El crecimiento
exponencial (a diferencia del lineal) es aquel cuyo ritmo aumenta cada vez más
rápidamente.
La reciente experiencia del Director Técnico de
Independiente campeón de la Copa Sudamericana nos demuestra cómo este concepto
puede ser aplicado al deporte de alto rendimiento, en un contexto de complejo,
cambiante y voraz como el futbol y cómo pueden aplicarse sus aprendizajes al
mundo empresarial
Tuvo un sueño, muy ambicioso, difícil pero lograble: lograr
un título de importancia- después de muchos años de frustraciones- a partir de
un estilo de juego distintivo e impulsar la sustentabilidad financiera del
club. En menos de un año lo que parecía imposible, es ya una realidad.
¿Cuáles son sus características
diferenciales?
Pensó en grande,
ensayó, probó, aprendió rápidamente y escaló a una velocidad sorprendente. Tuvo
mentalidad exponencial, hacer algo diferente.
Innovó en múltiples
campos, apalancándose en la tecnología al utilizar los dispositivos más
sofisticados como al mismo tiempo con un enfoque netamente humano
Armó un equipo de
trabajo multidisciplinario en el que cada integrante agregó valor desde su
campo de conocimiento, generando un espíritu de cuerpo y complementación de
capacidades y habilidades
Desarrolló un método
con ideas simples y concretas y lo transmitió con precisión y de manera
accesible a sus jugadores. Lo disruptivo en su caso, fue volver a las fuentes,
honrar el pasado, escuchar a los que saben, regresar a la mística y
resignificar la historia gloriosa del club.
Tomó decisiones muy
difíciles, con mano firme y asumiendo los riesgos que ello conllevaba.
Tuvo agilidad para
cambiar cuando fue necesario, sin renunciar a la esencia, impulsando un
espíritu de cuerpo en el que no hay estrellas, sino que la estrella es el
propio equipo. No hay titulares ni suplementes, cada uno es titular o suplente
en función de las necesidades
Puso foco en el
objetivo principal, que nunca lo perdió de vista y fue un modelo de
profesionalismo y dedicación obsesiva al trabajo.
Fue perseverante y
resiliente ante las dificultades, transparente para reconocer los errores y
aprender velozmente de ellos.
Inspiró a propios y
extraños, siempre basado en valores que los llevó a la práctica con acciones
concretas. Enfrentó con valentía a las mafias y demostró que la integridad y la
verdad son el mejor camino para recorrer.
Ariel Holan, con
mucha humildad, nos demostró que en el fútbol -como en la vida-, cuando al
conocimiento, se le agrega dedicación, pasión, tecnología y humanidad, la
probabilidad de lograr los resultados esperados es mucho mayor.
Alejandro Melamed, es
speaker y experto en estrategia e innovación disruptiva de Recursos Humanos.
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