Un ingeniero de Google cree que sí… Se
trata de Chade-Meng
Tan, empleado
número 107 y miembro del Talent Group del gigante de internet. Meng, como
popularmente se le conoce, desde sus inicios en la compañía se propuso acabar
con el estrés y los agobios de la oficina y apostó por técnicas de mindfulness para mejorar la inteligencia emocional
e impulsar el bienestar de sus colegas.
Meng, que ha trabajado durante ocho años
intentando hacernos la vida un poco más fácil cuando buscamos información en
internet, también se preocupó por una búsqueda más interna y propuso en “Busca en tu interior" las claves para la felicidad.
Se trata de tres sencillos pasos o técnicas, avalados por la ciencia, que nos
ayudarían a ser un poco más felices en nuestro día a día.
1. “Medita”
En Laboratorio de felicidad ya hemos
hablado de mindfulness o de la práctica de la atención plena,
siendo también para Meng una de las técnicas clave que nos acercan a la
felicidad. Desde la meditación somos capaces de contemplar los problemas con
ecuanimidad, lo que nos ayudará a encontrar mejores soluciones.
Jon
Kabat-zinn, de la
facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, lleva muchos años
trabajando en esta línea y ha llegado a la conclusión de que la conciencia
plena reduce la ansiedad y es buena para nuestra salud mental. La atención
plena nos exige habitar el momento presente, lo que evita que nuestra mente
esté en el pasado o en el futuro, antesalas de la depresión o la ansiedad.
A pesar de que meditar pueda parecer
un tema místico, con algunas sencillas claves podemos incorporarla de forma
práctica a nuestro a día a día. Se trata de dedicar tiempo a observar nuestros
pensamientos sin juzgarlos, lo que con la práctica nos ayudará a no dejarse
llevar solamente por impulsos. Por ejemplo, como proponíamos en “Mindfulness o vivir el momento
presente” podemos
incorporar ejercicios sencillos, como esperar tres sonidos para respirar y
centrarse antes de coger una llamada, o dedicar un tiempo a ser consciente de
lo que vamos a ingerir antes de comer algo.
2. Llevar un registro de momentos
alegres
Los momentos de “alegría cotidiana”
pasan desapercibidos a lo largo del día y somos capaces de arruinar una jornada
si algo negativo se presenta sin aviso. Por eso Meng recomienda anotar y
recordar cada uno de esos momentos de alegría que vamos teniendo a lo largo del
día. Por ejemplo: encontrarte a un amigo en la calle, compartir unas risas con
los colegas de trabajo, ese metro que parece que esté esperando por nosotros y
que no nos hace perder ni un segundo… en esos momentos, debemos decirnos a
nosotros mismos: !Tengo un momento de alegría :-) Un momento mindful!
3. Desea felicidad a otras personas
En este laboratorio, en diferentes
post, hemos analizado cómo los pensamientos altruistas y de gratitud reportan
más felicidad incluso que recibir. Y es que no solamente parece que ser
generoso y desear la felicidad de los otros nos ayude a ser más felices, parece
que también no hace más eficientes en nuestro trabajo.“En la medida en que seamos
generosos, creamos un entorno mucho más agradable a nuestro alrededor y
conseguimos que beneficie también a las personas con las que trabajamos”.
En Google, la empresa que alardea de
tener a los empleados más felices del mundo, se toman la felicidad muy en serio,
tanto que Meng convenció a sus jefes para hacer un curso que les enseñara
técnicas de mindfulness, cursos que son de los mejores
valorados, según me contaron cuando estuve en Google Palo Alto.
Con esa iniciativa, Meng se convirtió
en Jolly Good Fellow de Google. Es el cargo que
aparece en su tarjeta y la descripción de su puesto de trabajo habla de
“Enlighten minds, open hearts, create world peace”.
Aquel curso para sus colegas de
Google, le llevó a hacer más cursos abiertos con otras personas y
organizaciones, a escribir el libro Busca en tu interior, a
fundar el Instituto de Liderazgo Busca Dentro de Ti (SIYLI) y a un sinfín de
actividades comprometidas con la paz en el mundo.
En cuanto a mi experiencia, aún no sé
si estos tres pasos que esboza Chade-Meng Chen son el secreto de la felicidad,
pero sí que me parecen lo suficientemente sencillos pare empezar a practicarla…
ya os contaré :-)
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