La empresa Palibex,
una pyme con el mayor crecimiento comprobado en España, tiene como secreto del
éxito las prácticas más modernas y revolucionarias.
Breve descripción de las condiciones de trabajo en la
empresa Palibex. Los empleados
cobran un 30% por encima de convenio, tienen gimnasio, masajistas, un comedor
de primera categoría, zona para dormir la siesta, nutricionistas. Se ayuda a
aquellos que tengan algún problema, sea la operación de un familiar o hacer una
reparación del lavarropas.
El CEO declara que todos tienen el mismo seguro médico que
él y su familia, sean administrativos u operadores. ¿Silicon Valley? No. Se
trata de una empresa de transporte por camiones, especializada en distribución
exprés de mercancía paletizada, con sede en el polígono industrial de
Villaverde, Madrid.
Ha sido creada y administrada en la actualidad por Jaime Colsa, quien ha hecho
declaraciones algo sorprendentes como, por ejemplo: "Quiero que mis
empleados sean la envidia en sus cenas familiares o reuniones de amigos. Que
presuman como lo hace alguien que trabaja en Google". "No por pagar más la gente es feliz, pero hay
que empezar por ahí. Estamos en un país donde el sueldo mínimo son 655 euros.
Eso es cercano a la esclavitud. Con ese dinero no se puede vivir". En su
ramo, un empleado promedio cobra 900 euros. Palibex llega a los 1300.
Colsa no cree en
tratar bien a los empleados para que rindan más: "Es cierto que rinden
mejor pero sobre todo rinden diferente, se entregan más. Eso no quiere decir
que sea más rentable. Nos gastamos más en esas medidas que el incremento que
supone su efecto". Reconoce, sin embargo, que hay en sus políticas
"algo de egoísmo en ello: la felicidad que tenga mi equipo es la que me
volverá a mí".
Palibex debería
estar al borde de la quiebra. Sin embargo, en cinco años pasó de tener una
dotación de 15 empleados a 600, y el Financial
Times la incluyó en un listado de las pymes con mayor crecimiento
comprobado.
Un dato más que interesante es que Jaime Colsa se haya inspirado en las empresas con tecnología de
punta, en una actividad que tiene casi nada que ver. Sus talentos no son ni geeks ni nerds, sino simplemente camioneros. Confirma la tendencia a imitar
a las grandes empresas, tal como lo fue Ford a principios del siglo XX. Parece
que el cambio de centuria también trae buenas noticias.
Pero el carácter innovador de Colsa, un ingeniero industrial atraído por las artes, no se detiene
en su particular desarrollo organizacional. Ofreció, en primer lugar, los
paredones de sus instalaciones del polígono para que grandes artistas
realizaran murales y así se encuentran decoradas hoy, distinguiéndose de las
otras instalaciones grises u oscuras. Un día, vio pasar a uno de sus camiones
con los revestimientos en blanco, sin rotular. Se encontraba junto a uno de los
artistas urbanos que había trabajado en su establecimiento y le preguntó:
"¿No te gustaría pintar un camión?".
Así nació Truck Art
Project, que consiste en pintar las grandes superficies de las lonas
laterales, con creaciones verdaderamente deslumbrantes. Sin identificación,
porque lo proponen como alternativa de arte callejero y puede ser incorporado
libremente en otras empresas de transporte. Todo indica que ha llegado la hora
de dar paso a la creatividad en todos sus aspectos. No sólo para innovar en
productos, programas o procedimientos, sino para generar un clima que propicie
lo nuevo y lo distinto.
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