Los cambios dentro de una empresa
siempre suscitan recelos y aversión. Así lo muestran algunos estudios y
encuestas que relacionan la falta de avance en las transformaciones digitales
de las organizaciones, primero, con una escasa financiación y, según, por una
alta resistencia al cambio cultural que ello implica.
Para que un
cambio organizacional tenga éxito dentro de esta era digital y en un entorno
laboral altamente diverso, donde los jóvenes mandan como palanca de ese cambio,
las empresas deben contar con líderes implicados que dirijan los esfuerzos de
unos y otros –clientes, empleados y negocios- hacia una misma dirección.
No obstante,
desde la web Formación Ejecutiva DF,
han dado siete consejos que permitan
avanzar en dicho objetivo:
- Vender el cambio a través de una historia potente. Los empleados deben entender la razón de una decisión y/o acción para poder “abrazarla”, del mismo modo que se hace con los clientes sobre un concepto o idea de producto.
- Liderar los cambios. “Los líderes son responsables del énfasis o debilidad de la plataforma de cambios”, señala el artículo. “La alta dirección debe saber llevar este proceso con consistencia durante todo el proceso de cambio”.
- Hacer equipo. Así como un cambio debe tener ‘una cabeza visible’ que sepa medir y modificar las medidas aplicadas, también debe haber un equipo detrás que respalde esa transformación y la lleve hasta los niveles más bajos de la organización.
- Apoyar el cambio cultural. Un cambio -ya sea de modelo de trabajo, de valores o digital- implica siempre una transformación de cómo se hacen las cosas, por lo que debe ir respaldado de una revisión de la cultura empresarial, para que no se produzcan desajustes entre los objetivos de la empresa, las directrices adoptadas y las formas de ejecutarlas.
- Los mensajes deben ser coherentes en todos los canales. “El cambio debe afectar no solo el modelo sino los procesos más mínimos ya que, cualquier error, por más minucioso que sea, puede desencadenar fallas en el cambio”, señala el artículo.
- La comunicación debe ser trasparente. Todos los departamentos, áreas y personas implicadas de una u otra manera con la organización –clientes, proveedores y empleados- deben conocer la nueva información sobre el proceso al que se está sometiendo.
- Implicar a los colaboradores. Finalmente, si algo ha dejado claro esta era digital es que sin participación de todos los agentes sociales que impactan en la empresa, los objetivos se vuelven inalcanzables pues dejan de ser apoyados. Se deben implementar, por tanto, mecanismos de escucha y de procesamiento de los aportes de los colaboradores, porque sus aportes serán claves en la definición del cambio y su proceso.
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