El liderazgo asumido tanto como por un
hombre, como por una mujer es una cuestión que resulta cada vez más importante
en la problemática empresarial y política de nuestras sociedades.
Estos 12 retos salen al cruce de distintos
debates que se suceden para optimizar las capacidades de los nuevos líderes.
¿Porqué 12? por motivos exclusivamente
simbólicos y personales. Me gusta ese número y para responder qué mejor que las
palabras del gran coach Alfredo Diez, que nos dice:
“Los antiguos asirios, hebreos, chinos,
indios, griegos y egipcios construyeron su imagen conceptual del mundo a partir
del número 12. La cúpula celeste se dividía en doce signos zodiacales, el año
en doce meses, las tribus de Israel son doce; doce las piedras que dividieron
las aguas del Jordán; y, para muchos pueblos, los períodos de tiempo se
repartían y reparten en grupos de doce años. Los sumerios hicieron del número
12 la base de su sistema numérico, hoy conocido como sexagesimal… Según el
calendario lunar chino, los sesenta años que componen su siglo se dividen en
cinco ciclos de doce años, cada uno de estos representado por un animal
determinante de la personalidad de cada individuo. No podemos dejar de relacionar
simbólicamente con Cristo y sus doce apóstoles”.
El Apocalipsis habla de 12 estrellas que
coronan a la Mujer, (a la virgen María) 12 puertas de Jerusalén, 12 ángeles, 12
frutos del árbol de la vida.
Por lo tanto, los doce retos son:
1- Comprender nuestras propias motivaciones y
las ajenas. Es importante lograr integrar pensamiento, sentimiento y acción,
para evitar gastos inútiles de energía emocional y pérdidas de rendimiento.
2- Saber quién es uno y quién no es: a qué se
está dispuesto a jugar y a qué no. Aceptarse a sí mismo y desarrollar la propia
personalidad y criterio.
3- La forma en que uno se muestra y presenta
a los demás está íntimamente ligada al sentimiento de identidad. Nuestra
identidad nos forma como sujetos dentro de un contexto único.
4- Ser consciente de que el 20% de las tareas
contribuyen al 80% de su eficacia como líder. El famoso principio de Pareto.
5- Identificar qué situaciones le generan
ansiedad y cómo es su forma de reaccionar ante ellas. La ansiedad es el otro
extremo del miedo y genera tanto o más estrés que éste.
6- Hacer conocer a los demás nuestras propias
opiniones, actitudes y reacciones, es decir, saber comunicar. Un líder que no
sabe comunicar no puede plantarse a sus semejantes.
7- Asertividad y alta capacidad de escuchar
son las grandes cualidades del gran negociador, manteniendo y sosteniendo su
punto de vista y dispuesto a cambiarlo cuando el argumento del otro le
convence. La escucha como necesidad y característica insustituible.
8- Aceptar el error propio y el ajeno. En
cuanto al error propio, asumirlo con responsabilidad y compromiso. De los
fracasos y de los errores se vuelve, de lo no hecho no.
9- Actitud sincera, dinámica, creativa y de
investigación. Proactividad y sentido de la repentización.
10- El uso eficaz de nuestra energía, exige
alternar entre actitudes activas y pasivas, con fines de mantener un buen
balance, estable y sereno.
11- Optimismo inteligente, positividad y
ánimo predispuesto. El optimismo inteligente es una explicación de la realidad.
12- Asumir la responsabilidad del propio
desarrollo como profesional, como líder y como persona.
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