innovadores, que se ajusten a las fórmulas de pago por uso,
riesgo compartido, etcétera, que ganan fuerza en el mercado.
4 PROYECTO PILOTO
"En un entorno de incertidumbre, donde nadie sabe a
ciencia cierta cómo le impactará la digitalización, un proyecto piloto resulta muy útil para validar el valor real de un
nuevo producto o servicio", sostiene Khalaili.
"La co-creación
es un camino en el que unos aprenden de los otros. La tradicional relación
vendedor-comprador desaparece; todos son socios con un objetivo en común".
Una de las claves del éxito radica, según el ejecutivo de Siemens, en implicar
a las partes desde el principio. Esto favorece una mejor predisposición,
agilizando el proceso y mejorando el resultado.
"Para poner en
marcha un piloto, solicita la colaboración de aquellos clientes con los que
mantienes una relación fluida y de confianza", recomienda Khalaili.
Aunque reconoce que será difícil encontrar el consenso en todos los detalles
operativos, "sí es esperable ponerse de acuerdo en los aspectos más
básicos, cómo qué tecnologías se deberían implantar o de qué modo creen que
cambiará la cadena de valor". Para Khalaili, "una comunicación fluida
hace posible que las personas conozcan mejor la casuística y los problemas de
las demás partes. Y entonces se produce un fenómeno sorprendente: de repente
esas personas empiezan a trabajar duro y en equipo".
En este sentido, el experto insiste en la necesidad de que
los primeros encuentros tengan lugar de forma presencial. "La confianza es fundamental y ésta no se genera en los canales
virtuales, sino con proximidad".
5 ESCALAR EL PILOTO
Finalmente, si un
proyecto piloto resulta exitoso, llega el momento de ampliarlo o escalarlo.
"Se suele empezar por expandir los pilotos a nuevas geografías, pero en
ocasiones también se puede ampliar su ámbito de actuación a otros
productos".
La duración de un proceso de co-creación puede oscilar entre
los tres y doce meses desde la ideación hasta la puesta en marcha de un primer
piloto, a lo que habría que sumar entre dos meses y dos años para escalarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario