¿Cuál
es el mejor predictor del éxito de una empresa pequeña? Al contrario de lo que
podría pensarse, la financiación pública no es la respuesta. Al menos, no en
Argentina, donde el nivel de formación y la dedicación de los emprendedores son
los factores determinantes.
En su artículo "Determinant of performance in Micro-Enterprises", el profesor del IESE Pascual Berrone y otros autores de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) han estudiado 300 empresas de hasta cinco empleados para establecer las claves de su rendimiento. Los resultados, publicados en Journal of Small Business Management, son sorprendentes.
Los datos preliminares indican que la formación, el esfuerzo, el compromiso y la innovación son los factores que mejor predicen el éxito empresarial. Así, cuando el emprendedor lanza su propio negocio porque ve una oportunidad para un producto o un nicho de mercado libre tiene más posibilidades de triunfar que si lo hace porque carece de trabajo.
Microempresas "macroimportantes"
Las microempresas pueden jugar un papel muy importante en el desarrollo y crecimiento económico de un país. En Latinoamérica, más del 80% de las empresas pertenecen a esta categoría y suelen recibir dinero público para impulsar el crecimiento y reducir el desempleo.
A pesar de que muchos consideran que se trata de la panacea, este modelo de financiación podría ser solo una solución a corto plazo. Según los autores, "para alcanzar una prosperidad sostenible, sería mejor invertir el dinero público en otras áreas que favorecen el éxito de las microempresas, como la formación y la innovación".
Predictores del éxito
El análisis de 300 microempresas argentinas permitió a los autores identificar los siguientes factores clave de su rendimiento:
En su artículo "Determinant of performance in Micro-Enterprises", el profesor del IESE Pascual Berrone y otros autores de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) han estudiado 300 empresas de hasta cinco empleados para establecer las claves de su rendimiento. Los resultados, publicados en Journal of Small Business Management, son sorprendentes.
Los datos preliminares indican que la formación, el esfuerzo, el compromiso y la innovación son los factores que mejor predicen el éxito empresarial. Así, cuando el emprendedor lanza su propio negocio porque ve una oportunidad para un producto o un nicho de mercado libre tiene más posibilidades de triunfar que si lo hace porque carece de trabajo.
Microempresas "macroimportantes"
Las microempresas pueden jugar un papel muy importante en el desarrollo y crecimiento económico de un país. En Latinoamérica, más del 80% de las empresas pertenecen a esta categoría y suelen recibir dinero público para impulsar el crecimiento y reducir el desempleo.
A pesar de que muchos consideran que se trata de la panacea, este modelo de financiación podría ser solo una solución a corto plazo. Según los autores, "para alcanzar una prosperidad sostenible, sería mejor invertir el dinero público en otras áreas que favorecen el éxito de las microempresas, como la formación y la innovación".
Predictores del éxito
El análisis de 300 microempresas argentinas permitió a los autores identificar los siguientes factores clave de su rendimiento:
- El nivel de formación del emprendedor
- El grado de dedicación a la empresa, determinado por el número de horas invertidas en la misma
- El uso de fondos propios del emprendedor
- La aplicación de las innovaciones, ya que mejoran la cadena de valor y distinguen la empresa de la competencia
- La decisión voluntaria de lanzar el negocio en lugar de la falta de empleo
Apuntes para combatir la pobreza
En Argentina, un país con una economía inestable y una elevada tasa de desempleo, la financiación de las microempresas con dinero público se ve como un medio para combatir la pobreza.
Sin embargo, esta medida genera una elevada tasa de emprendedores involuntarios, movidos por el desempleo, que tienen menos posibilidades de hacer prosperar su empresa que los voluntarios, aquellos que desean mejorar su situación y tienen una idea para cubrir un nicho de mercado. Por ello, es cuestionable que la financiación de los primeros sea la mejor fórmula para fomentar el crecimiento.
La relación positiva entre la formación y el rendimiento de las pequeñas empresas debería servir para que los legisladores con la vista puesta en el largo plazo se volcaran en sistemas de educación y formación que hicieran crecer la economía de forma sostenible.
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