Los tiempos cambian y ahora los encargados de
leer nuestros currículums y decidir si somos adecuados o no para un puesto de
trabajo son robots. Para pasar por su filtro y convertirnos en los elegidos
tendremos que adaptarnos a su manera de pensar.
No es
ningún secreto que los robots van haciéndose poco a poco con puestos de trabajo
que tradicionalmente han desempeñado personas de carne y hueso. Cada vez son
más las empresas que se deciden a contratar a estos empleados tan fríos
(llamados Applicant Tracking Systems o ATS) para realizar los procesos de
selección de su plantilla y las razones son, sobre todo, económicas.
Según
un estudio de Column Five y HireRight, dos firmas especializadas en recursos
humanos y marketing, si los encargados de llevar a cabo esta labor fueran
humanos, una compañía tendría que pagar de media 3.072 euros para evaluar,
seleccionar y finalmente contratar a un empleado. Los ATS facilitan ese trabajo
a las empresas que simplemente tendrán que programar su software con las
condiciones que exigen para un puesto determinado y esperar a que los robots
cumplan su misión. Se calcula que casi la totalidad de los miembros del Fortune
500 utilizan este método para elegir a su personal.
Para
los candidatos esto implica que las normas del juego han cambiado. Antes los
currículums tenían que entrarles por los ojos a las personas encargadas de
hacer una primera criba para poder optar a una entrevista personal. Ahora hay
que encandilar a un software que desechará cualquier documento que no encaje
con aquello para lo que le han programado. Además de mantener el CV actualizado
y usar un corrector ortográfico para evitar fallos que se nos puedan pasar,
estas son algunas de las directrices a seguir para estar a la altura del rasero
de los ATS.
Usa palabras clave
La
primera prueba de fuego que tendrá que pasar tu currículum ante los robots
tendrá que ver con cómo definas tu vida laboral. Utilizar palabras clave en
lugar de expresiones rebuscadas hará que resaltes entre la multitud y que sepan
rápidamente que eres el candidato que la empresa busca. Eso sí, queda prohibido
el uso de abreviaturas ya que, lo más probable, es que ignoren su significado
al no coincidir exactamente con lo que la compañía les ha pedido que
encuentren.
Olvídate de la Comic Sans
En la
mente cuadriculada de los robots lo que mejor encaja son las fuentes
tipográficas estándar como Arial, Tahoma o Verdana. Ni los diseños
extravagantes, los gráficos, las tablas o los dibujos te harán más atractivo a
los ojos de estos seleccionadores. Lo más conveniente es apostar por un diseño
sobrio y dejar la creatividad para las entrevistas presenciales o los
seleccionadores humanos. También se recomienda no utilizar el formato PDF ya
que algunos ATS no pueden leerlos.
Ordena la información
La
mejor opción es incluir tus datos de contacto en la parte de arriba del
documento para que llamen la atención (pero nunca en el encabezamiento) y
exponer tu experiencia siguiendo la siguiente fórmula: primero el nombre de la
empresa, después el cargo que desempeñaste y, por último, las fechas en las que
trabajaste allí. Esta secuencia facilita al software la lectura de tu
currículum y te dará puntos extra a la hora de convertirte en uno de los
seleccionados.
Muestra abiertamente tus cualidades y
capacidades
No
dudes en incluir todas las palabras que mejor creas que definen tu actitud ante
el trabajo. Eso llamará la atención de los robots siempre y cuando se siga un
orden en la enumeración; la mejor forma de exponerlo es mediante un sumario.
Una de las ventajas de los ATS es que, a diferencia de la mayoría de las
personas que se encargan de la selección de personal, no les importará si tu CV
sobrepasa el límite de una página. Sólo se fijan en el contenido, algo que
alegrará a aquellos que no se ven capaces de resumir todo lo que saben hacer en
un único folio.
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