Con el ordenador Sprout y su nueva tecnología
de impresión 3D, HP apuesta por mezclar el mundo digital y real. Es un giro
inesperado que podría abrir un nuevo camino para la informática.
Los cambios significativos en la
forma de interactuar con los ordenadores se pueden contar con los dedos de la
mano. En el principio los ordenadores leían las primitivas instrucciones a
partir de tarjetas perforadas, programas codificados en puntos de un papel que
había que insertar en un lector. La llegada de la pantalla y el teclado dio
paso a la línea de comando. Ya no era necesario utilizar un elemento físico
cada vez que se quería ejecutar una instrucción.
En la década de los 80 se dio un
nuevo salto, tal vez el más significativo. Llegaron las interfaces gráficas y
el ratón como método de control. El PC dejó de ser un dispositivo complejo,
destinado a departamentos de contabilidad o centros de investigación. Se
transformó en una herramienta creativa para el hogar.
El siguiente paso fue prescindir
del propio ratón y el puntero. La historia de la informática de la última
década se puede resumir en la miniaturización y el triunfo de las interfaces
táctiles y gestuales. ¿Qué será lo próximo? Una tendencia está clara. Con
plataformas cada vez más personales como el portátil, el smartphone o la
tableta, al ordenador de sobremesa hay que buscarle un nuevo trabajo y HP, que
cree haber dado con el siguiente salto evolutivo en la forma de relacionarnos
con la informática, piensa que es el vehículo perfecto para ensayar el futuro
que viene.
Una nueva tendencia
El extraño ordenador que acompaña
a estas líneas se llama Sprout. Es un equipo «todo en uno» con una gran
pantalla táctil de 23 pulgadas. Hasta aquí es posible confundirlo con muchos de
los «todo en uno» que llegan al mercado este año. Lo que lo hace único es esa
especie de lámpara que asoma en la parte superior de la pantalla. Es un módulo
que alberga un proyector y dos cámaras, una capaz de ver la profundidad de los
objetos (parecida a la tecnología que utiliza el accesorio de control gestual
Kinect en Xbox) y otra de alta definición.
Sprout es capaz de proyectar
imágenes y documentos sobre una superficie especial, una alfombrilla de grandes
dimensiones sensible al tacto, como la pantalla de las tabletas. Gracias a las
cámaras reconoce los objetos y la interacción del usuario sobre el documento.
La combinación de estos elementos abre el camino a nuevas formas de trabajo. Es
posible dibujar sobre un folio, por ejemplo, y que el ordenador reconozca el
dibujo y lo digitalice al instante. Se pueden añadir réplicas virtuales de
objetos reales a un dibujo o diseño, por ejemplo, con sólo apoyarlos sobre la
proyección del archivo donde se trabaja.
El equipo, que está ya a la venta
en EE.UU. por un precio cercano a los 1500 euros, puede utilizarse de forma
convencional, con un teclado y un ratón -e incluso a través de la pantalla
táctil- pero los usuarios pueden invocar también un teclado virtual sobre la
alfombrilla táctil y usarlo para introducir texto. La superficie reconoce
ademas múltiples puntos de presión y gestos realizados sobre ella. Para ampliar
una imagen proyectada, por ejemplo, basta con pellizcar, como hacemos hoy en
día en teléfonos y tabletas.
Trabajar con él recuerda a
trabajar sobre un collage físico, donde los diferentes elementos pueden
reordenarse, pero con la ventaja de utilizar copias digitales que pueden
cambiar de tamaño o de texturas y propiedades con facilidad. No en vano, HP
denomina a este tipo de interfaz como «realidad mezclada». Para la compañía, el
mayor obstáculo, ahora, es ganarse el apoyo de los desarrolladores y conseguir
que creen aplicaciones, capaz de sacar partido al nuevo sistema de control.
Multijet Fusion
Como la cámara cenital es capaz
de capturar información de profundidad, Sprout funciona también como un escáner
tridimensional. Aquí es donde HP ha conseguido enlazar Sprout con otro campo de
gran crecimiento, el de la impresión en 3D. La compañía ha lanzado el nuevo
sobremesa junto a una novedosa tecnología de impresión bautizada como Multijet
Fusion. De momento, HP solo tiene prototipos enfocados al mercado empresarial e
industrial, pero esta tecnología podría llegar a estar implantada en las
impresoras 3D destinadas al hogar durante la próxima década.
Multijet Fusion sigue el mismo
esquema de impresión en 3D que otros sistemas aditivos, colocando capa tras
capa de material hasta formar el objeto físico. La diferencia es que entre capa
y capa, HP utiliza inyectores similares a los de sus impresoras de tinta para
añadir un material fusor o un disolvente que, además, puede servir para
colorear el objeto. El resultado es un objeto 3D de mucho más detalle y
resistencia que los que ahora se consiguen con las técnicas de impresión 3D
convencionales y que además puede estar coloreado y listo para su presentación
o uso nada más salir de la impresora.
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