¿Es difícil que
nuestro negocio sepa reinventarse y adaptarse a los cambios que suceden
continuamente? Nos consideramos negocios disruptivos, pero estamos lejos de esa
frontera.
LA RESPUESTA COMÚN ES: CASI SIEMPRE
Si no nos reinventamos, si no creamos negocios disruptivos,
alguien vendrá y lo cambiará todo antes que nosotros. La innovación disruptiva
es algo cultural que llega desde arriba y atraviesa toda la organización, forma
parte de la mentalidad de cada uno de los empleados del negocio. Somos negocios
disruptivos porque eso nos hace crecer y nos sentimos cómodos entre el riesgo y
la creatividad.
LA RESPUESTA REAL ES: CASI SIEMPRE
La competencia se está reinventando, han aparecido nuevos
disruptores que están cambiando el juego por completo. La industria, la oferta
y os clientes están cambiando más rápido de lo que nunca hubiéramos imaginado.
Somos reticentes al cambio y además lentos cuando queremos movernos rápido.
Nuestro modelo de ingresos es sólido, pocos prestan atención a la innovación,
no es necesario si continuamos generando ventas y exprimiendo el modelo de
negocio que tenemos. Además, cualquier acción disruptiva que intentamos al
final se queda en tierra de nadie. Los más disruptivos son ignorados cuando
vienen con ideas o estrategias de crecimiento nuevas.
EL CAMBIO ES MÁS DIFÍCIL QUE ESTAS PALABRAS
Hemos visto esto antes. Estamos cansados de ver
profesionales y marcas que exponen su innovación y creatividad de forma
constante. El mundo está lleno de disruptores, pero nosotros no estamos entre
esa selecta élite. Entonces llegamos a casa y pasamos a ser un consumidor más
de la marca disruptiva de turno. Buscamos a esas marcas en nuestros smartphones
y entonces nos encontramos con experiencias mobile abominables. Descubres que
su página oficial de Facebook es una herramienta bastante descuidada. En
resumen, la marca disruptiva deja mucho que desear el mundo de las personas,
tecnología y la cultura de la conexión. Podrías pensar que es algo anormal,
pero no lo es. ¿Te suena? Seguro. Si no lo crees, haz tu propia investigación,
busca esas experiencias de marca en organizaciones disyuntivas de primer nivel
mundial.
La oportunidad de ser disruptivos es para los pequeños también.
En estrategia y ejecución, permite florecer las ideas atrevidas, trátalas con
importancia suprema, ya sea si vienen desde el director o de la nueva persona
en prácticas. Anima y potencia la innovación y la creatividad, recompensala.
Premia el fallo, incita a que suceda, reta a experimentar.
LA LECCIÓN SOBRE LOS NEGOCIOS DISRUPTIVOS
Incluso las marcas disruptivas no están a salvo. Incluso las
marcas que están vistas como innovadoras necesitarán esforzarse para dar una
vuelta de 90ª al timón e ir en una dirección inesperada. Hasta las marcas más
"molonas" y "queridas" no puede permitirse el lujo de
esperar a qué es lo que va a venir luego, mira Nokia o Kodak. Hasta marcas como
Facebook están sufriendo. No basta con ser disruptivo, no basta con innovar,
necesitamos practicar la disrupción constante, la reinvención permanente, con
el desgaste que conlleva.
Photo credit: Alexander OsterWalder.
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