Los resultados son claves para recuperar el crédito,
algo que pasa por reinventarse.
De líder de la selección española y del Real Madrid
a vivir bajo la presión de estar cuestionado constantemente y no tener ya
garantizado su puesto. La complicada situación que vive Iker Casillas es un
gran ejemplo de la velocidad a la que se puede pasar de ser un referente a
estar en entredicho, algo que también sucede en el mundo de la empresa. ¿Cómo
se debe actuar en este tipo de casos? ¿Es posible recuperar el crédito? La
solución no es sencilla.
«Es una situación muy complicada porque puede
ocurrir que pierdas la autoestima y te sientas inseguro, lo que te llevará a
cometer más errores. Por ello, lo primero es ser consciente de la nueva
situación, porque cuando se ha estado arriba muchas personas se niegan a asumir
su nueva realidad», asegura Margarita Mayo, experta en liderazgo de IE Business
School. «El mayor enemigo de un directivo es su miopía, no tener la objetividad
para ver las cosas como son, pero en un buen diagnóstico de la situación está
parte de la solución a la misma», añade Guido Stein, profesor de Dirección de
Personas en las Organizaciones de IESE. Lo cierto es que ser juez de uno mismo
siempre es más complicado que analizar a los demás por lo que ambos expertos
recomiendan recibir ayuda, ya sea recurriendo al coaching o preguntando a las
personas de confianza que nos rodean por su análisis.
Los pasos a dar
Una vez que se ha hecho balance de situación, la
siguiente cuestión es qué se puede hacer para recuperar la credibilidad
perdida. «Hay tres palancas
importantes. La primera tiene que
ver con intentar cambiar tu imagen a través de una buena comunicación. La segunda es demostrar que mereces el
lugar que ocupas y no estás ahí por casualidad. La última es una cuestión de personalidad, de mostrarte cercano y
llegar a los demás», opina Margarita Mayo, para la que «solucionar el problema
no depende sólo de los resultados».
Ceferí Soler, profesor del Departamento de
Dirección de Personas de Esade, ve diferente la solución al problema. «En el
mundo de la empresa, las segundas oportunidades muchas veces no existen, por lo
que es mejor tomar medidas antes de perder la confianza. Una vez que ya no se
tiene, y pese a que es muy difícil recuperarla, los resultados son lo más
importante», dice Soler, que explica así que el 65% de las grandes empresas de
EEUU cambien de CEO cada tres años de media.
En cualquier caso, todos los expertos coinciden en
que es necesaria una catarsis personal. «Hay que ponerse las pilas, asumir una
postura ejemplarizante y, si es necesario, pedir disculpas», asegura Guido
Stein, que pese a ello recomienda diferenciar entre la perseverancia y la
obstinación. «Conseguir encontrar nuevas ilusiones pasa a veces por un proyecto
nuevo. Hay que reinventarse y si no puedes hacerlo en tu empresa, cambia de
empleo», añade Ceferí Soler.
Lo que parece claro, en opinión de esos tres
expertos, es que una vez que se pasa por una situación de este tipo es
prácticamente imposible volver al punto anterior a ella. «Nunca serás visto
igual en tu organización. Puedes quedarte marcado o superarte y estar incluso
mejor que antes. El caso de Steve Jobs es un buen ejemplo, ya que el fracaso de
ser apartado de Apple le hizo volver con más fuerza», recuerda Margarita Mayo.
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