Anakin Skywalker,
protagonista indiscutible de la saga 'Star Wars', es un buen ejemplo de cómo
los discípulos pueden acabar con la vida de sus mentores, en este caso Obi-Wan
Kenobi, auténtico maestro y artífice de los 'jedis'.
Desarrollar, orientar y promocionar a los profesionales son
los objetivos que tienen que perseguir los mentores, sin embargo, llegado el
momento, estos tutores frenan ese merecido ascenso.
Muchos jefes fracasan a la hora de impulsar la carrera de
las personas prometedoras que están a su cargo. Con frecuencia, en películas
como Star Wars, el protagonista se ve obligado a prescindir de su mentor.
"Hay que matar al mentor", dijo uno de los
estudiantes. Los alumnos de mi clase de MBA empezaron a asentir en voz baja.
Estábamos discutiendo el caso de un directivo de 39 años cuyo mentor le había
prometido un gran ascenso, pero éste no llegó a materializarse.
Algunos de mis estudiantes opinaban que el mentor necesitaba
tener un poco de paciencia; los buenos puestos no se presentan de la noche a la
mañana, no en esta época. Otros alumnos pensaron que no lo había pedido con la
suficiente insistencia. Puede que, después de todo, ni siquiera le interesara
el puesto.
Sin embargo, la hipótesis más popular con diferencia fue que
el directivo le era muy útil al mentor, justo en la posición en la que estaba.
Tras haberle ayudado a escalar posiciones, ahora estaba bloqueando el ascenso
de su protegido para un puesto verdaderamente importante. Le pregunté a la
clase: "¿Cuántos de vosotros habéis pasado por una experiencia
similar?". Cerca de la mitad de los alumnos levantaron la mano.
Hacer más con menos
Los mentores pueden bloquear nuestro ascenso con la misma
facilidad con la que nos ayudan a progresar profesionalmente, sobre todo en
esta época en la que el lema de las empresas parece ser "hacer más con
menos", y en la que mantener a un subordinado de confianza puede parecer
la fórmula perfecta para rendir lo menos posible. Al sentirse inseguros en sus
puestos de trabajo, muchos superiores intentan frenar la carrera de los
subordinados que más destacan por sus cualidades.
Según Kathy Kram, una de las primeras investigadoras en
mentoring de la Universidad de Boston, al igual que los hijos se van del hogar,
es de esperar que los protegidos quieran distanciarse de sus mentores, tanto
psicológicamente como físicamente.
Los mentores que no están preparados para la separación
pueden sentirse abandonados y enfadados e incluso impedir que sus protegidos
avancen.
Fuga de talento
El héroe de nuestra historia tenía la sensación de que su
carrera no avanzaba y comenzó a trabajar de espaldas a su mentor, fuera de la
compañía para encontrar otras oportunidades. Encontrar una oferta de fuera fue
sólo cuestión de tiempo.
¿Cómo reaccionó el mentor a las noticias de nuestro
protagonista? Con rabia. "¿Cómo puedes hacerme esto? Te tenía preparado
algo mejor", le espetó el mentor.
Lamentablemente, este tipo de episodios es frecuente en el
caso de mis estudiantes, cuyas relaciones con sus superiores son difíciles.
Como dice el cliché, uno no abandona el trabajo, abandona a sus jefes.
Según una encuesta de Gallup realizada en 2015, alejarse de
un jefe que trata mal a los empleados es la primera razón por la que los
empleados dejan su trabajo.
Pero, ¿cómo y cuándo se libera alguien de una relación
dañina con su mentor mientras intenta reducir los perjuicios que esto puede
ocasionar a su carrera?
Al igual que le pasó a nuestro héroe, la gente puede seguir
teniendo dudas sobre las relaciones abusivas cuando no tienen a nadie con quien
compararse.
Cualquier ruptura es difícil. Según mis estudiantes,
conviene no decir lo que se piensa a un mentor cuando las emociones están a
flor de piel. Sobre todo, hay que intentar mantener una buena reputación en una
red profesional que también incluye a personas que conocen al que fue nuestro
mentor.
La profesora Kram también advierte de que hay que dejar
tiempo para que la relación cambie. Aceptar que una relación con un maestro al
que estimamos ha llegado a su fin es difícil, pero necesario para darse cuenta
de que uno es dueño de su propia vida.
Al igual que en muchas historias de Hollywood, desde Batman
hasta Star Wars, la muerte del mentor significa que el protagonista ha llegado
a una etapa en la que debe crecer y enfrentarse a lo desconocido por sí mismo.
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